Trincao, un gol liberador 27 partidos y 24 disparos después
El portugués, que había pasado por un valle profundo de juego, encontró en Heliópolis el gol que buscaba 27 partidos y 24 disparos después. Koeman le ha mantenido la confianza.
Francisco Trincao, señor 31 millones, como algunos le bautizaron en Portugal por el precio que el Barça pagó por su traspaso al Sporting de Braga, tiró por fin la puerta en Heliópolis. Su zurdazo, con el alma, fue la mejor liberación posible para este extremo portugués de 21 años recién cumplidos que llevaba 27 partidos jugados con el Barça y todavía no había marcado un solo gol pese a haberlo intentado 23 veces antes de su gol al Betis.
Eso sí, la cifra de minutos tiene trampa. Trincao sólo ha jugado 886 minutos, que no son ni diez partidos completos. El internacional portugués no ha sido titular en ni un sólo partido de Liga; Koeman le ha dado más oportunidades en Champions y en Copa. Trincao se había encontrado con los porteros y con los postes. Pero, sobre todo, había experimentado cierto bajón de juego a final de 2020 y principio de 2021.
Koeman y los compañeros intentaron subir su moral. Ha sido un jugador bien recibido en el vestuario por su humildad (aunque sus lujos se va, este lunes mostró una foto comprándose un Lamborghini...). Cercano a Pedri, con quien empezó los entrenamientos con el Barça en agosto mientras las vacas sagradas se estrellaban en Lisboa contra el Bayern, Trincao ya había emitido mejores síntomas en el partido de Liga contra el Elche y ante Rayo y Granada en Copa. Pero, otra vez, se había estrellado con los palos. Contra el Betis empezó jugando por la izquierda hasta que a Koeman se le encendió la bombilla y le cambió de banda con Dembélé. Fue cuando intuyó que ningún defensa verdiblanco despejaría el balón dentro del área y se quitó varias mochilas de encima con un gol ganador. Tal vez, un punto de inflexión si continúa con ese punto de humildad.