Reyes del mundo
Arranca una nueva edición del Mundial de Clubes y aquí repasamos la historia de la lucha entre los campeones de Europa y de América hasta el nuevo formato de competición desde 2005.
El origen de una rivalidad entre Europa y América
El nacimiento de la Copa Intercontinental como competición internacional se gestó en 1958. El Real Madrid monopolizaba las victorias en la Copa de Europa, cuando en el Congreso de la Confederación Sudamericana de Fútbol celebrado en Río de Janeiro se aprobó organizar un torneo similar entre los campeones suramericanos. Sudámerica necesitaba un campeón al igual que Europa tenía el suyo. Ese mismo año, el secretario general de la UEFA, Henry Delaunay solicitó al brasileño José Ramos de Freitas, presidente de la Confederación Suramericana, organizar una doble confrontación anual entre los dos campeones intercontinentales. Europa tenía un campeón continental, el Real Madrid, pero Sudamerica necesitaba crear un torneo para que de ahí saliera su campeón. Se estaba gestando la futura Copa Libertadores, aunque diversos problemas surgidos durante ese año, impidieron su arranque en esa temporada. En 1959, en el XXIV Congreso de fútbol suramericano, se resolvieron los últimos detalles: organización, reglamento, participantes y fechas. La Copa Libertadores dio sus primeros pasos en 1960, con la participación de siete equipos de diez países diferentes. El Peñarol se impuso en la final al Olimpia paraguayo. Ya había rival para aceptar el reto y para que la competición viera la luz. De la eliminatoria entre el Real Madrid y el Peñarol uruguayo saldría el primer campeón de esta competición. En un principio, hasta la rectificación de 1980 en la que se fijó a un único encuentro en Tokio, la Intercontinental se disputaba a doble partido, uno en cada continente...
El Real Madrid fue el primer campeón
Tras la creación de este nuevo torneo que enfrentaba a los campeones de Europa y América, el Real Madrid, vigente campeón europeo, y el Peñarol de Montevideo se disputaron la primera edición de la Copa Intercontinental. El 4 de septiembre de 1960, el Bernabéu se vestía de gala para recibir al conjunto del Peñarol. Dos meses antes, el 3 de julio en Montevideo, manyas y madridistas empataron sin goles. Pero en el Bernabéu, el Madrid no falló, imponiéndose por cinco goles a uno al conjunto charrúa (los blancos perforaron la meta uruguaya tres goles antes de los 10 primeros minutos de partido). Puskas fue la gran estrella de aquel partido, al conseguir dos de los cinco tantos. La cuenta la completaron Di Stéfano, Herrera y Paco Gento. La primera Intercontinental se quedaba en Europa
Peñarol se saca la espina en un partido de desempate
El Peñarol se sacó la espina de la primera Intercontinental perdida al año siguiente. Tuvo que derrotar al Benfica en un duelo que necesito de tres encuentros para conocer al campeón durante el mes de septiembre de 1961. El primer encuentro se disputó en Lisboa, al contrario que en la edición anterior. Los encarnados se llevaron el triunfo por la mínima con un tanto de Coluna. Pero en tierras uruguayas, los charrúas le endosaron un temible goleada (5-0), con sendos dobletes de Joya y Spencer. Por entonces, cuando en una eliminatoria cada equipo ganaba un encuentro, se disputaba un tercer duelo. Este se volvió a jugar en Montevideo, y también lo volvió a ganar el Peñarol. Esta vez por un resultado más ajustado (2-1), con un gol de Sasía de penalti.
Pelé se impone a Eusebio en un duelo formidable
Un año más tarde, en 1962, el Peñarol no pudo conquistar la trilple corona suramericana. El gran Santos de Pelé, pero también de Zito, Pepe, Coutinho, Gilmar ... le derrotó en una final que necesitó de desempate. Mientras en Europa, el Benfica le dejaba sin Sexta Copa de Europa al Real Madrid al derrotar a los blancos por 5-3 en Ámsterdam. Por tanto, brasileños y portugueses se encontraron en una final marcada por el duelo de dos extraordinarios jugadores, Pelé y Eusebio. En Maracaná hubo apretada victoria brasileña por tres goles a dos. El partido de vuelta se presentaba apasionante y el estadio Da Luz cubrió sus graderíos con más de setenta mil espectadores. Los aficionados benfiquistas esperaban a La Pantera de Mozambique, pero se encontraron con una exhibición extraordinaria de Edson Arantes do Nascimento, “O Rei”: marcó seis goles entre los dos partidos… pero cuatro de ellos fueron en Lisboa… Al año siguiente repetiría el Santos, esta vez al Milán: los brasileños derrotarían a los italianos en tres partidos. En el definitivo, jugado en Maracaná (sin Pelé en el campo), la expulsión de Maldini y un penalti convertido por Dalmo fueron suficientes para que los brasileños defendieran título.
El Inter de Herrera y Suárez toma el relevo al Santos
En 1964, el Inter se proclamó campeón de Europa en el último partido de Alfredo Di Stéfano como jugador madridista. Meses después, en septiembre, los interistas se proclamarían campeones del mundo por primera vez en su historia. Algo que retomarían al año siguiente. En 1964, su rival fue el Independiente argentino. Para superar a los de Avellaneda necesitaron de tres partidos: en tierras argentinas la victoria les sonrió a los locales, que ganaron por la mínima, gol de Mario Rodríguez, pero en Milán, fueron Mazzola y Corso los goleadores neroazzurri. El tercer partido se jugó en Madrid, en el estadio Santiago Bernabéu. La capital española fue la ciudad elegida para celebrar el partido de desempate entre Inter e Independiente. Los italianos ganaron con un tanto de Corso en la prórroga. Al año siguiente defenderían título al derrotar de nuevo a Independiente: le venció en San Siro 3-0 y empató en Avellaneda 0-0.
1966. Peñarol se saca la espina de la Primera Intercontinental
El sorprendente Real Madrid de los ye-yés, con once españoles en sus filas, conquistó en Bruselas la Sexta derrotando al Partizán (2-1, con goles de Amancio y de Serena) en 1966. En el mes de octubre viajó a Montevideo y fue derrotado en el estadio Centenario por un Peñarol que también había sufrido una profunda modificación en su plantilla. Las nuevas figuras eran Mazurkiewicz (portero) y los delanteros Pedro Rocha, Spencer y Joya. Dos goles del ecuatoriano Spencer marcaron la diferencia en la capital uruguaya. Dos semanas después se esperaba en el Bernabéu una victoria merengue que diese paso al partido de desempate. No pudo ser. La superioridad aurinegra fue clara y se concretó en dos nuevos goles de Rocha y Spencer. Peñarol se sacaba la espina de 1960
1967. Racing lleva el primer título para Argentina en ‘La batalla de Montevideo’
Por primera vez, un equipo argentino conquista la Intercontinental. El Racing de Avellaneda se impuso al Celtic en el partido de desempate, celebrado en Montevideo, al vencer por 1-0m aunque habría que decir que fueron tres encuentros bastante tensos por parte del conjunto argentino. El Celtic había ganado en Escocia (1-0, gol de un testarazo de su capitán Bill McNeill, un gentil one-club man del conjunto de Glasgow), y el Racing había hecho lo propio en El Cilindro, en Buenos Aires (2-1), en un encuentro marcado por una agresión al meta escocés, Ronnie Simpson: le alcanzaron con un objeto en la cabeza justo antes del comienzo. Fue sustituido por su compañero Fallon. A igualdad de victorias, había partido de desempateY ese partido fue la guerra. Seis jugadores fueron expulsados: cuatro del Celtic (aunque Bertie Auld se negó a abandonar el campo, jugando todo el partido) y dos del Racing. El partido pasó a la historia con el nombre de ‘La batalla de Montevideo’. Fue Cárdenas, con un zurdazo, quien decidió el título para el denominado ‘El equipo de José’, por el entrenador argentino José Juan Pizzuti.
Bilardo le gana a Bobby Charlton y a Best
De nuevo un equipo argentino se proclamó campeón. En esta ocasión, los pincharratas del Estudiantes resolvieron otro duelo británicoargentino al derrotar al Manchester United. El desenlace tuvo un final violento tanto en La Bombonera (1-0) como en Old Trafford (1-1). Las triquiñuelas de Pachamé y Bilardo (y el juego de Verón) triunfaron sobre el juego de Charlton, Best y el tosco Stiles, que en Argentina sufrió al exseleccionador argentino campeón en 1986. En un momento del encuentro jugador en La Plata, Stiles, que solía jugar con lentes, sufrió un duro golpe de Bilardo. Éste al ver que las gafas estaban en el césped, se acercó con disimulo y las piso hasta romper los cristales, impidiendo que Stiles pudiese seguir jugando a su manera.
‘Il Bambino’ Rivera guía al Milán a conquistar el título
En la edición de 1969 se modificó el reglamento, dando preferencia al número de goles en lugar del número de victorias. Ello facilitó el triunfo del Milán, que llevó a Buenos Aires una buena renta de San Siro (3-0). En el Estudiantes, las artes de Aguirre Suárez, Bilardo y La Bruja Verón no sirvieron ante el fútbol de Sormani y Combin, bajo la batuta de Rivera, Il Bambino. El triunfo por 2-1 de Estudiantes fue insuficiente. Pero el partido jugado en Argentina fue de todo menos un encuentro de fútbol. La tremebunda noche ocurrió el 22 de octubre de 1969. Agresiones a los jugadores del Milán, entradas salvajes, patadas a traición... a Combin le reventaron un pómulo de un violentísimo codazo... Tres jugadores argentinos fueron detenidos y llevados a comisaría: el portero Poletti, Manera y Aguirre Suárez. El presidente argentino, Héctor Onganía, avergonzado por lo sucedido, les aplicó un decreto-ley por el que estuvieron 29 días en prisión. En Europa (se televisó de madrugada, de 1 a 3 de la mañana), las dantescas imágenes causaron se vieron al día siguiente, siendo objeto de duros comentarios y críticas al equipo sudamericano.
El Feyenoord gana la Copa por primera vez para Holanda
La Intercontinental sonrió por primera vez a un equipo holandés, el Feyenoord de Rotterdam, que consiguió un meritorio empate a dos goles en Buenos Aires en el campo de Estudiantes (en encuentro disputado el 25 de agosto de 1970 en Buenos Aires). Era la tercera final que el conjunto bonaerense disputaba de manera seguida, pero lo acontecido el año anterior ante el Milán hizo que todo el mundo estuviera más pendiente del equipo argentino. En esta ocasión no hubo tanta virulencia. El conjunto holandés remató la faena en Rotterdam gracias a un gol de Van Daele (jugado el 9 de septiembre de ese mismo año). Los jugadores claves del equipo holandés para conseguir el triunfo fueron Van Hanegem, Rinus Israel y Ove Kindvall. Al frente del Feyenoord estaba el austriaco Happel (en la imagen con el trofeo).
El Ajax renuncia y el Nacional de Uruguay gana al Panathinaikos
El Ajax había vencido ganado la Copa de Europa al Panathinaikos griego por 2-0 en una final disputada en el londinense estadio de Wembley. Sin embargo, el conjunto holandés renunció a disputar al Intercontinental debido a la violencia de los últimos años de los equipos sudamericanos. La UEFA autorizó a que fuese el subcampeón en su lugar, así que fueron los griegos del Panathinaikos, a los que entrenaba Puskas, los rivales europeos. El encuentro de ida se jugo en tierras atenienese (1-1) en El Pireo, mientras que en Montevideo dos goles del argentino Artime dieron el título a Nacional.
El Ajax de Johan Cruyff se paseó ante el Independiente
El Ajax consiguió su segunda Copa de Europa al vencer por 2-0, goles de Johan Cruyff, al Milán. Esta vez, el equipo holandés sí decidió jugar la Copa Intercontinental. El rival suramericano era el Independiente de Avellaneda. En Buenos Aires se jugó el primer partido (1-1). Los holandeses se adelantaron con un gol de Cruyff, pero éste tuvo que abandonar el terreno de juego, lesionado por una dura entrada de Mírcoli. En el descanso, el técnico del Ajax, Stefán Kovács, tuvo que tranquilizar a sus jugadores, que se negaban a volver al césped. En la vuelta, en Ámsterdam, los holandeses pasearon su superioridad y ganaron por 3-0. Esta vez marcaron Neeskens y Rep (dos).
Independiente gana a la Juventus con un gol de Bochini
El Ajax, que había ganado su tercera Copa de Europa consecutiva al ganar a la Juventus por 1-0, volvió a renunciar a jugar la Copa Intercontinental, como ya había hecho dos años atrás. Podría haberse reeditado la disputa del año anterior, ya que de nuevo el Independiente había conquistado la Copa Libertadores. Sin embargo, el conjunto holandés se negó a jugarla. En su lugar lo hizo la Juventus, el subcampeón europeo, que accedió a disputarla con una condición: se jugaría a un solo partido, en territorio neutral, pero en suelo italiano. El día 28 de noviembre de 1973 , en el estadio Olímpico de Roma. italianos y argentinos jugaron con victoria final para los sudamericanos con un gol de Bochini a falta de diez minutos para el final.
Gran fiesta en el Calderón tras ganar al Independiente
El Atlético de Madrid, que había accedido a jugar la Intercontinental tras la renuncia del Bayern (los alemanes esgrimieron la violencia utilizada por los equipos argentinos), se impuso en aquella edición a los argentinos del Independiente. Los goles de Irureta (con un escorzo de cabeza) y Ayala (éste a falta de cinco minutos para el final acertó a meter un punterazo al balón que atravesó un bosque de piernas) en el Calderón, sirvieron para superar el gol adverso que se trajeron los rojiblancos de su visita a Argentina (1-0, tanto de Balbuena en un partido tosco y áspero). Con este título, el Atlético conseguía aparcar la derrota en la Copa de Europa ante el Bayern. Fue la primera vez que un equipo que no había ganado la Copa de Europa se proclamaba campeón del mundo... Y el Atlético se convertía en el segundo equipo español en alzar el título.
El mejor Bayern de la historia superó al Cruzeiro
La Intercontinental recuperó su ritmo normal de competición en 1976, después de que en la edición anterior (1975) los equipos implicados (ni el propio Bayern ni el Independiente) se negaran a disputarla: los germanos adujeron que no tenían fechas libres para volar a Argentina. Los bávaros, que habían encadenado tres victorias consecutivas en la Copa de Europa, se alzaron con el título tras superar al Cruzeiro. En Múnich, venció por 2-0, con tantos de Müller y Kapellmann. En Brasil empataron a cero.
Boca Juniors vio realizado por fin su gran sueño
El Liverpool, campeón europeo, se negó a disputar la Intercontinental, y para ello adujo la misma estrategia que había empleado el Bayern en ediciones anteriores: que el calendario de la Liga inglesa chocaba con el de esta competición. Pese al interés de Boca por jugar el encuentro, tuvo que medirse al subcampeón de Europa, el Borussia Mönchengladbach. Pero Boca se salió con lo suya: empató a dos tantos en tierras bonaerenses, pero superó a los germanos en su propia casa por un rotundo 0-3.
El Olimpia de Asunción da el primer título a Paraguay
En 1978 no se disputó la edición al no ponerse de acuerdo Liverpool y Boca Juniors. Como siempre, el motivo esgrimido fue la falta de fechas por parte del conjunto europeo. Un año después, en 1979, el campeón de Europa, Nottingham Forest, también declinó la invitación. En su lugar jugó el Malmoe sueco, que había jugado la final. Los nórdicos cayeron ante los paraguayos del Olimpia de Asunción. El club sudamericano se llevó la victoria en ambos partidos (0-1 en tierras suecas y 2-1 en Paraguay), un logro que solamente había sido obtenido hasta entonces por el Santos en 1962 y el Peñarol en 1966. Gracias a esos dos triunfos, Olimpia se consagró campeón del mundo por primera vez en su historia.
El Nacional se llevó la primera final japonesa
En 1980, tanto la confederación europea como la sudamericana llegaron a un acuerdo con la empresa multinacional japonesa Toyota para que la Copa Intercontinental se disputase a un solo encuentro en tierras japonesas, un escenario neutral. Ese escenario se encomendó a Tokio, que acogería desde entonces ese encuentro. Y así fue: el 11 de febrero de 1981, Nacional de Montevideo y Nottingham Forest disputaron la final a un partido. El conjunto uruguayo, con un equipo en el que jugaba Víctor Espárrago, se alzó con el triunfo gracias a un gol de Victorino a los diez minutos de partido. En el conjunto inglés también había otros nombres ilustres como Shilton y Trevor Francis, que no supieron sobreponerse al tanto inicial suramericano.
El Flamengo de Zico arrasó al Liverpool
El Liverpool, que había derrotado al Real Madrid en la final de la Copa de Europa (1-0) de París, no pudo con el Flamengo brasileño comandado por Zico, Junior, Mozer, Leandro, Tita y Nunes. La magia carioca doblegó sin paliativos a los ingleses con un contundente 3-0. Dalglish y Souness lideraron el juego del conjunto del Liverpool, pero no pudieron frenar el juego de la estrella brasileña Zico, que se encontraba en el cenit de su carrera futbolística.
Peñarol volvió a ganar 15 años después
El Aston Villa derrotó al Bayern Múnich en la Copa de Europa (1-0) y se enfrentó en la Copa Intercontinental al Peñarol de Montevideo que, después de 15 años sin conquistar la Copa Libertadores, había derrotado al Cobreloa chileno en su estadio (0-1) con un tanto de Fernando Morena. En Tokio, Jair y Silva le dieron al conjunto uruguayo con sus goles el triunfo frente a los ‘villanos’ (2-0). Los 'manyas' fueron superiores de principio a fin a los de Birmingham.
Gremio derrotó en la prórroga al Hamburgo
El Hamburgo rompió la racha de victorias inglesas en la Copa de Europa al derrotar a la Juventus por 1-0 y se plantó en Tokio para enfrentarse al Gremio de Porto Alegre. Los brasileños llegaron a Japón después de arrebatarle al Peñarol la Copa Libertadores con un empate en Montevideo (1-1) y una victoria en su estadio por 2-1. En la final de la Intercontinental ganaron 2-1 en la prórroga: un gol de Schröder a falta cinco minutos para el final forzó el tiempo extra, pero Renato Gaúcho, en la imagen disparando a puerta, sentenció el partido. El delantero brasileño fue el gran protagonista al marcar los dos goles de Gremio.
Independiente vuelve a coronarse campeón
La Roma perdió la Copa de Europa ante el Liverpool en la tanda de penaltis en su propio estadio, pero los ingleses no supieron aprovechar esta nueva oportunidad para ganar la Intercontinental. El Independiente de Avellaneda, que había derrotado al Gremio en Brasil por 0-1 y empató a cero en Buenos Aires, se llevó su séptima Libertadores y sólo necesitó un tanto (obra de su delantero Percudani) para derrotar a los ingleses en Tokio. A unos meses de haber acabado la guerra de las Malvinas, ese triunfo de los argentinos sobre los ingleses fue visto como un triunfo político. Percudani, que apenas tenía 19 años de edad, fue tratado como un héroe a su regreso a Argentina.
Platini le dio el título a la Juve y a Europa
La Juve alzó la Copa de Europa tras derrotar al Liverpool en la trágica final de Heysel (1-0). Su rival en la Intercontinental fue el Argentinos Juniors, que llegó tras ganar la Libertadores ante el América de Cali en el partido de desempate en la tanda de penaltis. Considerado como uno de los grandes encuentros de la Copa Intercontinental, se resolvió en la tanda de penaltis, tras haber acabado el tiempo reglamentario con empate a dos tantos. Platini se encargó de transformar el penalti definitivo para darle el triunfo a la Vecchia Signora... y a Europa: un equipo del viejo continente no ganaba la Intercontinental desde que lo hiciera el Bayern en 1976.
River ganó con un gol de Alzamendi
El Barça perdió en Sevilla la Copa de Europa frente al Steaua de Bucarest en la tanda de penaltis, pero los rumanos no pudieron frente al River Plate, campeón de la Libertadores ante el América colombiano (1-2 y 1-0). Los argentinos se proclamaron campeones del mundo por primera vez ante los rumanos con un gol de Alzamendi: "Vieira nos daba información y una fue decirnos que ellos (los rumanos) se distraían en las faltas y que sacáramos rápido. Eso me lo acuerdo bien. Y al final resultó clave en nuestro triunfo, porque el gol llegó por sacar rápido un tiro libre...".
El Oporto de Madjer reina en la nieve
El Oporto de Madjer, campeón de Europa ante el Bayern (2-1), derrotó en la prórroga (1-1 en el tiempo reglamentario) con un gol del delantero argelino al Peñarol en un encuentro que se disputó bajo una intensa nevada que afectó gravemente al desempeño de los dos equipos. Los uruguayos se habían llevado la Copa Libertadores ante el América en el encuentro de desempate por 1-0.
Nacional, campeón a los penaltis ante el PSV
El Nacional de Montevideo se proclamó campeón al vencer en los penaltis al PSV (2-2). El héroe fue el portero uruguayo Jorge Seré, que detuvo tres penaltis. Koeman, Romario y Gerets se quedaron de piedra ante la actuación del portero uruguayo, que se ganó el apodo de 'Superman', puesto por el narrador charrúa Carlos Muñoz, al comparar sus intervenciones a los disparos de los jugadores holandeses con el vuelo del héroe de acción.
El Milan ganó com apuros al Atlético de Medellín
El gran Milán de la época sufrió más apuros de los previstos para ganar al modesto Atlético de Medellín. Un gol de Evani en la prórroga concedió el título al club italiano cuando todo apuntaba a la tanda de penaltis. Los colombianos, dirigidos por Pacho Maturana, llevaron a cabo un intenso trabajo, que se vino abajo a escasos minutos del final. Tras el encuentro, colombianos y milanistas coincidieron en una discoteca de Tokio donde estuvieron departiendo hasta altas horas de la madrugada.
El mejor Milan barrió al Olimpia de Paraguay
El Milán volvió a revalidar título en Europa y en la Intercontinental se enfrentó esta vez al Olimpia. Dos goles de Rijkaard y uno de Stroppa barrieron del campo a los paraguayos. Era la tercera vez que un equipo lograba reeditar el título de campeón del mundo tras el Santos y el Internazionale de Milán en la década de los 60.
Jugovic y Pancev dan el título al Estrella Roja
El Estrella Roja yugoslavo logró el título al vencer cómodamente por 3-0 al Colo Colo chileno. Dos goles de Jugovic y otro de Pancev sentenciaron a los chilenos. Era la primera vez que los equipos europeos ganaban tres ediciones consecutivas la Copa Intercontinental.
Raí le da el título al Sao Paulo ante el Barcelona
Llegaba crecido el Barcelona a Tokio después de haber ganado su primera y única Copa de Europa ante la Sampdoria en Wembley. Pero no contaba con la calidad del Sao Paulo brasileño. Se adelantó el Barça con un gol de Stoitchkov, pero la máquina brasileña comenzó a funcionar y Raí, con dos goles, le birló el título al Barcelona de Johan Cruyff, que había empezado el día llegando a un acuerdo con Tele Santana: si veían a algún jugador cometiendo muchas faltas, sería sustituido. Al año siguiente, nuevamente el trofeo se marchó a Suramérica. Se enfrentaron el Sao Paulo y el Milán de Fabio Capello, que acudió por la descalificación de la UEFA al Olympique de Marsella. En un vibrante partido, los brasileños revalidaron el título y fueron capaces de doblegar a los italianos en los minutos finales. El resultado fue de 3-2.
Campeón argentino siete años después
Siete años tuvieron que pasar para que Argentina volviera a tener un campeón de la Copa Intercontinental. Vélez Sarsfield se impuso al Milán de Capello por 2-0. Los goles fueron conseguidos por Trotta, de penalti en el minuto 50. 'El Turco' Asad logró el segundo siete minutos después. Costacurta fue expulsado a cinco minutos del final y Omar Andrés Asad fue elegido el mejor jugador de la final.
El Ajax venció al Gremio en los penaltis
El Ajax de Amsterdam se adjudicó la Copa de Europa al vencer al Milán, mientras que el Gremio de Porto Alegre se hizo con la Copa Libertadores al derrotar al Atlético Nacional. En Tokio, viajó el Ajax de los De Boer, Kluivert, Overmars, Finidi y Litmanen, que luego emigrarían al fútbol español. Los holandeses se alzaron con el título el 28 de noviembre de 1995. Vencieron en la tanda de penaltis por 4-3. Los 90 minutos reglamentarios acabaron con empate a cero. Los dos equipos fueron conservadores y poco ofensivos.
La Juventus ganó con gol de Del Piero
La Juventus se ganó el pase a Tokio al vencer en la final de la Copa de Europa al Ajax en la tanda de penaltis. El River Plate hizo lo propio al conquistar la Libertadores ante el América de Cali. Dos goles de Crespo permitieron a los argentinos dar la vuelta al 1-0 del choque de ida. Un gol de Del Piero coronó a la Juventus con la Copa Intercontinental. El título de los italianos hizo que Jugovic conquistara su segunda Copa Toyota con dos equipos distintos. La primera la había conseguido con el Estrella Roja en 1991. Del Piero fue elegido mejor jugador del partido, llevándose un coche de la marca que patrocinaba la final...
El Borussia se lleva la Copa a Alemania
Tras 20 ediciones sin campeón alemán (desde 1976 que la ganó el Bayern), el Borussia volvió a llevar la Copa Intercontinental a tierras germanas. Campeón de Europa al derrotar a la Juventus en Múnich, supo superar al Cruzeiro en la final con goles de Zorc y Herrlich en un encuentro que dirigió el colegiado español José María García Aranda.
Raúl devuelve la Intercontinental al Madrid 38 años después
38 años después, el Madrid se volvía a proclamar campeón del mundo gracias a un espectacular gol de Raúl: el jugador madridista recogió un balón mandado por Clarence Seedorf, controló, se deshizo de dos jugadores del Vasco da Gama, Vitor, que había jugado en el Madrid mediada la década de los 90, y Odvan antes de batir a Carlos Germano. Fue un tanto que pasó a la historia con el sobrenombre de 'El gol del aguanís'.
Roy Keane hace campeón a un inglés por primera vez
El Manchester United fue el primer equipo inglés en conquistar la Copa Intercontinental. Entre derrotas y que algunos equipos ingleses no quisieron jugar algunas ediciones argumentando falta de fechas en el calendario como excusa para no medirse a los equipos argentinos/sudamericanos, no fue hasta 1999 (39 años desde que se venía disputando) cuando un equipo inglés alzó el título: y fue gracias a un irlandés, Roy Keane, que marcó el único tanto que los diablos rojos le endosaron al Palmeiras.
Aparece el Mundial de Clubes
La FIFA, queriendo dar un impulso a la Copa Intercontinental y a su vez estudiar nuevas innovaciones, organizó el primer Mundial de Clubes en el año 2000. Se celebró en Brasil y acudieron el Corinthians (que sería el campeón) y el Vasco da Gama (campeón de la Libertadores) brasileños, el Real Madrid (campeón de la Intercontinental de 1998) y el Manchester United (por entonces campeón de la Champions), por parte europea, el Necaxa mexicano (campeón de la CONMEBOL), el Al Nassr (campeón de Asia), el Raja de Casablanca (campeón de África) y el South Melbourne (campeón de Oceanía).
Boca liquida al Madrid
Dos rápidos goles de Martín Palermo liquidó al Madrid en la final de la Intercontinental del año 2000. Pese a que Roberto Carlos recortó distancias, a los blancos les fue imposible remontar el encuentro. Los madridistas se quejarían de la labor del colegiado colombiano Óscar Julián Ruiz, al que le acusaron de conveniencia con el conjunto xeneize al tener Boca tres futbolistas colombianos: el portero Córdoba, el defensa Bermúdez y el centrocampista Serna. En 2003, volverían a retomar el título tras imponerse al Milán en la tanda de penaltis: los rossoneri sólo lograron transformar un lanzamiento de cuatro, mientras que el cuadro argentino convertiría tres de sus cuatro disparos.
Kuffour se redime
Samuel Osei Kuffour se redimió de sus penas con el Bayern de Múnich al marcar el único gol de la final de la Copa Intercontinental en 2001. El defensa ghanés aprovechó una serie de rechaces en e, área de Boca Juniors para marcar el gol que definiría la final. Kuffour había sido triste protagonista en la final de la Champions de 1999, cuando un error suyo en el marcaje a Solskjaer le dio el triunfo al Manchester United.
Los Galácticos toman Yokohama
Un gol de Ronaldo (en la imagen) al cuarto de hora de partido y otro de Guti, éste en el tramo final del mismo, sirvieron para que el Real Madrid alzase la tercera Copa Intercontinental de su historia. Los blancos derrotaron al Olimpia de Asunción paraguayo en una final que dominaron de principio a final. Los Galácticos cerraban así el centenario blanco tras ganar la Champions, la Supercopa de Europa y el trofeo al mejor equipo del mundo.
El Oporto renueva el título
Como ya sucediese en 1987, el Oporto se proclamó campeón de la Intercontinental. En esta ocasión derrotó a un equipo colombiano en la final, el Once Caldas. Si entonces fue por un gol de Madjer, en esta ocasión el título se dirimió por la tanda de penaltis: se necesitaron 18 lanzamientos, pero finalmente se impuso el conjunto portista, que anotó ocho de sus nueve lanzamientos (erró Maniche). Por parte colombiana fallaron Fabbro y García. Fue la última final disputada entre los campeones de Europa y de Sudamérica. Desde entonces se jugaría el Mundial de Clubes.
Sao Paulo se lleva el primer Mundial de Clubes
Un gol de Mineiro (minuto 27), que definió ante la salida del portero español Reina (era la primera vez en once partidos que un equipo lograba marcar en la portería del club inglés), bastó para que el Sao Paulo derrotase al Liverpool en la final del primer Mundial de Clubes, que sustituía a la Copa Intercontinental, y cuyo ensayo del año 2000 había dado buenos resultados. Celebrado en tierras japonesas y bajo el auspicio de Toyota, esta primera experiencia caló. Desde entonces se disputa de esa manera.
Internacional da la campanada
Seis minutos después de saltar al campo, un remate de Adriano Gabiru permitió al Internacional de Portoalegre derrotar al Barcelona en la final del Mundial de Clubes. Los azulgrana eran los grandes favoritos a alzar su primer título en esta categoría tras haber perdido la final ante el Sao Paulo en 1992. Los de Rijkaard fueron superiores a los brasileños, pero no lograron perforar la meta de Clemer Melo da Silva.
El Milán no dio opción a Boca
En un festival de goles, el Milán volvió a reeditar los éxitos de finales de la década de los 90 al derrotar a Boca Juniors por un contundente 4-2. Los rossoneri, liderados por un excelso Kaká (Maradona lo había avisado en la previa) tiraron de experiencia y veteranía ante un Boca que extrañó a Riquelme, ausente al no poderle haber inscrito antes. El bloque italiano, más sólido que el argentino, no dio opción alguna a los xeneizes.
La Liga de Quito plantó cara al Manchester United
El modesto equipo ecuatoriano Liga de Quito hizo cara al Manchester United, que sólo pudo derrotar a los sudamericanos con un gol de Wayne Rooney en el minuto 73. Curiosamente, los ingleses contaban con un jugador menos desde el minuto 49 por expulsión del defensa Vidic. Además, este partido se jugó en Yokohama, antes de disputarse en los Emiratos Árabes Unidos.
Barcelona: Tres títulos en seis años
Tras haber perdido las dos primeras finales (una de Intercontinental y otra del Mundial de Clubes), el Barcelona encadenaría una racha victoriosa al conquistar tres títulos en seis años: en 2009 derrotaron a Estudiantes de La Plata (2-1), en 2011 al Santos (4-0) donde militaba un joven Neymar, que luego ficharía por el conjunto azulgrana y en 2014, al derrotar a River Plate (3-0).
El Inter, último campeón italiano
El Inter de Milán se convirtió en el último campeón italiano (hasta el momento) al coronarse campeón en Abu Dhabi ante el Mazembe, el equipo que se había proclamado campeón de África. Los italianos no dieron opción alguna a los africanos que, sin embargo, hicieron historia al ser el primer equipo africano en llegar a la final: había eliminado al Pachuca y en semifinales al Internacional de Porto Alegre brasileño rotundamente (2-0).
El Corinthians doblega al Chelsea
El Corinthians sorprendió al Chelsea en al final del Mundial de Clubes y se llevó el título gracias al solitario gol del peruano Paolo Guerrero en el minuto 68. Habían transcurrido cinco años desde que el Internacional derrotase al Barcelona en la final de 2006: desde entonces, todo habían sido victorias europeas... y será la última hasta el momento.
El Bayern, ganador en su primera presencia
El Bayern se convirtió en el primer equipo alemán en conquistar un Mundial de Clubes. Los bávaros que habían ganado al Champions League al derrotar al Borussia Dortmund en Wembley, tenían un bloque fiable, sólido y con garantías para ser considerados claros favoritos a levantar el título, como así fue. En su única presencia en un Mundial de Clubes, superaron al Raja Casablanca en la final disputada precisamente en el país marroquí (2-0, con goles de Dante y Thiago.
La etapa dorada del Real Madrid
El Real Madrid vivió una etapa dorada entre 2014 y 2018: los blancos conquistaron cuatro Mundiales de Clubes, tres de ellos de manera consecutiva (2016-2018), algo que nadie había logrado ni en la Copa Intercontinental ni en el Mundial de Clubes. Con un equipo basado en su fortaleza defensiva y sobre todo su potente ataque, donde sobresalía la presencia de Cristiano Ronaldo.
Liverpool, último campeón
Un gol de Roberto Firmino en la prórroga (minuto 99) dio el primer título del Mundial de Clubes al Liverpool, que había disputado la competición al proclamarse campeón de Europa en Madrid. El delantero brasileño, fichado a partir de su rendimiento en un videojuego por el Hoffenheim alemán, marcó el único tanto de la final al Flamengo, el otro finalista, y campeón de la Libertadores.
