La pesadilla de Meunier
No ha hecho olvidar a Achraf en el Dortmund y reconoce que su fallo en la Supercopa ante el Bayern aún le persigue. "Me dejó sin confianza", reconoce.
En Dortmund la comparación es odiosa. Se acuerdan de Achraf, evidentemente. El lateral ahora en el Inter dejó una imagen espectacular a las órdenes de Favre en el Borussia. Fue como anillo al dedo. Cuadró perfectamente en la idea y en la forma de jugar del Dortmund y los números lo habían confirmado. Nueve goles y diez asistencias del por entonces futbolista cedido por el Real Madrid. El Borussia no pudo retenerlo y el club blanco lo acabó mandando al Inter traspasado. Pero su sombra es alargada en Dortmund. Bien lo sabe Meunier.
El belga terminaba contrato en el PSG y era una de las piezas más cotizadas por los grandes clubes. Cuando apareció el Dortmund y una vez conocida la marcha de Achraf, parecía el jugador ideal para sustituirle. Ofensivo, con llegada y buena zancada, es un jugador que cuadraba perfectamente en la filosofía del Borussia. Pero de momento, en Dortmund se acuerdan mucho de Achraf y Meunier no esconde que no está todavía a la altura que desearía y que un episodio le ha marcado profundamente.
En primer lugar, el belga asegura que el que se decidiera suspender tan pronto la Ligue 1 a causa de la pandemia, le ha perjudicado más de lo que pudiera imaginar en el aparado físico. Así lo explica en Ruhr Nachrichten. “Estuve casi siete meses sin jugar después de que todo se cerrara en Francia a causa del coronavirus. No te olvidas del fútbol, pero después de un parón tan largo sin competición, tuve que volver a mi nivel físico. Había perdido la forma, el ritmo, las sensaciones con el balón, también. Al principio, llegué a estar como máximo al 75 por ciento. Hubo días en los que tuve verdaderas dificultades para completar los entrenamientos. Ni siquiera sabía qué me pasaba”, reconoce.
Pero hay una pesadilla que todavía le ronda y que ha marcado su estancia en Dortmund. El equipo del Ruhr se midió al Bayern en la Supercopa de Alemania y el cuadro bávaro sumó el título por 3-2. Pero pudo ser diferente si Meunier no hubiera fallado una ocasión clamorosa. “Recuerdo con horror aquella escena durante la Supercopa de Múnich, cuando disparé por encima de la portería vacía. La he visto a cámara lenta 30 o 40 veces y me hundí en mi sofá. ¿Cómo pude fallar eso? ¡Normalmente, marco ese gol con los ojos cerrados! El caso es que me quitó confianza” , asevera.
Meunier ha tenido minutos, va mejorando y cree que recuperará su nivel. "Me he sentido mejor desde principios de año. Creo firmemente que volveré a mi nivel anterior. El partido contra el Mainz, en el que marqué un gol y metí un penalti, fue probablemente mi mejor partido. Tengo más confianza en mí mismo, hay más claridad en mis acciones" , afirma, pero sabe que se le va a exigir mucho más. "No estoy haciendo lo suficiente ofensivamente. Con un equipo como el Borussia Dortmund, como defensa, tengo que involucrarme más ofensivamente. Si termino con un gol y una asistencia, me decepcionaré a mí mismo, y probablemente a todo el mundo", argumenta. "Todavía no estoy al cien por cien. Debo convertirme en el Thomas Meunier que todos esperan" , concluye.