Villalba amarga el estreno de Oltra en el minuto 89
El Fuenla dejó escapar un gran triunfo al no defender el tiro de Villalba en la frontal. Nteka, el mejor de los locales, puso el gol de los suyos en el 83'.
Fuenlabrada, que fue otro en el estreno de Oltra, y Almería firmaron un empate donde los locales pusieron el fútbol, las ocasiones y la mala suerte ante un Almería que hizo bueno su único acercamiento a la portería defendida por Javier Belman.
El aficionado azulón pensaría "este equipo es otro" viendo los primeros minutos del Fuenlabrada. Pensamiento acertado. Los de Oltra mostraron ilusiones y piernas renovadas, tanto fue así que los primeros acercamientos de peligro tuvieron su firma. Nteka, que apunta por enésima vez a ser el eje sobre el que gire el ataque fuenlabreño, hizo estirarse a Makaridze en el 5'. Bonito el tiro del parisino, mejor la parada del portero georgiano.
No quería ser mero espectador el Almería y tampoco tardó demasiado en hacerse notar sobre el reformado césped del Torres. Samu, Balliu y Carvalho triangularon en la derecha a placer a la espera de que Sadiq pusiera la guinda a sus jugadas.
Sin embargo, el peligro seguía sin cambiar de color, el azulón del Fuenlabrada. Primero, una diagonal de un eléctrico Feuillassier y, después, un disparo alto de Pulido estuvieron cerca de hacer bueno el gran trabajo de los locales en el primer tiempo.
Con el paso de los minutos, el Fuenlabrada no fue sólo peligro, también sumó el control del duelo. Con la dupla siempre presente de Pathé Ciss y Cristóbal, el juego del Fuenlabrada pasó a fiarse al toque antes que al balón largo sobre Nteka. Bien por ellos. Kanté dispuso de su ocasión clara semanal que quedó en nada. Sin embargo, esta vez fue por la parada felina de Makaridze.
Sucede que el Almería es mucho mejor conjunto que el año pasado. Tiene ese temple de equipo trabajado que mucho tiene que sufrir para ponerse nervioso y sabe crear peligro en el a priori más inofensivo acercamiento. Además, un Makaridze milagroso hacía que los suyos se marcharan a vestuarios con un 0-0 en el marcador. Donde sí que los nervios reinaron, fue en el viaje a los vestuarios. Feuillassier recriminó una fuerte entrada de Samu y la 'tangana' tardó entre poco y nada en formarse.
El paso de los vestuarios trajo el mismo Fuenlabrada enrabietado: presión alta, descaro y contundencia en el robo. Tantas ganas de demostrar tenían los pupilos de Oltra en su primer partido juntos que Feuillassier y Nteka pecaron de 'chupones' en varias ocasiones.
Con todo, el Fuenlabrada puso contra las cuerdas a un Almería hundido en su área. Y cuando asomó en un contrataque, Ibán Salvador, ‘enemigo público’ de Segunda, sacaba la segunda amarilla al pichichi visitante, Sadiq. El partido, de momento, ideal para los locales.
Fue con la expulsión cuando el encuentro entró en una fase de gélida hibernación, a la espera de sustituciones en ambos conjuntos. Gomes se animó primero dando entrada a Ramazani y estirar así el campo. Después, Oltra introdujo a Mula y Garcés. Los cambios no despertaron el encuentro que tuvo en la lesión de Ibán su nota más negra.
Cuando más cerca estuvo el duelo de acabar en un triste empate, Nteka, imperial todo el encuentro, se guisó y se comió un auténtico golazo. El parisino se imponía a Balliu para controlar un balón alto, para después recortar y definir con destreza ante Makaridze.
Alegría fugaz la de los azulones. Villalba enganchó un balón muerto en la frontal del área en el 89’ y puso la igualada cuando menos lo merecía. Cosas del fútbol y del matrimonio que mantiene el Fuenlabrada con la mala suerte en este último mes.
Este Fuenlabrada ha cambiado de entrenador y de juego, a mejor. Sin embargo, todavía no ha dejado atrás su incapacidad a la hora de cerrar partidos. El Almería, por el contrario, sabe puntuar hasta en las situaciones más límite.