El Racing sigue sin arrancar
El equipo de Rozada fue de más a menos y fue superado durante la última hora del partido por un Amorebieta con las ideas más claras y ganador en los duelos
El último partido de pretemporada suele estar, entre otras cosas, para resolver dudas, perfilar el once tipo y el sistema de juego para la liga. Da la sensación, por varias circunstancias, que eso no no ha sido así en la prueba del Racing frente al Amorebieta. Porque había seis bajas (Gil, Maynau, Camus, Balboa, Sokó y Matic), porque Cedric y Nana, que huelen a titulares, empezaron en el banco porque han llegado hace poco y porque Rozada sigue ensayando con un sistema, 4-3-3, que parece que el equipo no acaba de creerse (esta plantilla parece hecha para jugar con doble pivote). Empezando por él. Además, hay que reconocerlo, todo se complica cuando enfrente tienes un buen equipo. Y el Amorebieta lo es. Fuerte. Cuajado. Y con esa defensa de tres centrales y dos carrileros que ya se le atragantó al Racing contra el Alavés B.
Y eso que el partido empezó, una vez más, cuesta abajo. A los dos minutos, en cuanto Pablo Torre pudo correr con espacio y la cabeza levantada, con un gran gol de Álvaro Busto. Pase magistral al espacio del de Soto de la Marina y trallazo al palo largo del asturiano, 1-0. Otra ocasión de Pablo al minuto y diez minutos de buen fútbol. Y se acabó el Racing. Rozada quiere presionar arriba, pero le va a costar. La mayoría de los rivales van a pegar en largo y, hoy, la verdad, los racinguistas no ganaron demasiados duelos aéreos. En cambio, la presión alta del Amorebieta, que es lo que se lleva ahora en todos los niveles del fútbol mundial, se le atragantaba al Racing en su salida de balón.
La segunda parte empezó todavía peor para los locales, completamente maniatados por los azules, que prácticamente vivían en el campo del Racing. Especialmente preocupante resultaba la labor en la sala de máquinas, con Villapalos espeso y desconectado de Benktib y Pablo Torre, que apenas tocaban el balón. Cejudo, cansado de mirar desde lejos, intentaba meterse entre líneas con escaso éxito. A los 19' de la segunda, Rozada metió a Nana, Íñigo y Cedric pero, pese a las ganas de Cejudo de meterse para dentro, mantuvo el sistema, con Jon Ander acostado a la izquierda. Los tres, eso hay que reconocerlo, salieron con ganas y mejoraron el dinamismo del equipo. Solo eso.
El último cuarto de hora, ya con Siverio y Martín Solar en el campo, Villapalos se metió como central y el equipo igualó el 3-5-2 del rival. El juego, sin embargo, pese al ánimo de Íñigo, siguió pastoso y solo una segunda jugada a la salida de un córner, mal defendida por los racinguistas, permitió a los vizcaínos mover el marcador. Lucas Díaz, por cierto, si iba primero en la carrera por la portería, que podía ser, después de lo de hoy, transmitiendo inseguridad, puede estar segundo.