Un campeón invernal de hierro
El Atlético ha subido notablemente su producción ofensiva y sigue siendo inexpugnable. Seis goles en contra en 16 partidos. Liderato solvente con dos partidos menos.
El Atlético consiguió una nueva victoria que demuestra su determinación en la pelea por el título y que convierte a los rojiblancos en campeones de invierno con tres partidos aún por disputar. Los de Simeone recuperaron el primero de sus encuentros pendientes contra un rival de máxima entidad, un Sevilla que buscaba situarse en puestos Champions y que llegaba tras derrotar a la Real Sociedad y mostrarse como uno de los equipos en mejor forma del campeonato, pero que no pudo dañar a un líder de hierro. Y es que este Atlético ha ido cambiando su esquema, mostrando en diferentes partidos una versión más ofensiva u otra más replegada, pero que siempre ha mantenido su seguridad atrás. Estos son algunos de los motivos por los que el Atlético tiene cuatro puntos de ventaja con el Real Madrid, segundo clasificado, pese a haber disputado dos encuentros menos.
Un equipo inexpugnable
Ante el Sevilla pudo verse al Atlético más solidario y tirando de fortaleza atrás con muchos jugadores sobre la meta de Oblak. Y es que, pese a la concentración de futbolistas ofensivos de talento que está situando Simeone, si toca remangarse y defender, todos lo hacen. Ver a Carrasco correr la banda constantemente para ayudar a Hermoso, a Lemar siendo uno más en el sistema defensivo, a Correa adaptándose a cualquier posición de ataque para frenar las ofensivas rivales, a Suárez bajando a recibir de espaldas... es un arte del sacrificio defensivo. El Atlético se ha sometido a un cambio de formación drástico, rompiendo el 4-4-2 que llevaba años acompañando al equipo para situar una zaga con tres centrales, aunque la polivalencia de Hermoso permite a Simeone colocarle de lateral izquierdo cuando le hace falta y volver a la zaga de cuatro, con una rapidez de adaptación y unos resultados asombrosos. Aparentemente, la inclusión de más jugadores de ataque podía afectar a los cimientos defensivos colchoneros, pero los datos hablan por sí solos: seis goles en contra en 16 jornadas. Tan solo en el derbi ante el Real Madrid se encajaron dos tantos. Los de Jorge Molina para el Granada, Budimir en Osasuna, Boyé para el Elche y Felipe en propia ante el Alavés no sirvieron a sus equipos para puntuar. Oblak se encamina a su quinto Zamora y lo hace con una solvencia extraordinaria.
Resolutivos arriba
Uno de los grandes problemas del Atlético la temporada pasada llegaba en la definición. El equipo tenía ocasiones, pero le fallaba el remate.Ahora, genera más y mejor, pero también ve la portería mucho más grande. La llegada de Suárez ha añadido muchísima definición en punta, con nueve goles en sus 13 primeros partidos de Liga como rojiblanco. Pero todos suman en esta faceta. Un año atrás, el Atlético había anotado 16 goles en sus 16 primeros partidos de Liga, casi la mitad que en la actualidad (31). El equipo promedia prácticamente dos tantos por encuentro y tiene muchísimas alternativas en ataque. El objetivo es encontrar a Suárez en el área, pero tiene la capacidad de generar peligro por dentro, con la calidad de João Félix o Lemar apareciendo desde la media punta, la habilidad de Correa cerca del área o la fuerza de Llorente en carrera... o también por banda, con un Carrasco a un nivel enorme y un Trippier en su mejor momento como rojiblanco y que suma cinco asistencias en Liga. Con Koke iniciando el juego, el Atlético tiene la capacidad de mandar en los partidos cuando así lo quiere Simeone o reforzarse atrás como ante el Sevilla con el marcador a favor. Además, ha recuperado el peligro a balón parado, con varios goles capitales a través de la estrategia (los últimos, de Hermoso contra la Real Sociedad y Suárez ante el Getafe). El equipo confía en su calidad en los metros finales y se repone a los varapalos, como demostró contra el Alavés ganando el partido en el minuto 90 pese a haber recibido el empate de infortunio en el 83. Próximamente se añade Dembélé a una delantera que con el francés tendrá un jugador para correr al espacio y que dará más opciones al juego ofensivo colchonero.
La fortaleza del grupo
Este Atlético no depende de un único jugador. Simeone ha conseguido que todos sumen, y aunque los Oblak, Giménez, Trippier, Koke, Llorente, Suárez... son fundamentales, el Cholo tiene una plantilla con muchísimas alternativas. El capitán se perderá su primer partido de Liga este curso contra el Eibar y el Cholo tendrá que buscar a otro timonel, pero hasta el momento ha sido capaz de reponerse a todas sus bajas. Ni las lesiones de Giménez, la sanción a Trippier o el coronavirus de Suárez, que le obligó a perderse entre otros el duelo contra el Barcelona, han noqueado al equipo. Además, el técnico ha conseguido ir administrando el estado de forma de sus jugadores. João Félix comenzó como un tiro, siendo el mejor jugador del equipo y dirigiendo todos los ataques, pero ahora, quizás por sus problemas de tobillo, ha decaído. También Saúl pasa por un peor momento de forma o Felipe y Lodi están peor que la temporada pasada, pero a cambio otros futbolistas han dado un paso adelante. Además, Simeone sabe que siempre que lo necesite puede volver a recurrir a estos jugadores. En total, diez colchoneros ya saben lo que es marcar en Liga: Luis Suárez (9), Llorente (6), João Félix (5), Correa (2), Costa (2), Carrasco (2), Lemar (1), Torreira (1), Hermoso (1) y Saúl (1), a los que se añaden Ricard, Giménez y Vrsaljko contando el resto de competiciones. Simeone quiere tener a todos activos, y aunque los Vrsaljko, Torreira, Kondogbia y compañía estén contando poco, en algún momento del curso serán importantes y están preparados para ello.
Jugadores rehabilitados
Uno de los grandes éxitos de Simeone en lo que marcha de temporada ha sido recuperar a jugadores que parecían defenestrados al banquillo. Si un año atrás ni el propio Llorente podría imaginar la explosión que se avecinaba, en lo que marcha de temporada han sido Hermoso, Lemar y Herrera los que han encontrado su lugar en el equipo. El primero como tercer central, desplazado a la izquierda y con la capacidad de situarse como lateral izquierdo si el equipo lo requiere. Da una salida de balón diferencial y además está sumando en ataque. En el caso de Lemar, le ha costado más adaptarse a las exigencias del Cholo, pero lo ha logrado. Y en el francés, parece que el gran salto ha sido mental, con muchísima confianza en su juego y sintiéndose importante por dentro. Ante el Sevilla corrió más de ocho kilómetros en la hora que estuvo sobre el campo, mostrándose como el líder del equipo a la hora de liderar la presión, pero también ayudando en defensa a Carrasco y Hermoso. La pide y se siente con más peso en el equipo. Por su parte Herrera ha desaparecido del equipo en los últimos partidos por lesión, pero estaba teniendo un gran inicio de curso junto a Koke en la sala de máquinas. Tres jugadores que estaban a la venta hasta el último día del mercado veraniego, pero que en la actualidad son importantísimos en el equipo y se han ensamblado en la competencia interna por la que tanto aboga su técnico.
Igual de fuertes en casa, salto de calidad fuera
El Atlético sabe que sin su afición es más débil. Una grada que nunca para de alentar y que ha sido capital para tantos buenos resultados del equipo. Sin embargo, hasta el momento, el equipo rojiblanco está manteniendo la fortaleza en el Wanda Metropolitano. Tan solo el Villarreal ha conseguido sacar algo del feudo colchonero. 25 puntos de 27 posibles, derrotando a Barcelona, Sevilla, Granada, Betis, Getafe, Cádiz, Valladolid y Elche con un balance de 21 goles a favor y solo dos en contra. Pero el verdadero salto de calidad se ha producido fuera, donde el equipo se descomponía la temporada pasada. En sus primeras ocho salidas del curso pasado logró únicamente dos victorias. En esta, van cinco triunfos, un empate y la única derrota ante el Real Madrid en los siete partidos como visitante. El Atlético se sabe fuerte fuera de casa, menos timorato. Ha ganado en Mestalla, Balaídos, en el Reale Arena dando un golpe contra la Real Sociedad, El Sadar y ante un Alavés que siempre le complica las cosas. Si se quiere aspirar a cosas grandes, no se puede tener dos caras, y el Atlético ha conseguido la regularidad también fuera de casa. Un equipo rojiblanco más fuerte, repleto de confianza y mucho más fiable que sus rivales por el título. Si en el inicio de curso estaba más fresco y virtuoso con balón, lleva unos partidos con más dificultades, pero con el objetivo de ganar por encima de todo. Un campeón de invierno por derecho propio y que con el partido a partido, aspira a grandes cotas.