Campeones de invierno
El Atlético ganó al Sevilla por su gran trabajo defensivo y como equipo. Marcaron Correa y Saúl. Saca 4 puntos al Madrid y 7 al Barça, con dos partidos menos.
El Atlético es campeón de invierno. Ganó al Sevilla en un partido donde pronto se puso por delante en el marcador gracias a Correa, aguantó las embestidas del Sevilla y remató la faena Saúl, al que Simeone tiene que recuperar para la causa. El equipo del Cholo no cede y aprovechó el primero de sus tres partidos aplazados para aumentar la ventaja con el Real Madrid. Son cuatro puntos y dos encuentros menos. El campeonato pinta muy bien para un Atlético que pudo por fin ganar al Sevilla después de cuatro empates seguidos en estos dos últimos años.
Simeone y Lopetegui pusieron a sus mejores hombres sobre el césped del Wanda Metropolitano, un perfecto terreno de juego. Parece complicado entender la nevada que ha caído estos días en Madrid viendo el estado del campo rojiblanco, bastante bien para la práctica del fútbol. Terreno de juego en condiciones y equipos de gala. El tiempo, cinco grados baja cero, tampoco fue condicionante para que los dos equipos intentaran darlo todo sobre el césped. Sí para tener algunas imágenes para la historia, como los suplentes del Atlético haciendo bicicleta para no quedarse congelados.
El tanto de Correa en el minuto 16 sí condicionó el choque, puesto que el Atlético se mueve como pez en el agua cuando se adelanta en el marcador. Lopetegui salió con una presión alta sobre la salida de balón de un Atlético que jugó con su sistema habitual de tres centrales y dos carrileros, con Trippier (que volvió después de la cautelar tras la sanción de la Federación Inglesa) por la derecha y Carrasco, por la izquierda. La relativa sorpresa fue ver a João Félix en el banquillo. Correa le ganó la partida. El Sevilla jugó con los habituales, aunque con Suso como falso 9, con Ocampos por derecha y En Nesyri por la izquierda. Nadie regaló nada desde el pitido inicial y el Atlético fue el que aprovechó su ocasión. Correa, que no marcaba desde el primer partido liguero ante el Granada, remató por bajo y sorprendió a Bono. Se intuía que no sería un encuentro de grandes ocasiones y el tanto tenía su peso en oro. No llegó mucho el Atlético, pero sí con claridad. Bono sacó con su pie izquierdo poco después lo que pudo ser el 2-0. Antes Acuña lanzó fuera cuando ya se cantaba el empate. Fueron las dos oportunidades más claras para ambos equipos que ya tenían un rol claro en el choque.
El Sevilla tocando de un lado al otro para intentar penetrar en la zaga rojiblanca. El conjunto andaluz tocó, tocó y tocó, pero no encontró resquicio en la defensa del líder de LaLiga, que se multiplicó en ponerle trabas al Sevilla delante de Oblak. A los tres centrales y a Trippier y Carrasco, se sumaron Koke, Correa, Llorente... Incluso Lemar cerró filas como un gladiador. Más descolgado se quedaba Luis Suárez. El Atlético defendió tan bien como siempre, todos a una, ayudando aquí, ayudando allá...
El segundo tiempo se desarrolló por los mismos derroteros. El Sevilla con el balón, abriendo campo, con Koundé curiosamente como el principal peligro para el Atlético. Se movió bien el conjunto sevillista, con Navas ya decidido a crear mucho peligro por la derecha y Acuña por la izquierda. El Atlético montó un muro en la frontal, sin ningún despiste, todos concentrados al máximo... La mejor ocasión llegó en el primer minuto con un remate casi sin ángulo de En Nesyri. El conjunto del Cholo no ofreció ninguna fisura y esperó su ocasión.
La tuvo a falta de quince minutos con una asistencia de Marcos Llorente para que marcara Saúl, seguramente el rojiblanco que más necesitaba hacer gol. Saúl no es uno más en el Atlético y todos lo saben. El equipo madrileño se encontró con el 2-0 gracias a su firmeza defensiva, a su saber estar y a su enorme y gran funcionamiento como equipo. El Sevilla pudo y mereció marcar, pero la fortuna en este caso también acompañó a un equipo que sigue con paso firme en LaLiga.