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RAYO VALLECANO I ENTREVISTA AS

Montiel: "Sueño con hacer cosas grandes con el Rayo: ascender, meternos en Europa League..."

Jonathan Montiel (Madrid, 1998) se sacó de la chistera un golazo para allanar la remontada en Cornellà y llamar a las puertas de la titularidad. El niño del Pozo, la joya de la cantera, promete trabajo para seguir creciendo y que la Franja pueda dar un zarpazo a los dos primeros puestos.

Joni Montiel, en un partido con el Rayo.
CHEMA DIAZDIARIO AS

Joni Montiel, de 22 años, destapó el tarro de las esencias para anotar su primer gol de la temporada contra el Espanyol y reivindicar, una vez más, su talento. El mismo que le convirtió en el jugador más joven en debutar con el Rayo en Primera (Bernabéu, 20 de diciembre de 2015). Ese que le hizo partícipe del historico juvenil del doblete (14-15). El niño de El Pozo del Tío Raimundo ha madurado, se ha curtido a base de cesiones y reveses en su vida. Tras un verano difícil llegó la ansiada renovación. Buenas noticias para un rayista y vallecano hasta la médula, un canterano incansable que sueña con seguir creciendo y hacer cosas grandes con la Franja. La primera, conseguir el ascenso. Aquel que vivió como recogepelotas de los Trejo, Armenteros, Piti... en la 2010-11 y al calor de un estadio lleno que hoy añora.

—Su primer gol de la temporada fue una obra de arte y clave para remontar al Espanyol…

—Tenía ganas de estrenarme y ante un rival así, imagínate. Salió todo de maravilla. En el descanso hablamos de corregir cosas e intentar marcar rápido para meternos en el partido y se dio todo. Teníamos fe en que se podía conseguir. La ocasión se dio perfecta porque el árbitro hizo salir a Embarba, que se le había roto el pantalón, y miré a Lucho (Advíncula) para hacer un dos contra uno a Melamed. Por suerte, se fue con él y me dejó el hueco libre para poder pegarla. Diego López me explicó después que la pelota le hizo un extraño y no pudo calcular bien la trayectoria.

—¿Y qué le dijo Embarba?

—Que vaya golazo, que era un cabrón y que se alegraba mucho por mí. Nos llevamos muy bien y me alegro un montón de cómo le está yendo todo, su gran temporada, y ojalá pueda ascender como nosotros. Tampoco pudimos hablar mucho, eso sí, nos cambiamos las camisetas.

—Precisamente Adri fue de los que le dio algún consejo en su debut en el Bernabéu…

—Conmigo siempre se ha portado muy bien y ha estado pendiente. Aquel momento fue el más feliz de mi vida. Debuté en Primera siendo muy joven (el rayista que más, con 17 años y 108 días). Paco Jémez me dio la oportunidad, que es otra persona a la que le debo muchísimo. El resultado final fue abultado, pero en la primera parte hicimos un buen papel a pesar de estar con dos jugadores menos. La gente del Madrid nos daba la enhorabuena por nuestra actuación.

—Volver a Primera es el objetivo que todos tienen en mente…

—Sí. Llevamos una buena racha y si seguimos en esta línea podemos engancharnos a los de arriba. Tenemos un equipazo y, como mínimo, deberíamos jugar el playoff. ¿El ascenso directo? También se puede dar. Vamos a pelearlo.

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CHEMA DIAZDIARIO AS

—Aprovechó esa oportunidad en Cornellà para postularse al once…

—Todos los jugadores necesitamos confianza y continuidad y yo, hasta ahora, no la he tenido. Tengo ganas de seguir creciendo y mejorando. Lo único que puedo hacer es trabajar, entrenar bien y, cada vez que salga, ayudar al equipo y demostrar que puedo estar en el once.

—Un hándicap es que en su demarcación están Trejo, Pozo…

—Por desgracia, en ese aspecto, lo tengo más complicado. Chocota es un jugador espectacular y Pozo, igual. Es complicado, pero sólo puedo pelear por el puesto e intentar demostrar que puedo estar ahí. La decisión la tiene el míster.

—Tuvo que salir cedido al Toledo (17-18) y al Fabril (18-19), ¿qué aprendió?

—Cuando salí de casa me di cuenta de que todo no es tan bonito si no está tu gente al lado. Eso te hace madurar. La situación del Toledo no era buena, económica y deportivamente, pero estuve contento porque jugué. El año de A Coruña fue maravilloso, a pesar de descender. La ciudad, el club… Todo. Además, me dieron continuidad y confianza.

—Hasta cerrar la renovación vivió un verano complicado, ¿lo pasó mal?

—Sí, porque no sabía lo que iba a suceder. Fueron momentos difíciles ya que no se daban las circunstancias para seguir y, al final, por las ganas de solucionar todo, se pudo hacer. Yo quería continuar y el club lo demostró también, aunque tardó un poco.

—¿Se ve en unos años portando la Franja y el brazalete?

—Lo de ser capitán no me llama la atención, pero sí me gustaría hacer cosas grandes con el Rayo. Sueño con ascender a Primera y meternos en Europa League, como el Granada. Eso sería tan bonito...

—Hábleme de El Pozo, del barrio, de la plaza donde empezó a jugar…

—Allí están mis amigos, familia… Allí empecé a jugar, en el campo de tierra detrás de mi colegio (Trabenco)… Esa es mi vida. Por circunstancias, me vine al Ensanche para estar más cerca de la Ciudad Deportiva, pero sigo yendo a ver a toda mi gente.

—¿Qué le ha enseñado ese fútbol en la calle?

—¡La picardía! Aprendes a ser más listo en algunas acciones. Y ahí se ve mucho talento. Con los años te vas encontrando a gente que tiene un don y mucha se ha forjado en la calle.

—Usted es el único superviviente de aquel histórico juvenil del doblete, ¿le llama la atención que no haya continuado nadie más de esa gran hornada?

—Es sorprendente. El año que hicimos fue espectacular y es raro que no haya, al menos, dos o tres jugadores más en el primer equipo. Hay algunos en Primera, Segunda… Otros en Copenhague como Pep Biel. Había mucho nivel.

—¿Cómo vive un canterano la situación actual de la cantera?

—Duele un poco. El club se ha puesto manos a la obra para intentar arreglar las cosas y volver a hacerlo bien. El Rayo siempre ha peleado porque otros clubes grandes no le quitasen jugadores de la cantera y eso es bueno para la entidad. Formar a buenos futbolistas que en cualquier momento podrás vender y te ayudarán económicamente. Algo se está perdiendo y lo deben solucionar cuanto antes.

—Tras el comunicado del primer equipo, ¿sienten que han cambiado las cosas?

—Los capitanes son quienes llevan más todo eso. El club ha dado la palabra de que las cosas van a cambiar y mejorar. El tiempo dirá.

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@RayoVallecano

—Su gol tuvo una dedicatoria muy emotiva y especial…

—Siempre que piso un campo me acuerdo de mi padre Antonio porque era con el que más unión tenía en ese aspecto. Me daba fuerzas, consejos… Todo me recuerda mucho a él. Le echo mucho de menos.

—¿Y recuerda su primer partido en Vallecas siendo un niño?

—Era muy pequeño. Sí tengo más fresco cuando iba de recogepelotas. Entonces, el Rayo estaba en Segunda y ascendió con Trejo, Armenteros, Piti… Luego he compartido vestuario con muchos. Es algo espectacular. Nunca me lo pude ni imaginar.

—¿Se echa de menos a la gente en la grada?

—Muchísimo. Y más nosotros porque Vallecas nos da ese aliento que tanta falta nos hace. Siempre anima. Es una cosa de locos. El ambiente es espectacular.

—Entre sus proyectos de futuro, ¿está retomar su formación como entrenador?

—Hice el nivel 1, pero con las cesiones tan seguidas no continué. Ahora me quiero poner con el nivel 2 y retomar el Bachiller para acceder al 3. También me he apuntado a boxeo. Me gusta y también me viene bien en el aspecto físico para mejorar.