El efecto Marcelino pasa el duro examen de Bordalás
Muy mala relación entre ambos. El Athletic no juega en LaLiga desde hace casi tres semanas y regresa tras un exitoso paso por la Supercopa y el susto de la Copa. Los azulones sueñan ya con Europa de la mano de Aleñá y Kubo.
El efecto Marcelino, que se desató con fuerza en la Supercopa tras un inicio en falso el Día de Reyes ante el Barça, tiene una prueba de fuego esta noche ante el Getafe, que llega a San Mamés exponiendo su mejoría de las dos últimas jornadas. Bilbao ha iniciado este 2021 con una montaña rusa de sensaciones: victoria en un buen encuentro ante el Elche, que no evitó la destitución de Garitano; derrota e impotencia ante el Barcelona en el estreno de Marcelino; partido aplazado por la nieve ante el Atleti tras soportar un 'si hay que ir se va, pero ir 'pa na'...'; triunfo inesperado en la Supercopa tras doblegar a Madrid y a los culés en tres días; y, por último, eliminatoria agónica de Copa ante el Ibiza resuelta en la prórroga. Y casi tres semanas después, los leones regresan a LaLiga, y a casa.
Este vacío de compromisos ha situado al equipo rojiblanco en una zona baja de la tabla, con un colchón no muy firme sobre el descenso. Por eso, Marcelino debe centrar al grupo en otro torneo, el liguero, tras el desfile por la Supercopa y la Copa. En este escaso período de tiempo ha ido mostrando parte de su ideario: verticalidad en los contraataques, mayor acierto ante la meta de rival y la autoestima precisa para ser campeón. El 4-4-2 es ya una forma de comportamiento y ha enviado al baúl del olvido al 4-2-3-1 vigente esta última década.
Finalmente, no llega Iñigo Martínez, que acabó la final de la Supercopa con una sobrecarga muscular y no pudo estar en Ibiza en Copa. Y los efectos del coronavirus no dejan de dar la lata a Yuri, que probó un rato en las Islas Pitiusas pero ayer se le detectó un síndrome vertiginoso. También causa baja Iñigo Vicente, confinado por ser contacto estrecho de un positivo por COVID-19. La semana se las trae, con la Copa ante la sorpresa del torneo, el Alcoyano, el jueves, por su gesta ante el Madrid. Y el domingo, otro pulso, el tercero del mes, ante el Barcelona, esta vez en el Camp Nou.
El nuevo Getafe de Aleñá y Kubo ha encadenado dos victorias seguidas y recuperado la moral y la confianza. De poder caer al descenso, a volver a soñar con Europa en diez días. Así está de igualada esta Liga y los azulones llegan en un momento dulce. El canterano culé aporta fluidez y equilibrio. El japonés, lo contrario, el desorden en el rival. Entre ellos emerge la figura de Arambarri, en un momento espectacular de forma.
Con el equipo rehecho, las bajas se notan menos y en el Getafe son múltiples. También alberga el cuadro azulón dos dudas entre los titulares. Olivera en el lateral izquierdo tiene mucha influencia en el juego. Bordalás no dará la convocatoria hasta la hoy por la mañana, para mantener esas incógnitas también en la mente de Marcelino. Un viejo enemigo muy conocido. En el pasado saltaron chispas entre ambos.