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OSASUNA-REAL MADRID

El Madrid pisa por primera vez el reformado feudo rojillo

A falta de pequeños detalles, El Sadar luce espectacular y puede presumir de ser un estadio última generación. Queda por comprobar su acústica, que aseguran es espectacular.

El exterior de El Sadar
DIARIO AS

La última visita del Real Madrid a El Sadar tuvo lugar el 9 de febrero de 2019. Hoy, los de Zidane jugarán en un escenario que muy poco tiene que ver con el de hace algo menos de hace justo once meses. Por un lado los blancos encontrarán un estadio vacío, sin duda una buena baza para ellos teniendo en cuenta lo mucho que aprieta la hinchada rojilla cuando el Real Madrid visita su feudo. Por otro, jugarán en un estadio de última generación. Cuando visitaron El Sadar en febrero del año pasado, las obras ya habían comenzado, pero ahora el estadio del conjunto pamplonés luce prácticamente acabado y su imagen queda muy lejos de la del antiguo estadio, pese a que sigue manteniendo algunos rasgos de su esencia, como la cercanía entre las gradas y el terreno de juego.

El estadio cumplió 50 años en septiembre de 2017, y poco después se planteó la mayor remodelación que ha sufrido el estadio rojillo a lo largo de su historia. En julio de 2018, el presidente de la entidad, Luis Sabalza, anunció la convocatoria de un concurso para reformar y ampliar el estadio rojillo. El estadio había ido envejeciendo poco a poco y la reciente crisis que había atravesado el club había impedido invertir lo suficiente en las instalaciones. El aforo, tras ir adaptando el estadio a las diferentes normas de seguridad, se había quedado ya reducido a unos 18.500 espectadores, y Osasuna solo podía atender las renovaciones de los socios sin plantearse hacer nuevos abonados. Además, El Sadar no cumplía ya las más básicas normas en caso de evacuación ni las exigencias de LaLiga en materia de retransmisión televisiva. Por todo ello, la Junta Directiva consideró necesario emprender un proyecto de reforma que ampliase además el aforo hasta cerca de 25.000 asientos.

Los socios del club debían elegir en primer lugar entre acometer una reforma básica con un coste menor y sin ampliación, opción elegida por el 7,6% de los socios, o llevar a cabo una reforma más ambiciosa con ampliación del aforo, opción ganadora con un 90,3% de los votos. Y entre los cinco proyectos presentados, Muro Rojo, de OFS Architects y la constructora VDR, fue el ganador con un 45,3% de los votos.

En junio de 2019 comenzaron las obras en el sector de Preferencia. Se demolieron todas las estancias de la planta baja realizando nuevos vestuarios más amplios para los equipos y para los árbitros, así como una nueva sala antidopaje. El vestuario local cuenta desde entonces con una segunda planta preparada para realizar ejercicios de activación. La zona de encuentro entre ambos vestuarios se amplió y la zona mixta también. En la primera planta se construyeron nuevas oficinas para el Departamento Comercial y para el de Comunicación, así como una sala de juntas. La reforma llegó también a la sala de prensa, al palco VIP y a las cabinas para los medios de comunicación. También se realizaron pupitres en la Tribuna Alta para poder acoger a todos los medios acreditados en los partidos de máxima expectación. Se renovaron los dos ascensores ya existentes, los palcos de empresas se rehicieron por completo acercando su situación al campo y se reformaron los baños para el público. La obra más importante consistió en dotar a la Tribuna Alta de un acceso por escaleras independiente y en ensanchar los vomitorios. Los asientos de toda la zona de Preferencia se renovaron completamente.

A finales de octubre de 2019 comenzó la segunda fase de la reforma con las obras de cimentación del nuevo anillo superior de gradas que ampliará la capacidad del estadio hasta los 23.576 espectadores. 

Posteriormente, llegaron los cambios en la remodelación proyectada. El 23 de abril de 2020 el club rojillo informó de una novedad importante. En el proyecto elegido por los socios, Muro Rojo, la actual Tribuna Alta solo era sometida a una reforma parcial que cambiaba el policarbonato, es decir, el material que la cubre.

Sin embargo, durante estos meses de trabajos se ha constatado que la estructura de dicha cubierta estaba más dañada de lo que se creía, lo que provocaba problemas de filtraciones graves en la zona de las cabinas de prensa, también en las propias gradas y, en los últimos tiempos, en zonas interiores del estadio. Por ese motivo, el club decidió acometer una renovación total de la cubierta de la Tribuna Alta.

Actualmente, la reforma, a falta de pequeños detalles, está finalizada y El Sadar luce espectacular y puede presumir de ser un estadio última generación. Queda por comprobar su acústica, que aseguran es espectacular, pero para ello habrá que esperar a que la pandemia provocada por el COVID permita a la afición rojilla regresar a su querido estadio.