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FÚTBOL INTERNACIONAL

La perla inglesa que intentó suicidarse en Cádiz: la historia de Cherno Samba

Su fichaje fallido por el Liverpool le hizo caer en una depresión y estuvo a punto de quitarse la vida. Ahora ha escrito un libro donde cuenta sus vivencias.

Actualizado a
CHERNO SAMBA POSA PARA AS DELANTE DE LA NUEVA PORTADA PRINCIPAL DEL CARRANZA
DIARIO AS

Cherno Samba es uno de los cientos de casos que ilustran la parte más dura y cruda del mundo del fútbol. La experiencia de esos jóvenes que soñaban con llegar a la élite pero que terminaron viviendo un calvario durante gran parte de su carrera. Quizás su historia es más especial que otras. Se convirtió en un auténtico fenómeno al ser uno de los jugadores con más proyección en el videojuego Championship Manager, estuvo a punto de fichar por el Liverpool y terminó intentando suicidarse. Ahora, cuenta sus vivencias en el libro "Still in the game" y ha concedido una entrevista a FourFourTwo en la que da luz a una desconocida historia sobre el que en su día era una de las grandes promesas de Inglaterra.

Nacido en Gambia, Samba se mudó a Inglaterra con siete años y el Millwall fue el equipo que consiguió hacerse con el niño que despuntaba en las categorías inferiores. Llegó a meter 132 goles en 32 partidos con 13 años. A principios de los 2000 era pretendido por los grandes del país, incluso Michael Owen le llegó a llamar para que fichara por los reds, pero finalmente se quedó en el Millwall con quien nunca llegó a debutar. "Championship Manager estará conmigo para el resto de mi vida. Probablemente era el joven internacional inglés más famoso y necesitaba a alguien encima de mí porque era superior al resto de gente de mi edad. Cuando fracasó mi fichaje por el Liverpool, colapsé en el suelo de mi cocina y lloré desconsoladamente. Perdí mi apetito. Más tarde en 2004 me fui a España sintiendo que había fallado a mi país. Ahí fue donde comenzó la depresión. No quería estar aquí ni un minuto más. Quería que se terminase todo".

El Cadiz fue el equipo que le fichó con 19 años en lo que era un "sueño para cualquier joven". "Mi apartamento tenía vistas a la playa, el clima era muy bueno, al igual que la comida y el estilo de fútbol. Me pagaban bien y era una oportunidad de dar el paso". Pero en vez de retomar la pasión por el fútbol que le había desaparecido cuando el Mlilwall bloqueó su traspaso al Liverpool, "a los tres o seis meses me empecé a sentir aislado y dolido y volví a pensar en el traspaso del Liverpool. No podía dormir por las noches y cuando lo hacía, tenía pesadillas. Veía a mis compañeros de Inglaterra jugar en la Premier League semana tras semana y sentía que había fallado a mi país. Seguía siendo un habitual en las convocatorias de la selección sub-19 y siempre estaba emocionado de ir con ellos, lo sentía como mi club".

Samba echaba de menos Inglaterra y su factura de teléfono ascendía por encima de los 1000 euros debido a las continuas llamadas telefónicas que hacía a su país. "Estaba deprimido. El deporte me estaba enterrando vivo. Estaba amargado, ¿por qué no podía ir al equipo que quería? En el transcurso de las semanas iba a la sala de fisioterapia y tomaba todas las pastillas que podía. Me sentía sin esperaza. Un día tomé una sobredosis para acabar con mi vida. No quería estar aquí. Era horrible".

Uno de sus compañeros le encontró en el suelo y le llevó directo al hospital. "Si no hubiese sido por él, no estaría hablando ahora mismo. Estoy muy agradecido con él, pero nunca desvelé su nombre porque quiere mantenerse anónimo. A día de hoy es uno de mis mejores amigos".

"Nunca le conté a mi madre ni a mi padre ni a nadie por lo que estaba pasando. Nunca pensé que la depresión era algo que me pudiese ocurrir a mí. La mayoría de gente se enteró de mi intento de suicido cuando escribí el libro. Escribirlo fue mi terapia, por fin dejé fluir lo que sentía y una vez empecé no pude parar. Sentí como me quitaba de mis hombros todo el peso de mi vida. Estaba listo para hablar de los momentos oscuros y de mis experiencias".

Cherno Samba jugó en el Málaga B antes de volver a Inglaterra de la mano del Plymouth Arglye y después recaló en equipos de Suecia, Grecia y Noruega con la única preocupación de "tener estabilidad financiera después de retirarme". Una carrera muy diferente que la que todo el mundo creía cuando era un adolescente, pero con la que Samba se muestra satisfecho. "Tenía tres objetivos en mi vida: ser futbolista profesional, jugar para las categorías inferiores de Inglaterra y para la absoluta de Inglaterra o Gambia. Cumplí todos ellos. El problema fueron las expectativas que había cuando era joven".

Ahora Samba trabaja en academias de fútbol en Inglaterra y enseña a los jóvenes a como lidiar con la presión. Una preocupación creciente en el mundo del fútbol tras los casos como el del suicidio de Jeremy Wisten, excanterano del Manchester City. Además, fundó un club que se encuentra en la primera división de Gambia y su sueño es entrenar a la selección gambiana y llevarla a la final de un gran torneo por primera vez en su historia.

Su ejemplo y su libro ayudan a visibilizar la parte más dura del fútbol y está feliz porque "ha habido un gran cambio en el fútbol. Cada vez más jugadores salen y hablan de sus experiencias sin temor a que les llamen débiles. Todo el mundo puede atravesar una depresión. Hay subidas y bajadas en la vida. No importa cual sea tu profesión. Es importante abrirse, hablar con alguien, sea tu madre, padre, un amigo, un gato o una rana. Tienes que hablar, es una parte esencial en el proceso. Si puedo animar a una persona a abrirse y hablar de sus problemas, todo habrá merecido la pena. Esa es la razón por la que escribí el libro".