"Si encuentran carne, los del Amorebieta son muy buenos"
Aritz Solabarrieta avisa a sus jugadores que se equivocarán si plantean el partido del domingo como un duelo físico. Pide movilidad, anticipación y espacios
El Amorebieta lleva desde que empezó la liga en la parte alta de la clasificación. Con solo un partido perdido y con su estadio, Urritxe, convertido en un fortín en el que solo ha cedido un empate a cero ante el Arenas, los azules ya avisaron este verano en El Sardinero por donde iban a ir los tiros. Ganaron 1-2 el último amistoso de la pretemporada, remontando un gol tempranero de Álvaro Bustos. El domingo (17:00) ambos se verán de nuevo las caras, con los locales muy tensionados por sus últimos pinchazos, tres derrotas y un empate en los cuatro últimos partidos, y el Amore sin tiempo para recuperarse del esfuerzo y la decepción copera. Los de Íñigo Vélez han perdido esta tarde 0-1 con el Sporting, aunque el míster vizcaíno ha rotado algo y dejó de inicio en el banquillo a fijos como Saizar, Irazabal, Seguín, Álvaro e Iker Bilbao. Todos menos el portero acabaron jugando.
Aritz Solabarrieta, que siguió el partido copero por televisión al estar Urritxe cerrado para el público, avisó esta mañana a sus jugadores que lo que les espera el domingo es una prueba de máxima exigencia. A mitad del partidillo que organizó en el estadio, el de Ondarroa paró a sus futbolistas y les advirtió de que "el Amorebieta quiere carne, y si les damos carne son muy buenos. Muy buenos". El nuevo entrenador racinguista se refería a que los azules, empezando por Obieta y Orozco, sus delanteros, disfrutan con el fútbol de choque y que al Racing lo que le interesa es mover rápido el balón, generar espacios y atacarlos. No lo tendrán fácil porque eso no ha sido hasta ahora la especialidad de la casa. Si es que ha habido alguna.
Desde el punto de vista táctico, Solabarrieta parece decidido a seguir la línea de la segunda parte del domingo pasado en Zubieta y jugará con tres defensas. El 3-5-2, que ha probado con doble pivote y mediapunta por detrás de los dos delanteros, ha resultado hasta ahora el bálsamo de Fierabrás para sus centrales (que sufren cuando solo son dos), pero tensiona sus bandas. A los laterales puros, Ceballos y Maynau, les falta pie cerca del área rival y los extremos, Bustos, Camus y Soko, ya han dicho públicamente que los 105 metros de largo de El Sardinero se les hacen largos. Ceballos y Bustos son los que más papeletas tienen para empezar de titulares.