Solo Messi y Benzema tienen la misma madera que Embarba
De máximo asistente de la 2019-20 en Segunda, pese a que la dejó en enero, ha pasado a ser quien más chuta al palo. En este contexto llega su partido más especial, el Espanyol-Rayo.
Justo a tiempo, tras superar la COVID-19, se recuperó Adrián Embarba en la primera vuelta para reencontrarse con el Rayo Vallecano. Para rememorar sus siete temporadas en Vallecas y especialmente sus registros de la pasada campaña, 11 asistencias (además de siete goles) que le llevaron a fichar por el Espanyol y a terminar el curso siendo el máximo pasador de Segunda aun habiéndose marchado en enero. Ahora, justo un año después, el extremo recibirá al Rayo en el RCDE Stadium liderando una estadística muy diferente.
Se ha convertido Embarba, muy a su pesar, en el jugador de Segunda y de todo el fútbol profesional español –igualado solo por Lionel Messi y Karim Benzema, palabras mayores– que más disparos estrella en la madera de la portería rival. Con el del pasado sábado en Montilivi contra el Girona en una rosca que había superado a Juan Carlos Martín, lleva cinco esta temporada, por delante de los cuatro de Gerard Moreno e Iñaki Williams y los tres, entre otros, de su compañero Javi Puado y del goleador del Almería Umar Sadiq. También se topó con los postes el atacante perico ante Albacete, Mirandés, Leganés y Cartagena.
El desatino de Embarba –o su puntería fina, que hay que tenerla para acertar con el palo– erige también al Espanyol como el equipo profesional, junto al Real Madrid, que más veces ha estrellado sus sueños con la madera esta temporada. En hasta 12 ocasiones ha chutado al poste, por las 11 del Oviedo y del Zaragoza, y las diez del Atlético de Madrid, el Valladolid y el Leganés. Además de los cinco palos del extremo y los tres de Puado, en el Espanyol han corrido esa suerte Wu Lei (dos veces), Raúl de Tomás y Lluís López.
La representativa jornada 23
Con tanta madera, y a pesar de que lleva cinco goles esta campaña con el Espanyol, no consigue marcar Embarba desde el pasado 7 de noviembre, frente al Lugo. Y, con otras cinco asistencias, ninguna acaba en gol desde el 2 de diciembre en Cartagena.
A pesar de su peso innegable en el equipo de Vicente Moreno, se encuentra por ahora lejos de esos dígitos, 11-7, de cuando dejó el Rayo hace un año para enrolarse en el Espanyol. Lo hizo tras la jornada 23, exactamente la misma en que ahora los vallecanos visitarán Cornellà. Le queda todo un mundo por delante para revertir los guarismos, bastará con redirigir su pulso un par de centímetros.