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Las Palmas

Aridai busca su sitio

Llegó a Las Palmas hace un año procedente del Mallorca, rival amarillo este domingo. Sigue sin encontrar un hueco en los planes de Pepe Mel.

Aridai busca su sitio
Carlos Diaz-RecioDIARIO AS

Caprichos del destino, ni que estuviera preparado, Las Palmas juega este fin de semana en Mallorca casi en el aniversario del fichaje de Aridai Cabrera procedente de la entidad balear. El duelo insular tendrá lugar este domingo, 10 de enero, cuando la llegada del extremo grancanario se hizo oficial el 13 de enero del año pasado.

Un año después, casi nada ha cambiado para el atacante con pasado en el ya desaparecido Universidad, con el que llegó a jugar incluso en Segunda B antes de forjar un periplo ibérico que le llevó por Mallorca, Girona, Sevilla (Betis), Hospitalet, Sabadell, Valencia o León.

Y es que el protagonismo que de pronto perdió en el Mallorca sigue sin aparecer. Ocurre que Aridai encadenó dos ascensos consecutivos con el club bermellón, que en comenzó la temporada 2017-18 en Segunda B y dos años después ya estaba en Primera División. No le podía ir mejor al extremo en su segunda etapa en territorio balear, pues en la temporada que culminó con la llegada a la principal competición española se llevó a casa 36 partidos y 7 goles, siendo tan decisivo como el que más.

Sin embargo, apenas unas semanas después su protagonismo se diluyó por completo. No encontró el ritmo tras unas inoportunas molestias físicas iniciales, y hasta que se confirmó su llegada a Las Palmas libre de cargas, anunciada el 13 de enero de 2020, apenas pudo jugar dos partidos en Primera con el Mallorca, ante Alavés y Valladolid, con escaso protagonismo (famélicos 36 minutos entre los dos).

Una vez consumado su fichaje por Las Palmas, la falta de ritmo derivada de su inactividad en el Mallorca le pesó como una losa en su incorporación al engranaje de Pepe Mel. Jugó 90 minutos en Santander el 19 de enero (1-1), seis días de oficializarse su fichaje, pero problemas musculares le tuvieron parado casi un mes, inactivo como estuvo hasta el 15 de febrero, cuando su equipo visitó al Numancia (1-1). Poco después llegó un confinamiento que le trastocó los planes, a él y al mundo entero. Pareció sentarle bien el encierro, pues acabó el curso firmando 13 partidos.

Redención.

En cualquier caso, y empezando a ejercitarse esta temporada con el resto del equipo desde el primer día, se espera todavía por una redención de Aridai que no termina de llegar. La fuerte competencia en el frente de ataque se mezcla con la sensación de querer y no poder, de no terminar de aprovechar las oportunidades que le ofrece Pepe Mel, como la de ayer en Navalcarnero. Se añora su desborde y capacidad de generar peligro entre líneas, acaso con problemas para dosificar nervios e intensidad en los pocos minutos de los que dispone.

De momento, en el presente curso liguero suma 11 partidos, apenas titular en dos de ellos (ante Mirandés y Castellón), pírricos los 247 minutos sobre el césped. Su vínculo laboral con Las Palmas se extiende por lo que resta de temporada y la siguiente, más otra opcional. Una salida en forma de cesión y buscando más protagonismo no se descarta. Mandan el mercado y la ambición.

De momento, de viajar a Mallorca, completará su particular círculo vicioso, acaso un campo minado. En el vestuario se valora un empeño sobre el césped, donde anda buscando su sitio, y fuera de él, siendo como es uno de líderes anímicos del grupo de futbolistas con menos protagonismo, según narran testigos presenciales de la actividad diaria del equipo. Labor oscura pero tan necesaria siempre.