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Un mirlo blanco para el Espanyol

Dos décadas después de que Juande popularizara la expresión, vuelve el club perico a suspirar por una ganga, ahora en la delantera, seguramente como única opción de mercado.

El Espanyol busca un mirlo blanco.
Carlos MiraRCDE

Corría el 30 de julio de 2002, hace prácticamente dos décadas. Apuraba el Espanyol su primera estadía en Peralada, que iba a culminar al día siguiente con un triangular (el trofeo Costa Brava) ante Sporting de Lisboa y Girona. Y el debutante Juande Ramos sorprendía con estas declaraciones: “Los equipos siempre están abiertos a cualquier posibilidad. Si resulta que llega el mirlo blanco, que nos lo dan gratis y no cuesta dinero, pues no vamos a decir que no a un lujo de futbolista”.

Más fortuna que el propio entrenador –quien dos meses después era destituido con un litigio posterior– hizo la expresión ‘mirlo blanco’ para definir a un futbolista de garantías pero a su vez libre y con un salario asequible. Una ganga, vamos. En aquella ocasión, como se supo solo unas horas más tarde, el elegido era Iván de la Peña. Palabras mayores. Y se acabó materializando, ni que decir tiene. Esquivó el club una situación nada boyante para reforzarse con un pelotero de lujo.

Hoy el Espanyol no sufre tantas estrecheces como entidad, pero sí un límite salarial que en 2002 ni siquiera existía, y que le impide afrontar un solo fichaje. De hecho, su capacidad para incorporar a jugadores en este mercado de invierno ronda los 300.000 euros, resultante del margen que quedó en el de verano más el 25 por ciento de lo que se ahorra el club en la ficha de Álex López, desde el pasado fin de semana jugador del Mirandés. O algo más si, fruto de un movimiento interesante, adelanta Víctor Campuzano su salida al Sporting de Gijón.

Juande Ramos, cuando buscaba a su mirlo blanco.
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Juande Ramos, cuando buscaba a su mirlo blanco.Albert OliveEFE

Así que, a sabiendas de que la confección de la plantilla pudo ser mejorable sobre todo en ataque, donde un solo constipado de Raúl de Tomás puede generar un seísmo, reaparece la figura del ‘mirlo blanco’ como única opción para que, antes del próximo martes, recale en el Espanyol un delantero de cierta solvencia –Esports Cope lo avanzaba abiertamente–.

A priori, cedido. Que cobre poco. O con quien se puedan pactar unas condiciones retroactivas en caso de ascenso, cuando LaLiga permitiría una mayor holgura financiera, si bien es cierto que la mochila se puede ir haciendo más y más pesada con promesas de este tipo. No será en esta ocasión De la Peña. Pero quién sabe si el mirlo se hará periquito.