Manita engañosa del Bayern más humano
El Bayern de Múnich tuvo que echar mano de su maquinaria goleadora para remontar a un sorprendente Mainz, que llegó a ir ganando 0-2.
Siguen viéndosele las costuras al Bayern. El 5-2 final ante el Mainz invita a pensar que el cuadro de Hansi Flick se paseó contra los pupilos de Jan Siewert, pero lo cierto es que el penúltimo de la Bundesliga tuvo al campeón al borde de la derrota durante gran parte del encuentro en el Allianz Arena. Se marchó al descanso con un 2-0 a favor y tuvo ocasiones de sobra para sentenciar el choque hasta que el Bayern sacó el rodillo y firmó una remontada de libro en la segunda mitad. Le sirve para recuperar el liderato de la máxima competición alemana del Leipzig.
Con Kimmich de vuelta en el once después de su intervención en el menisco, el campeón, como viene siendo habitual desde hace años, no tardó en hacerse con el esférico y el control. Eso sí, el que más peligro desprendía era el Mainz, que supo aprovecharse de los espacios que suele conceder el Bayern a la espalda de sus centrales e hizo bastante daño a la contra. Burkardt, un constante quebradero de cabeza para la zaga bávara, lanzó el primer aviso a la contra a los seis minutos de partido. Ni el penúltimo te lo pone fácil en la Bundesliga.
No es que el cuero le quemara en los pies a los de Flick. Lo circulaban por las inmediaciones del área del Mainz y dispusieron de dos ocasiones claras de Tolisso, pero echaron en falta esa pegada a la que suelen acostumbrar. Todo lo contrario en las filas del Mainz, en el que Burkardt volvió a quedarse solo ante Neuer tras un duelo con Boateng (no fue falta, aunque los locales la pidieran) y esta vez no falló con la zurda. El shock fue total cuando Hack, a un minuto para el descanso, aumentó la renta de cabeza.
No despertó el Bayern en la segunda mitad. Un paradón de Neuer ante Latza impidió la debacle y, a partir de ahí, sí tuvo lugar la soberbia muniquesa. En apenas cinco minutos, un cabezazo de Kimmich y un latigazo de Sané empataron el choque. Surtieron efecto los cambios de Flick (ingresaron Goretzka y Süle) y el partido enloqueció. Quaison la mandó al travesaño. Leandro se la coló en propia, pero el VAR anuló el tanto por fuera de juego. Peleó el Mainz. Hasta que Süle, finalmente, decidió el partido de volea tras un córner. Se apagó el 05. Y un doblete de Lewandowski cerró la manita. Cosas de campeón.