Uche, Coutinho y Tamudo en un día: el gol que busca el Espanyol
Un ‘hat-trick’ perfecto del nigeriano y una obra de arte del brasileño en el minuto 21 definieron la visita del Rayo en 2012, junto al único gol del '23' en Cornellà.
El sol de marzo calentaba Cornellà-El Prat casi con tanto ardor como el que empleó el Espanyol en caldear aquella visita del Rayo Vallecano, de la temporada 2011-12, que ahora estimula al conjunto perico ante el mismo rival, pero en Segunda División. Sobre todo porque, falto de gol tras su festival de ocasiones de la pasada semana en Girona, pocas cosas pueden inspirar más que un 5-1. Y, en concreto, más que golazos como el que anotó Philippe Coutinho o que el ‘hat-trick’ perfecto que convirtió Kalu Uche.
Ambos habían aterrizado en el mercado de invierno y juntos revolucionaron aquel mediodía del 11 de marzo de 2012. El nigeriano había avanzado al Espanyol ya a los tres minutos, de cabeza. Después marcaría con el pie izquierdo y con el derecho, de ahí lo de ‘hat-trick’ perfecto, y se llevaría el balón a casa para tenerlo “cerca de la cama”, tal como él mismo constataría. Tan rápido como voló el esférico lo hizo el propio Uche, que había llegado en enero del quebrado Neuchatel junto a Víctor Sánchez, pero que en julio se marchaba al Kasimpasa turco por 1,5 millones. Ahora, nueve años después, se entrena con el Águilas murciano, de Tercera.
Mucho más pomposa –el pasado verano, por ejemplo, ganó la Champions con el Bayern de Múnich, cedido por el Barcelona– está siendo la carrera de un Coutinho que, a préstamo entonces procedente del Inter de Milán, maravilló al respetable en aquel Espanyol-Rayo con un golazo de jugada individual que todavía se recuerda, por su plasticidad y porque coincidió con el minuto 21, con los aplausos que 26.110 asistentes le dedicaban al eterno capitán Dani Jarque. El brasileño no llegó al ‘hat-trick’ pero sí al doblete, en una jornada que parecía solo apta para goleadores.
Sergio García, a pesar de no marcar, completó una actuación soberbia. Y Raúl Tamudo, de visita con la camiseta del Rayo, acabó anotando un tanto tan estéril para el marcador –ni siquiera lo celebró– como simbólico para la historia: fue el único que haría en el actual estadio perico, lo que le convertía en el único capaz de haber goleado en Sarrià, Montjuïc y Cornellà.
Aunque, para récords (o casi), también tuvo ese Espanyol-Rayo de 2012 uno de precocidad. En el minuto 86, se retiraba ovacionado Uche para que entrara, con solo 16 años y 177 días, el segundo debutante más joven de siempre en la escuadra perica, Paul Quaye. Apuesta de Mauricio Pochettino en un encuentro que sirve de referente para el de este domingo.