La Champions de 2022 en Rusia amenaza el puesto de Lampard
Roman Abramóvich confía en el técnico pero no puede permitirse no estar en la próxima edición de la Champions que se juega en Rusia. Si ve peligrar la plaza, destituirá al inglés.
La situación de Frank Lampard como entrenador del Chelsea es más que delicada. Pese a la sufrida victoria en la Premier ante el Fulham (0-1), todo apunta a que el inglés se juega el puesto en el banquillo en los próximos partidos de la Premier: el martes 19 en la visita al sorprendente Leicester; y el 27 y el 30 de enero ante Wolves y Burnley en Stamford Bridge. Lo que no sea sumar de tres en tres (o por lo menos, solamente ceder un honroso empate ante los Foxes) acabaría con la etapa de Lampard como entrenador blue. Muy a pesar del Roman Abramóvich y de su mano derecha Marina Granovskaia, que tienen una estima especial a Lampard y con el que no tienen mala sintonía. A diferencia de entrenadores pasados (José Mourinho, Antonio Conte o Maurizio Sarri) con los que tuvieron más que tiranteces. Con Lampard no es el caso.
¿Entonces cuál es el problema? El mítico '8' del Chelsea está en la cuerda floja por una mezcla de estrategia deportiva y empresarial. No tiene que ver con el dinero invertido el pasado verano en fichajes; o el periodo de adaptación que todavía tienen que pasar algunas contrataciones de relumbrón como Timo Werner, Kai Havertz o Hakim Ziyech. Ni siquiera por la fragilidad defensiva que muestra en muchos partidos el Chelsea o el mal juego a ratos. Es todo más sencillo.
Abramóvich, el dueño del Chelsea, prioriza por encima de todo estar en la próxima edición de la Champions, la de 2022. Cuya final se juega en su país: Rusia. El resto sabe que más tarde o más temprano se puede solucionar pero el tiempo apremia y Lampard ahora no lo tiene, pese a realizar una primera temporada por encima de los esperado tras la sanción de la FIFA y la venta de Hazard.
El magnate ruso es consciente que su nuevo proyecto aún está en formación y pedirle a Lampard ganar la Premier esta temporada sería osado. Pero no lo es asegurarse una plaza de Champions, y esa posibilidad únicamente se puede dar entrando entre los cuatro primeros. Y ahora ese objetivo está a tres puntos (el Chelsea es 7º) pero con dos partidos más que el 4º, el Manchester City. No se puede permitir más tropiezos y más cuando equipos como el Leicester o el Everton, en teoría inferiores, están por encima de los blues.
El enemigo es la Champions
Abramóvich desde su aterrizaje en 2004 tiene una obsesión que es la Champions. En sus 14 años en el club, ha conquistado un título (2012) y ha jugado una final (2008) y aunque afirma a su círculo más cercano que es conocedor de lo difícil que es alzarse con la copa, sigue prevalenciando a la competición doméstica. Que la final de 2022 sea en San Petersburgo (Rusia) es un grave problema para Lampard. El multimillonario ruso si ve peligar la posibilidad de la Champions, hará todo lo posible para enderezar el rumbo. Da igual a quién se lleve por delante. Eso no quiere decir, que esta Champions 2020-2021 no le interese y más tras una fase de grupos casi inmaculada. La eliminatoria frente al Atlético no tiene un favorito claro, aunque en los análisis que se hacen en la sala noble de Stamford Bridge ven al equipo falto de madurez para completar a la máxima exigencia dos competiciones (Premier y Champions). La letra pequeña del acuerdo con Lampard es luchar hasta donde se pueda por todos los títulos, pero está escrito en sangre jugar la Champions de 2022.
Los sustitutos no convencen: Shevchenko, el deseado
Algún traspiés en este mes de enero y Lampard será despedido. Los nombres que se han ofrecido a los despachos del Chelsea tampoco ilusionan. Thomas Tuchel (ex del PSG) y Massimiliano Allegri son los dos técnicos que mas suenan pero no hay una gran expectación en torno a su llegada. En el caso del alemán crea recelo su salida del PSG, aunque como punto a favor es tener el alemán como primera lengua al igual que dos de las estrellas del equipo: Werner y Havertz. En el caso de Allegri, el principal contra es que aún están muy recientes las extrañas experiencias con dos técnicos italianos Conte y Sarri. Además, el ex de la Juve no ha entrenado nunca fuera de Italia.
Aparte de esos nombres, son dos los deseados por Abramóvich en caso de destituir a Lampard, dos ex de la casa, y ambos igualmente de difíciles. Uno es Brendan Rodgers, entrenador actualmente del Leicester, que ya estuvo en al academia del Chelsea. La otra opción es pedir a la selección de Ucrania que le ceda a Andrei Shevchenko, que mantiene una excelente relación con el ruso, pero chocaría con la planificación ucraniana para la Euro. A última hora, son otros dos los candidatos que han salido a la palestra para comandar una transición dulce a un entrenador de postín: el elegido, Julian Nagelsmann. Claude Makelele, dentro del organigrama del club, y el viejo conocido blue, Avram Grant, entrenador entre 2007 y 2008. De momento, si el Chelsea gana, Lampard tiene margen y la guillotina rusa no se activará.