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ATLÉTICO DE MADRID

Luis Suárez está desatado arriba... pero ahora hay fisuras en defensa

Los cuatro últimos partidos del Atlético se han distinguido por dos datos: el uruguayo ha elevado aún más su ritmo goleador, pero a la vez el equipo encaja más que nunca.

El empate ante el Celta dejó un regusto amargo por cómo se produjo, pero no eclipsa el extraordinario momento de Luis Suárez. El uruguayo es el argumento más sólido del líder, ahora que, mientras él no para de marcar, a la defensa se le están encontrando fisuras. Las bajas están haciendo daño y el Atlético se agarra a su pichichi y a su modo de vida voraz: si le dan balones, él los convertirá goles. El lunes volvió a cumplir su parte.

Suárez remató dos veces a la portería de Rubén y ambas acabaron dentro. En los cuatro últimos partidos lleva siete tantos. Ha marcado a Celta, Cádiz, Valencia y Eibar, y solo el equipo de Javi Gracia se libró del doblete. Y con goles de todos los colores. En este tramo ha convertido dos penaltis, una falta directa y ha fusilado asistencias de Llorente (dos), Lodi y João Félix. El charrúa sigue batiendo récords como rojiblanco, con 16 dianas en 17 partidos ligueros (se ha perdido tres, dos por coronavirus y otro por descanso) que le tienen pichichi destacado (En Nesyri y Messi le siguen con 13) y le van valido al Atleti 12 puntos de forma directa. Con su doblete, ha logrado el mejor comienzo goleador de un jugador con un nuevo club en la competición en el siglo XXI (superando a Cristiano Ronaldo).

Porque además de los goles, que es la misión fundamental para que Simeone lo reclutó, Luis Suárez es un líder en el vestuario. El ariete ha aportado un plus de ambición y ha contagiado el hambre por la Liga que traía desde que salió de Barcelona para vestir de rojiblanco. El vestuario está encantado con él, con su adaptación y con su rol. Y puede estar más o menos atinado, no se esconde cuando vienen mal dadas. Contra el Celta, su eficiencia sirvió para darle la vuelta al marcador cuando peor lo pasaba su equipo. Un balón raso desde la derecha y otro similar desde la izquierda, no necesitó más.

Seis goles en 16 jornadas... y otros seis en las últimas cuatro

Pero igual que otras veces sus goles han desnivelado la balanza a favor del Atlético, contra el Celta no fue suficiente. Porque el equipo rojiblanco está sufriendo en defensa como nunca. En estos últimos cuatro encuentros, no sólo sorprenden los 7 goles de Suárez. También que el equipo ha recibido 6, tantos como en las 16 jornadas anteriores. Eibar y Valencia batieron una vez a Oblak, Cádiz y Celta lo hicieron dos. La fiabilidad ya no es la misma y, si antes los rivales llegaban convencidos de que si el Atleti se adelantaba había poco que hacer, ahora no se rinden. El Cádiz apretó hasta el final y el Celta, sin asediar, fue capaz de llevarse un punto en el 89’.

El equipo ha echado de menos a Hermoso, que lleva dos partidos fuera por la COVID y se perdió el de Ipurua por un esguince. Felipe no ha encajado igual en el nuevo sistema de Simeone y es la sombra de lo que fue la pasada temporada. Contra el Cádiz naufragó como central izquierdo y ante el Celta más de lo mismo, jugándose la expulsión y siendo sustituido en el descanso. Oblak, sin ser ni mucho menos responsable, tampoco está haciendo los milagros de otras épocas.

Sustos contra Celta, Valencia, Eibar...

Otra de las claves está en el arranque de los partidos. Hasta esta reciente racha, el Atleti sólo se había visto por detrás en el marcador en la visita al Real Madrid. Pero en los últimos cuatro partidos, ha recibido tres golpes en el primer cuarto de hora. Santi Mina marcó en el 13’, Racic del Valencia, en el 11’; y Dmitrovic, para el Eibar, en el 12’. Las tres veces consiguió darle la vuelta al resultado, aunque contra los de Coudet se le escapó el triunfo al final. “No podemos permitirnos esos goles al principio”, lamentaba Koke en su análisis del 2-2 con el Celta.

El líder se ha construido desde atrás, pero ahora los focos se los está llevando Luis Suárez, que con sus goles tira del carro y, por otro lado, ha hecho que apenas se note el bajón de João Félix. Será difícil que el uruguayo mantenga la racha de sus últimos encuentros, por lo que el equipo necesita recuperar la fiabilidad que le caracterizó durante el primer tercio de la temporada. Sobre todo, porque pronto vienen las curvas del calendario, con citas clave como las de la Champions. Portería a cero y que el pichichi cace alguna. Surtir de balones a Suárez sí está funcionando, ahora toca echar también el cerrojo atrás…