Incendio en la prórroga
La campaña electoral se tensa por Eric García. Tusquets y Laporta se cruzan acusaciones y el presidente de la gestora acusa al ex presidente de amenazarle.
La campaña electoral por la presidencia del Barcelona se calienta a causa de un tema que en cualquier otro contexto resultaría un tema menor, pero cuando la piel está quemada, cualquier roce provoca reacciones imprevistas. Con los nervios a flor de piel tras el aplazamiento de la jornada electoral, prevista para el pasado 24 de enero y que celebrará el 7 de marzo, las hostilidades entre candidatos se han desatado y, lo que es aún más insólito, han enfrentado claramente al presidente de la gestora, Carlos Tusquets, con Joan Laporta, el candidato que a tenor de las encuestas ha salido más perjudicado por el aplazamiento. La campaña vive un tiempo extra que amenaza con poner a prueba la delicada situación institucional de la entidad.
La gota que ha desencadenado la tormenta es la posibilidad de fichar a Eric García en el mercado de invierno. Nadie hubiera imaginado que el tema que rompería hostilidades en la carrera por la presidencia fuera la posible incorporación de un jugador de 20 años, ya sea ahora o en verano. Esta polémica es un ejemplo perfecto para explicar el estado de un club debilitado a todos los niveles en el que cualquier corriente de aire puede provocar una pulmonía.
Carles Tusquets tiene desde hace semanas la petición de Ronald Koeman de reforzar al equipo. Una de las posiciones a asentar es la de central ante el estado de Umtiti y la lesión de Piqué. Eric García, canterano del Barça que juega en el City y que acaba contrato el 30 de junio es el gran objetivo de la secretaría técnica. Ante esta petición, Tusquets se ha reunido dos veces con los candidatos para pedir su bendición a acometer la operación bajo la premisa que sólo se realizará mediante consenso de los tres.
Ante el dilema, las posiciones son divergentes. Víctor Font quiere traerle ya porque aseguró que ha logrado un acuerdo con el club inglés mediante el cual el futbolista llegaría "por tres millones fijos más variables, que no se pagarían ahora sino la próxima temporada, por lo que en las cuentas de esta temporada sólo costaría 230.000 euros en amortizaciones, además el sueldo del jugador también se aplazaría hasta la próxima temporada, el jugador está loco por venir y lo acepta también".
Absolutamente opuesto a esta medida está Joan Laporta. El ex presidente se niega en redondo a este pago. "Me mantengo en la posición que tenía cuando se planteó en la Junta Gestora. Nosotros, como candidatos, no podemos atribuir ningún poder a la Gestora. Si un jugador quiere venir al Barça, tiene que demostrarlo. Y cuando se trata de una operación que se haría gratis, me cuesta entender los motivos por los que había regalar el dinero a un competidor nuestro (Manchester City). Al final es pagar un dinero que no tendríamos que pagar en junio. La Gestora no puede hacer un acto de disposición, debe esperar a que haya un nuevo presidente", dijo Laporta en un acto electoral.
Pero además de descalificar esta operación que es el primer tema que le enfrenta a Font abiertamente, Laporta en sus declaraciones abrió otro frente criticando a la Gestora del club, a la que dedicó palabras muy duras: "la Gestora no es nadie para negociar con el jugador ni tampoco debe negociar un salario. Y más teniendo en cuenta la situación económica en la que se encuentra la entidad. Debería esperar a que hubiese presidente".
Contra todo pronóstico, Tusquets desde la Gestora que supone que debe de guardar un papel de neutralidad institucional, rompió la baraja al filtrar una carta muy agresiva ante la actitud del ex presidente, al que acusó de amenazarle.
"Le ruego que se abstenga de amenazar a esta Comisión Gestora en la búsqueda de decisiones que usted considere que le pueden convenir bajo la apariencia de ser necesarias para el club (…) Si finalmente no firmamos el contrato no será por sus injustas y desconsideradas amenazas, sino más bien como muestra de responsabilidad y elegancia, permitiendo que sea el presidente elegido quien adopte la decisión pertinente (…) quien esto suscribe (Tusquets) considera que, pensando estrictamente en términos futbolísticos, lo más acertado hubiera sido fichar a este jugador" afirma Tusquets quien acaba su escrito con un mensaje durísimo: "Tendría que anteponer los intereses del FC Barcelona a los suyos electorales".
En segundo plano se mantiene Toni Freixa, quien en principio era partidario de cerrar el fichaje para que se incorporara la próxima campaña.
Las elecciones deberían de haberse celebrado el pasado domingo cuando Laporta parecía que iba a ganar, pero la prórroga puede cambiar muchas cosas. Lo que hasta ahora era una campaña de guante blanco se ha incendiado en la prórroga. Y todavía falta más de un mes para la votación.