Juanfran Moreno: "En Turquía me divierto y encima me pagan"
El lateral del Alanyaspor detalla cómo es su nueva vida en Turquía sin olvidar A Coruña, donde "habría ido encantado para jugar con el Depor en Segunda B".
El 28 de septiembre de 2019 quedó grabado para siempre en la memoria de Juanfran Moreno (Madrid, 1988). El lateral madrileño, que pocos meses antes había firmado por el Alanyaspor turco, se destrozó la rodilla en un choque frente al Sivasspor. En un primer momento intentó reincorporarse, pero después de dar unos pasos se dio cuenta de que su cuerpo acababa de decir basta. Pasaron dos largas semanas hasta que pudo entrar en quirófano. Se marcó el objetivo de recuperarse en un tiempo récord y a los cuatro meses ya estaba listo para volver a vestirse de corto. Volvió, y de qué manera. Juanfran alcanzó en 2020 el mejor nivel de su carrera. Actualmente es el mejor lateral de la Süper Lig, donde se siente "valorado e importante". "Ahora salgo al campo a disfrutar. Si antes tenía una error me pasaba toda la semana pensando en eso", reflexiona desde Alanya, la Marbella de Turquía.
¿Cómo definiría su 2020?
Para mí, futbolísticamente fue un año de ensueño. En 2019 me reventé la rodilla. Me rompí el ligamento cruzado, el lateral externo, el tendón del isquio, el popliteo... Todo en la misma acción. Entré a quirófano y cuando salí el doctor me dijo que estaría nueve meses de baja, pero volví a jugar después de cuatro meses y 15 días. La pandemia me dio más tiempo para recuperarme, pero desde que el fútbol volvió a Turquía he jugado todos los partidos. Soy un jugador reconocido, desde que llegué se me ha valorado mucho, tanto en el club como en la liga, y eso ha hecho que 2020 sea un año muy bueno. Llegamos a la final de Copa, jugamos la fase previa de la Europa League... No esperaba luchar por nada cuando firmé por el Alanyaspor porque es un equipo sin demasiada historia, pero hemos formado un equipazo.
¿Cómo acaba Juanfran Moreno en Turquía?
La verdad es que llevaba cuatro años recibiendo ofertas de equipos turcos. El Alanyaspor ya me había hecho una propuesta antes de irme al Leganés, pero me llamó Mauricio (Pellegrino) y me pareció un proyecto ilusionante, aunque al final nada salió como esperaba. Tuve opciones de seguir en Primera, pero el Alanyaspor continuó insistiendo. Parecía mi equipo porque preguntaba por mí todas las semanas. Hablé con mi mujer y decidimos conocer una cultura diferente a la española. Y, la verdad, acertamos de pleno. Alanya es un sitio maravilloso. Ahora agradezco que se me presentara esta oportunidad. A los seis partidos me reventé la rodilla, pero he vuelto con fuerzas y me encuentro mejor que nunca. Está siendo maravilloso jugar lejos de España.
Vayamos al momento de la lesión. ¿En un primer momento pensó que podría ser grave? Es que intentó seguir jugando...
Es que estoy un poco loco. Soy un zumbado. No noté ningún chasquido. Solo una tensión muy grande, como que se me había estirado mucho el isquio. Y en la rodilla no noté nada. Nunca había tenido una lesión así y, cuando me levanté, no sabía qué me estaba pasando. No tenía mucho dolor, por eso me puse de pie. Noté que el cuádriceps fallaba, que no se me activaba, y me comencé a dar golpes como diciendo: 'Venga, actívate'. Di un paso y quería seguir. Es que soy muy borrico. Pero ya sentía que la rodilla se me salía por detrás. Era una sensación increíble, como si se me saliera por el gemelo. Y ya caí en que no podía seguir jugando. Me fui del campo a la pata coja porque no quería tener mi imagen saliendo de un campo en camilla. Espero acabar mi carrera sin tener que marcharme de ningún campo en camilla. Tenía ganas de llorar, pero apreté los dientes y entré cojeando al vestuario. Cuando llegué sabía que algo grave me pasaba porque no podía mantenerme en pie.
Hábleme de la recuperación.
Lo más difícil fue regresar a España. Coger el avión fue una experiencia súper desagradable. Nos tuvimos que ir dos días después, a las 4 de la mañana. 15 horas de viaje en silla de ruedas. Mi mujer con las maletas, yo con la silla y empujando el carrito de mi hija... Fue una experiencia durísima, pero siempre fui muy optimista. Fui a operarme con el mago Cugat. Hice 11 días de rehabilitación antes de entrar en quirófano. Le pregunté: '¿Cuál es el récord de recuperación más rápida?'. Me dijo que Xavi se había recuperado en cuatro meses y le dije que mi objetivo era superarle. Paré mi vida durante varios meses en los que me centré únicamente en la recuperación. Alquilé un piso enfrente del hospital e iba mañana y tarde. Tuve la suerte de coincidir con personas maravillosas como los recuperadores del Instituto Cugat, Miki y Albert. Luego estuve un mes en Sevilla y a los tres meses regresé a Turquía. Los médicos del Alanyaspor no se creían que hubiera llegado tan bien. No me dejaban entrenar. Me ponía a correr y me perseguían para que parara. Cometí algunas imprudencias, pero a los cuatro meses ya estaba sentado en el banquillo preparado para entrar.
Le ha cambiado mucho la vida en pocos meses...
Muchísimo. Hace un año tuve que suplicarle a mi recuperador para que me dejara correr un minuto en una cinta. Me dolía todo, pero lo celebré como si hubiera ganado la Champions. Y 12 meses después soy el mejor lateral derecho de la Süper Lig. Está claro que, en el fútbol, en cuestión de minutos pasas de estar arriba a estar en la mierda, pero si eres constante y trabajas al máximo todos los días puedes volver a estar arriba. Ahora mismo me siento un privilegiado: puedo quedarme muchos años en el Alanyaspor porque estoy muy valorado y también podría salir porque, gracias a mi rendimiento, estoy recibiendo ofertas.
¿Cree que atraviesa el mejor momento de su carrera?
Creo que he tenido dos momentos muy buenos y este es uno de ellos. Se lo digo a Cugat, que parece que, además de un ligamento nuevo, me ha metido calidad en la rodilla. A mi mujer le digo que tenía que haber jugado así cuando tenía 20 años porque habrían cambiado mucho las cosas. Sé que soy el mejor lateral derecho de la Süper Lig. Me costaba pensar que volvería a jugar a este nivel, que es altísimo tanto ofensiva como defensivamente. Tengo mucha responsabilidad y muchas posibilidades de hacer cosas buenas. Me llegan 70 balones por partido. Estoy todo el rato con balón. Hay jugadas que empiezo en mi propio córner, tiro una pared y acabo en el córner contrario metiendo un centro. Estoy disfrutando, algo que en España no hacía. Allí peleaba todos los años por no descender y así es difícil pasarlo bien. El otro gran momento que tuve fue con Garitano en el Deportivo. Cuando estuve a punto de firmar por el Barça. Esa temporada fui el mejor lateral derecho de LaLiga, pero como jugaba en el Depor, que peleaba por no descender, no quedaba tan bien decirlo.
¿Qué objetivo se marca el Alanyaspor esta temporada?
Para mi gusto, si no quedamos entre los tres primeros la temporada no va a ser buena. Estamos en una dinámica negativa, pero seguimos muy cerca de los primeros puestos. Tenemos un equipo muy serio y un estilo de fútbol muy marcado. Me sorprendería no quedar entre los tres primeros, aunque el gran objetivo del club es volver a entrar en Europa. El objetivo es ese, aunque económicamente solo seamos el 11º mejor club de Turquía. Eso quiere decir que estamos rindiendo por encima de nuestras posibilidades, pero es que tenemos un equipo muy bueno. Marafona es un portero increíble, tenemos a Davison, gente con mucho talento como Bakasetas... Otro equipo que juega muy bien es el Gaziantep. Se nota que, como nosotros, va a muerte con su entrenador.
Entonces uno de sus grandes objetivos para este año será jugar en Europa con el Alanyaspor.
Sí, en 2021 me gustaría jugar en Europa con el Alanya. Este año jugamos la fase previa de la Europa League, que fue la primera vez del club en su historia, y caímos eliminados en tercera ronda. Por el Covid-19 se jugó solo a un partido, y creo que si hubiera sido a ida y vuelta habríamos pasado. Estoy segurísimo. Pasamos de los 40 grados de Alanya a jugar a 4 en Noruega. Pasó demasiado rápido para lo que nos costó entrar. A 2021 le pido eso y salud. Espero que me respeten las lesiones porque tengo claro que otra lesión grave me retira. Si tuviera otra lesión grave me pondría el chándal y empezaría a entrenar. Tengo 32 años, debuté con 19 y llega un momento en el que un par de golpes seguidos te llevan a colgar las botas. Si me respetan jugaré hasta los 40. Aún tengo la ilusión de volver a jugar en España. Ahora lo veo lejano, pero en un futuro podría darse.
¿Volver a España para jugar en Primera?
Para jugar en el Depor. Si vuelvo a España me gustaría que fuera para jugar en el Deportivo, me da igual si está en Segunda B o en Tercera. Tengo ganas. Me gustaría volver a A Coruña algún día. No sé si me va a dar tiempo o si va a surgir la oportunidad, pero me fui de allí casi sin querer, porque no quería irme, y me gustaría regresar. Ojalá las cosas habrían sido diferentes, porque este año habría ido encantado a jugar en Segunda B. A disfrutar e intentar devolver al Depor al lugar donde merece estar, que es Primera División. Coruña es un sitio espectacular. Mi hija es de allí y mi mujer y yo fuimos muy felices. Volveré. Al césped o con la bufanda a animar, pero volveré. La idea es jugar muchos años más si las lesiones me respetan. Quiero que en un futuro la gente diga: 'Mira cómo corre ese con 40 años'.
Lo cierto es que ha tenido ofertas para regresar a España.
He tenido más ofertas ahora, recién recuperado de una lesión grave de rodilla, que tras acabar en el Leganés, que fue cuando tuve que venirme a Turquía. Hace cuatro días me llamó un equipo de LaLiga, de mitad de tabla. Pero Alanyaspor dijo que era intocable. Acabo contrato a final de temporada, pero se me renueva automáticamente si cumplo una serie de objetivos. He hablado con el club y, si todo va según lo previsto, seguiré aquí. Me apetece. Me siento valorado y soy un jugador importante. Más vale ser cabeza de ratón que cola de león. Prefiero estar aquí disfrutando que ir a España para pelear por no descender.
¿Está disfrutando en Turquía?
Nunca había disfrutado tanto jugando al fútbol. Y lo mejor: nunca había salido al campo siempre a ganar. En España muchas veces escuchaba eso de 'un punto nos vale'. Ese mensaje que tanto me cabrea. No puedo con él. Ese partido lo pierdes seguro. En Turquía siempre salimos a ganar. Y cuando acabe la temporada podré hacer un álbum con todos los onces ideales en los que he estado. Soy un jugador destacado y eso mola. ¡Mola mucho! Es divertido. Si destacas es porque haces muchas cosas y eso es lo que quiero, jugar para participar y divertirme. Ahora me divierto, y encima me pagan. Hay momentos en los que te pagan, pero no te diviertes. Sufres mucho y lo pasas muy mal. Cuando las cosas no van bien en un sitio al que le tienes mucho cariño, como me pasó a mí en mi último año en A Coruña, sufres muchísimo. Me encantaba vivir allí, de hecho creo que es el lugar ideal para criar a mi hija, pero no podía salir a la calle.
¿La lesión ha cambiado su forma de pensar?
Cuando cumples años empiezas a ganar la batalla psicológica. Mi gran cambio ha sido ese. Durante la lesión me di cuenta de lo que es realmente importante. Ahora salgo al campo a disfrutar, y si tengo un error sé que en unos segundos tendré la oportunidad de hacerlo mejor. Si antes tenía una error me pasaba toda la semana pensando en eso. Llegaba un momento en el que jugaba a no fallar. Ahora salgo y disfruto. Ya está. Trataré de acertar, pero no voy a limitarme a no fallar. Me he cruzado con gente con condiciones increíbles. Los veías entrenar y decías: 'Jugadorazo'. Pero luego llegaba el partido y nada. Piensas: 'Este jugador es de entrenamiento porque pierde la batalla psicológica'. Mi gran victoria ha sido esa, ganar esa batalla. La confianza que tengo ahora en mí mismo es enorme. Ponme a Neymar delante, que no tengo ningún tipo de problema. Así pienso. Pero ese pensamiento no lo he tenido siempre.
Antes ha mencionado su casi fichaje por el Barça, ¿es algo a lo que le da muchas vueltas?
Bueno, fue una situación que me costó asimilar. De hecho fue surrealista. Me llamó mi agente y me dijo que había una posibilidad de fichar por el Barça. Yo sabía que estaba jugando bien, pero no sé si como para ir al Barça. Me dijeron que Robert Fernández, que era el director deportivo del Barcelona, iba a ir a verme en un Deportivo-Alavés. Yo me lo tomé a broma, pero miré hacia el palco y allí estaba. Ahí pensé: 'Cuidado'. La verdad es que hice un partidazo, pero al final no se dio. Habría sido una oportunidad increíble. A Braithwaite se le dio y a mí no, pero no le guardo rencor a nadie. También estuve cerca de firmar por un equipo de Champions, pero cambió el entrenador y el nuevo ya no me quería. Tengo muchas historias que contar. Algunas todavía no se pueden contar y otras me las voy a reservar para no quedar mal con nadie. Cuando me retire, que ya todo me dará igual, sacaré un libro que va a tener muchas ventas porque voy a dejar a alguno un poco señalado. Pero estoy contento con mi carrera, eh. Mis padres tienen mejor vida que la que tenían y yo me levanto todos los días dando gracias a la pelotita. Todo lo que me ha dado ha sido increíble.
¿Quién ha sido el mejor entrenador que ha tenido?
No podría decirte solo uno, pero me quedaría con Alberto Toril y Gaizka Garitano. Toril por el momento que fue de mi carrera. Estaba en plena formación y me ayudó a pulir muchas cosas. Me une una gran amistad con él y en cuanto a conceptos tácticos es un entrenador increíble. Garitano... Aún no me creo que lo echaran del Athletic. Fue el que más rendimiento me sacó en Primera y el que más creyó en mis condiciones. Él me llamó para volver al Depor, me dijo lo que quería de mí y luego fue eso lo que me pidió. Hay otros entrenadores que te dicen lo mismo y luego ponen a otro. No creo que haya un entrenador malo en Primera. Hay que hacer muy bien las cosas, como jugador o como entrenador. A nadie le regalan nada, y menos en el fútbol. Pero hay gente con la que tienes más afinidad o menos. Por ejemplo, Víctor Fernández me dio su confianza desde el primer hasta el último día. Y Pepe Mel fue quien me llevó a Primera. Le estaré agradecido de por vida. Es como un padre para mí. Siempre estábamos a la pelea, pero la mayoría de las veces quien tenía razón era él. Pero Gaizka es Gaizka. Cuando le echaron del Athletic le dije: 'Mira el lado positivo, si te vas a otro equipo ya me puedes fichar. No te olvides de tu lateral derecho'. Solo hay dos sitios a los que iría por el mínimo: al Depor y con Gaizka.
¿Cómo es vivir en Alanya?
Increíble. Dicen que Alanya es la Marbella de Turquía. El sitio es impresionante. Vivimos enfrente de la playa. El agua no está fría y, si quisiera, podría darme un baño ahora mismo. Mi mujer y yo compramos unas bicicletas y salimos a pasear por la playa como si fuéramos los de Verano Azul. Entreno por las tardes, pero aprovechamos toda la mañana. Nos tomamos nuestro café mirando al mar, todo al día al sol... Ahora porque me he afeitado, pero con barba parezco turco. La ciudad está muy bien para vivir. Encima tiene montaña. Y tenemos aeropuerto. Estambul lo tienes a una hora en avión. Les diría a muchos jugadores que vinieran aquí, pero tampoco quiero competencia.