Una 'nueva' sala de máquinas
Después del intento del 4-2-3-1, Koeman ha recuperado el centro del campo insertando a Pedri y adelantando a De Jong, que interpreta los desmarques de un Messi que viene a recibir.
Aunque Koeman insista en que no es cuestión de sistemas, sino de jugadores y de interpretación de juego, ciertos cambios le han hecho bien al Barça, un equipo que históricamente se ha construido desde el centro del campo y lo había perdido en los últimos tiempos por las marchas de Xavi e Iniesta y el desgaste de Rakitic y Sergio Busquets. Koeman llegó con una idea clara. Jugar con un 4-2-3-1 que protegiese a Busquets (o lo supliese) y, en general, a todo el equipo. La supuesta idea era que Pjanic y De Jong ocupasen el doble pivote, pero resultó evidente desde el principio que al rubio de Zaandam no le convencíó el bosnio en esa posición y que Busquets sería innegociable mientras el físico le aguantase.
La postura de Koeman de mantener el 4-2-3-1 parecía firme e inamovible, pero los resultados no terminaban de llegar y, ante tanta irregularidad, y especialmente después del 2-1 de Cádiz y el 0-3 contra la Juventus, el entrenador decidió ser más flexible. Sus decisiones han funcionado. El 4-2-3-1 ha virado al 4-3-3. Con tres detalles importantes. Busquets sigue siendo el jugador ancla. No da un gran despliegue pero su posición es el termómetro del Barça. Si Busquets está bien colocado, el equipo responde. Pedri, que empezó la temporada jugando de mediapunta o tirado a una banda, se ha metido dentro de la sala de máquinas. Además de un tremendo talento, tiene una excelente base física que le permite hacer kilómetros todo el partido. Se ha convertido, junto a Messi, en el cerebro de todas las operaciones ofensivas. Por momentos, incluso, da la sensación de que él marca el 'tempo' del partido.
Pero el cambio más sorprendente ha sido el de Frenkie de Jong. Es el jugador que más pases da en el Barça y en toda LaLiga (1297). Sin embargo, en los últimos tres partidos se le han visto hacer cosas que sólo había enseñado con cuentagotas en su primer año y medio. Contra el Huesca conectó con Messi en el gol que significó en la victoria del Barça; en San Mamés tuvo fe para dibujar un desmarque en el que Messi creyó y terminó en el gol de Pedri. Y en Granada desplegó más fútbol total. Estuvo a punto de marcar un gol memorable con una arrancada desde el centro del campo, y se inventó un pase al espacio espectacular en la primera parte. Detalles que permiten identificar al jugador que causó sensación en el Ajax.
Que Koeman cree en ese centro del campo tiene relación directa con los minutos que les ha utilizado. De Jong supera los 1.500 minutos en LaLiga y Busquets y Pedri rebasan los 1.100. Los teóricos sustitutos han jugado poquísimo. Pjanic ha jugado 388 minutos; Aleñá se marchó con apenas 46 minutos y Riqui apenas ha tenido 22 minutos. Koeman espera cuando antes la incorporación de Sergi Roberto. Con Dest asentado en el equipo, el de Reus podría mezclar partidos en el lateral con otros en el centro del campo para dar descanso a los imprescindibles. De momento, esa sala de máquinas (Busquets-DeJong-Pedri) es inamovible.