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ESPANYOL

"En aquel Castilla, el que no jugaba decía el lunes que se iba"

Cristian Gómez, protagonista en Perico Que Vola, repasa su carrera y habla de RdT: "Siempre estuvo crecido, pero como persona es un espectáculo".

Cristian Gómez.
PQV

En un ambiente desenfadado, en el programa Perico Que Vola del Espanyol, Cristian Gómez desfiló para repasar su carrera y los momentos divertidos que le depararon sus experiencias en el club perico y en el Real Madrid Castilla, ahora que es entrenador de fútbol base y es jugador en L'Hospitalet en Segunda B. El mediocentro debutó en Primera en el curso 2011-12 con Mauricio Pochettino, jugó 36 partidos y anotó un tanto, mientras en la 2013-14 se fue cedido al Real Madrid-Castilla, el año del descenso a Segunda B.

Sobre esta última experiencia, en un vestuario con Willian José, Raúl de Tomás, Pacheco o Lucas Vázquez, habló largo y tendido: "Había mucho ego, era muy complicado. Todos tenían ya cochazos y yo venía del barrio. En los dos primeros meses me costó adaptarme. Cuando un futbolista no jugaba, el lunes llamaba a la puerta del entrenador y decía que se iba al City. Jugábamos bien y fallábamos mucho. Recuerdo que Willian José llegó de Brasil con 28 kilos de más", comentó el futbolista catalán.

Allí hizo amistad con varios jugadores, como Lucas Vázquez, y conoció a fondo la personalidad de Raúl de Tomás, ahora estrella en el Espanyol. "Raúl decía que estaba agrandando desde que nació. Desde pequeño estaba crecido, pero como persona es un espectáculo. Era muy gracioso. Las marcas le daban muchas botas y él las repartía con los niños", valoró. Cristian jugó solamente 11 encuentros, ya que "llegó el técnico del C y solo quiso a los de la casa".

Denis Suárez y Cristian Gómez.
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Denis Suárez y Cristian Gómez.FERNANDO ZUERAS

Cuando Pandiani cogió por el cuello a un juvenil

Cristian Gómez llegó al filial del Espanyol junto a su inseparable Christian Alfonso (han jugado en cuatro clubes distintos) en 2011, y pronto llamó la atención de Mauricio Pochettino: "Me daba mucha confianza. Recuerdo mi primer entrenamiento, en el que metí los dos goles del partidillo. Pochettino debía pensar, ¿y este de dónde sale?". Pero el despedido del hispanoargentino el curso siguiente le cambió la carrera.

Llegó Javier Aguirre, cuyas palabras eran contradictorias a los actos. "Había detalles con Aguirre que no me gustaban. Faltaba un mediocentro en el entrenamiento y me ponía a mi de central y subía a uno del filial. Luego no dejó que me marchara y en conferencia de prensa no tuvo un buen detalle conmigo. Y eso que me decía 'tú eres la niña de mis ojos'... ¡Pero si no he jugado!".

Eran etapas complicadas para el Espanyol, especialmente a nivel económico ("había meses que no se cobraba"), mientras que recuerda momentos divertidos, como cuando Thievy Bifouma, ahora en China, aparcaba el coche fuera de la Ciudad Deportiva para que el entrenador no viera que se había comprado otro; o cuando Walter Pandiani cogió del cuello a Paul Quaye, jugador de 16 años que debutó en Primera en aquel momento, después de hacerle una entrada.