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ATLÉTICO DE MADRID

Así es Dembélé: de exiliado del PSG a tratar de repuntar en el Atlético

El delantero, de 24 años, vestirá de rojiblanco para recuperar su mejor versión. Fuerte, potente a campo abierto y, sin ser un virtuoso técnicamente, con facilidad para convertir ocasiones en goles.

Moussa Dembélé celebra un gol con el Lyon.
Moussa Dembélé celebra un gol con el Lyon.JEAN-PHILIPPE KSIAZEKAFP

Moussa Dembélé se convertirá muy pronto en nuevo jugador del Atlético de Madrid. Una incorporación impensable hace unos meses, pero materializada por la inesperada salida de Diego Costa en el mercado de invierno. El internacional francés Sub-21 llega cedido hasta final de temporada procedente del Olympique de Lyon.

El nacido en Pontoise hace 24 años fue uno de los primeros jugadores jóvenes salpicados por la llegada de Nasser Al-Khelaïfi al PSG. El conjunto parisino se convirtió en un gigante económico emergente en el fútbol mundial, provocando la fuga de la mayoría de sus canteranos, entre los que se encuentra Dembélé. El Fulham decidió apostar por él y a la postre se convertiría en uno de los atacantes más prometedores del fútbol francés.

Delantero fuerte, muy potente en la zancada a campo abierto, pero con muchas limitaciones en los apoyos, Moussa Dembélé ha estado viviendo una de sus peores temporadas como profesional. Apenas ha marcado un gol en la Ligue 1 y ha perdido la titularidad en favor de Tino Kadewere, pichichi de la pasada Ligue 2 y que ha dejado inadvertida la participación del canterano del PSG en el Olympique de Lyon.

Lo que mejor puede definir al ariete es la espectacular facilidad que atesora para materializar ocasiones. No es un futbolista que, a simple vista, dé la sensación de ser diferencial en el último tercio del campo, pero la mayoría de los balones que recibe cerca del área los convierte en gol. Así lo corroboran sus números en Fulham, Celtic y Lyon. En Inglaterra, el próximo refuerzo del Atlético marcó 19 goles en 64 partidos repartidos en tres años; en Escocia, Dembélé anotó 51 goles en 94 partidos y, en Francia, 45 tantos repartidos en 108 encuentros que le alzaron como el máximo goleador del Olympique de Lyon durante las dos últimas temporadas.

Dembélé es un delantero que le viene como anillo al dedo al Atlético. Los de Simeone no tenían necesidad de fichar a un jugador de perfil Benzema o Firmino, sino todo lo contrario. Para generar ocasiones ya están los Koke, João Félix, Marcos Llorente y Correa y cuyas zonas de influencia, generalmente por detrás del delantero, no necesitan ser pisadas. De hecho, Luis Suárez se ha convertido en uno de los mejores goleadores de LaLiga de esta forma. El uruguayo no necesita participar casi nunca en los ataques de su equipo, pero sí estar preparado para marcar todo lo que recibe cerca del área. Dembélé, mucho mejor físicamente que el actual Suárez, es un delantero que ha mostrado cierta tendencia a sufrir contra bloques replegados, pero muy eficiente para fijar a los centrales rivales (es una bestia en el cuerpo a cuerpo), chocar con ellos y permitir que los mediapuntas tengan más espacio para recibir entre líneas.

Otra de las grandes fortalezas de Dembélé es su espectacular capacidad para activar el lado débil a través de su juego de espaldas. Sin ser un virtuoso técnicamente, fija al central, lo contiene y lleva la pelota al lado menos poblado de la jugada. Permite compensar su déficit técnico con un potente tren superior, además de tener un porcentaje altísimo de duelos ganados por partido. Es un muro de hormigón que saca ventajas constantes para el resto del equipo y sabe meter muy bien el cuerpo en el área para orientarse de cara a gol. Así se erigió como el mejor delantero del Lyon en las dos últimas temporadas y así se ganó el interés de grandes clubes europeos, entre ellos el Atlético de Madrid.

Dembelé tiene muchas cosas buenas, pero también es un futbolista intermitente. Suele tener ciertas desconexiones en los partidos y es por ello por lo que a veces pasa muchos minutos sin tener contacto con el balón, sobre todo cuando su equipo ataca ante bloques bajos y replegados. Otra de sus debilidades es el apartado técnico. Es un jugador que tiene tanta potencia en la arrancada que a veces se queda sin campo para avanzar y no temporiza en la conducción. Por ello ha perdido la titularidad esta temporada, ya que además de haber perdido su habilidad para ver portería, se ha encontrado con un equipo que domina a través de la posesión en el centro del campo y demanda un tipo de delantero distinto al del nuevo jugador del Atlético de Madrid.

Dembelé es un 9 que puede brillar en varios contextos para Simeone. Si los rojiblancos juegan ante un equipo que le cede la posesión, ahí la presencia del delantero es vital para fijar a los centrales, trazar rupturas en potencia al espacio (Joao Felix con su último pase le puede nutrir de muchas ventajas) y para rematar en el área centros laterales. Tiene un juego aéreo espectacular y juega muy bien de espaldas. Si, por el contrario, el Atlético repliega y tiene que salir al espacio, ahí Dembelé es demoledor. Es un jugador con una potencia desmedida cuando arranca en potencia y estira con su poderosa zancada. Por ello, su incorporación, más allá de su irregularidad esta temporada, puede solventarle muchos dolores de cabeza a Simeone, tanto para darle descanso a un Luis Suárez venido a menos en los últimos años, tanto como para desequilibrar partidos muy igualados.