BUNDESLIGA | BAYERN 2-FRIBURGO 1
El Bayern se libra de otro ridículo
El conjunto bávaro respira gracias a los tantos de Lewandowski y Müller, que hicieron que los de rojo no prolongaran una crisis tras el fracaso de Kiel.
Necesitaba una victoria el Bayern tras la hecatombe vivida en la Pokal y no falló. El campeón de la Bundesliga se impuso, una vez más sufriendo, por 2-1 a un valiente Friburgo que volvió a dejar en evidencia a la zaga muniquesa y no terminó rascando un empate del Allianz Arena de milagro tras un disparo de Petersen al larguero en el último suspiro.
De esta manera, el Bayern respira gracias a los tantos de Lewandowski y Müller, que hicieron que los de rojo no cayeran en una crisis de resultados tras la eliminación copera en Kiel. Es más: gracias a los pinchazos de Leipzig y Dortmund, el Bayern termina la jornada aún más líder con cuatro puntos de diferencia con respecto al equipo patrocinado por la Red Bull. Todo en orden, pues.
Flick salió con su once de gala cuatro días después del batacazo en la Pokal en Kiel. Con Kimmich y Goretzka en la sala de máquinas bávara y Lewandowski arriba, el Bayern no tardó en hacerse con el control del choque y, muy a diferencia del bochorno copero, sí se mostró de su lado más letal ante el Friburgo. Müller filtró un envío de Gnabry hacia Lewandowski y el polaco fusiló a Müller en el marco local, estableciendo un nuevo récord. Con su tanto número 21 superó al “torpedo“ Müller (20) como máximo anotador durante la primera vuelta de una temporada en la Bundesliga.
Pudo ampliar la renta el campeón por medio de Gnabry, que tuvo que retirarse lesionado y terminó siendo sustituito por Sané. El ex del City también perdonó solo ante Müller, permitiendo al Friburgo que volviera a meterse en el partido y se acercara tímidamente a la portería defendida por Neuer. Comprobó que le siguen temblando las piernas a la defensa del Bayern y el que se aprovechó de ello esta vez fue el ex muniqués Petersen. A los pocos segundos de ingresar en el terreno de juego, Petersen empató el choque de cabeza tras un córner y sin que nadie se lo impiediese en el segundo palo. Cosas de la actual defensa muniquesa.
Lo que pasó después era de esperar y el Friburgo lo sabía mejor que nadie. Los bávaros, necesitados de conquistar los tres puntos después de lo vivido a las orillas del Mar Báltico, fueron con todo a por el tanto de la victoria, adelantaron filas y, como siempre, ofrecieron espacios a la espalda de la zaga que el Friburgo supo trabajar a la contra. Höler condujo la más clara y Höfler estuvo a punto de materializarla para remontar el choque, pero su disparo se marchó fuera. El partido estaba entre el asedio muniqués y el contragolpe badense. Finalmente, fue un derechazo de Müller el que decantó la balanza a favor del campeón al que se le volvieron a aparecer los fantasmas cuando Petersen mandó el esférico al larguero en el último suspiro. Se salvó. Esta vez, sí.