REAL MADRID CASTILLA 3 - LAS ROZAS 1
El Castilla se rehace ante Las Rozas gracias a Hugo Vallejo y Arribas
El extremo iguala el 0-1 de los de Cano, listos para penalizar a los de Raúl pero sin suerte: dieron tres postes. Hugo Duro vuelve a marcar y Gelabert cierra a pase del volante.
Al Real Madrid Castilla le tocó sudar para llevarse los tres puntos ante Las Rozas, al que la clasificación no le hace justicia a lo que mostró en Valdebebas, pero que terminó superado con la mayor virtuosidad técnica del filial blanco. Los de Raúl repitieron el guion del triunfo ante el Sanse, empezaron encajando y supieron rehacerse con tres dianas de Hugo Vallejo, Hugo Duro de penalti y Gelabert. Debería aprender el Castilla a no caminar por el alambre; suele despeñarse, por errores propios y ajenos. Ante Las Rozas perfectamente pudo suceder por ambas circunstancias, pues el equipo de Manolo Cano (con pasado en el cantera del Atlético) se encontró con los postes hasta en tres ocasiones: una falta directa estupendamente lanzada por Losada, un mano a mano de nuevo con el delantero centro como protagonista y un cabezazo de Mingo tras un saque de esquina.
El Castilla también se apuntó una razón, con un remate de Duro, antes de regalar a Las Rozas el 0-1 de forma casi infantil. La cabezonería en sacar el balón jugado pase lo que pase produce monstruos. Ya lo sabrá Luis López, que se empeñó en buscar a Morante con el medio rodeado por dos rivales; un control defectuoso bajo enorme presión desembocó en un mano a mano en el que Indiano, sustituto en el 21’ del lesionado Albur, adelantó a los de Cano. En su arreón previo al descanso para igualar el duelo, el Castilla se topó con la otra circunstancia que habitualmente le sale cruz: los árbitros. El vasco Rezola Etxeberria se comió un evidente penalti sobre Peter por derribo de Chema; también reclamó el filial blanco un agarrón sobre Hugo Duro; haberlo lo hubo, pero el ariete castillista también forcejeó en una acción que pareció de igual a igual.
Para fortuna de los blancos, apareció antes del descanso el otro Hugo para dar equilibrio. Morante recibió en la frontal, se hizo el hueco con un amago y regaló el balón en posición inmejorable a Vallejo, que recortó a Badiashile (portero cedido por el Mónaco de estupendas maneras) y remató centrado y alto, burlando a los zagueros que se apilaban en la línea como sacos en una trinchera. El extremo granadino entró en ebullición y al retorno del parón ofreció dos asistencias no cobradas por sus compañeros; la primera, a Duro tras eliminar a un rival con un caño en una baldosa, dolió especialmente, por lo bello del gesto técnico y lo increíble del fallo, con la portería vacía. El portero Luis, golpeado por su error inicial, se rehizo con una buena estirada a tiro de Del Pozo; ya al final dejaría una palomita interesante tras falta directa, certificando que es lo más competente que tiene Raúl para situar bajo palos.
Arribas y Gelabert conectan
A media hora del final, el árbitro señaló una mano en el área de Las Rozas y Hugo Duro, pasando de las distracciones verbales de Badiashile, resolvió raso y por el centro; en un día poco afortunado, el mejor artillero del Castilla al menos pudo apuntarse su séptimo gol del curso en 11 partidos. El 2-1 obligó a Las Rozas a abrir sus compuertas, por las que se coló al galope Arriba. El talentoso volante, que jugó el martes con el primer equipo ante el Getafe, encontró metros para exponer una asociación interesante con Gelabert. A la primera falló el palentino, con todo a favor tras pase final del madrileño; sí atinó a la segunda, en la que Arribas esprintó driblando rivales y cedió para que Gelabert resolviese de vaselina. Los dos mejores talentos de la plantilla mostraron química para cerrar un triunfo que el Castilla necesitaba como el aire para seguir en la pelea por el ascenso a Segunda.