El Valencia es el 'pupas' de LaLiga
Los blanquinegros son el equipo que más faltas recibe de todo el campeonato con 315. Gracia insta a los suyos a que ellos también hagan faltas tácticas.
El Valencia es el pupas de LaLiga. El equipo de Javi Gracia es hoy por hoy el que más faltas recibe de todo el campeonato con 315 infracciones a su favor, algo que no es casualidad si se tienen en cuentas ciertas variables. Principalmente que el equipo che se ha acostumbrado a jugar al contraataque en acciones que son susceptibles de ser detenidas por faltas de los rivales, sin ir más lejos ante el Athletic fueron diez las que recibió el equipo.
Bien es cierto que de esas más de 300 faltas solo tres han terminado en la red de la meta rival: ante el Huesca marcó Wass; Ante el Alavés Guillamón; Frente al Athletic, Vallejo. Lo llamativo es que pese a ser el equipo que más veces recibe infracciones, todavía no ha sido capaz de anotar una de manera con un disparo. Bien es cierto que el tanto de Wass ante el Huesca fue un centro que entró sin que nadie más rozara el cuero, no obstante la acción fue más un envío al área envenenado que un disparon en sí.
Ante el Athletic el último en intentarlo fue Maxi Gómez pero su disparo se marchó a las nubes. Previamente, Gayà, el propio Wass, Soler o Kang-in han probado fortuna desde la frontal del área con el cuero parado, pero de momento ninguno ha logrado marcar y hacer olvidar a Dani Parejo y sus magistrales tiros de falta.
"A veces tenemos que hacer alguna falta para parar a los rivales"
Las faltas a favor contrastan con las hechas por el propio plantel blanquinegro. Sin ser de los que menos realizan (el 11º con 279), el técnico Javi Gracia en alguna ocasión ha incitado a los suyos a ejecutar infracciones tácticas para frenar los contraataques rivales.
El Valencia es el 'pupas' de LaLiga
Y pese a la inexperiencia de la plantilla che (25,5 años de media, la más joven de la competición), el equipo parece haberse tomado en serio esa indicación. En la Catedral la única amarilla que vieron los che fue para Carlos Soler, que la recibió precisamente tras parar de manera descarada -pero no violenta- un contrataque rojiblanco. Instrucción cumplida.