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FUENLABRADA-LEGANÉS (0-0)

Los de Martí caen en la tela de araña del Fuenlabrada

Empate sin goles que supo mejor al Fuenlabrada, pudo adelantarse en el marcador al disponer de un penalti. El Leganés, sin fútbol ofensivo.

El duelo inaugural del año en Segunda brindó al espectador un empate a cero que supo dulce a los locales viendo el rival y las numerosas bajas de su equipo. Por el contrario, el empate dejó un regusto más que amargo a los visitantes.

Tuvo que esperar el aficionado diez minutos más de la hora fijada (14:00) para ver el balón rodar en el césped del Fernando Torres. Problemas con el VAR, la razón de este retraso.

Ya con el duelo en juego, los onces de ambos equipos se dibujaron diferentes a lo que se presuponía al inicio. El Fuenlabrada se posicionó con una defensa de cinco centrales con Pulido en el centro de la zaga y Jano acompañando a Cristóbal en la sala de máquinas. Los pepineros, por su parte, iniciaron el enfrentamiento con un 4-4-2 con Sabín Merino y Borja Bastón en punta.

Como era de esperar, el Leganés dominó el partido en los primeros minutos de juego. Dominio fruto de la mucha calidad que tienen los de Martí en todas sus posiciones, pero estéril ante un Fuenlabrada bien plantado y esperando cazar alguna con los Kanté, Feuillassier o Ibán Salvador.

El paso de los minutos confirmó lo visto en los primeros compases: el Leganés consolidaba su vitola de favorito con una posesión casi total y el Fuenlabrada de equipo paciente. Paciencia fue lo que tuvieron ambos equipos para esperar que Muñiz Ruiz revisase un manotazo en la cara de Ignasi Miquel, que fue sancionado solo con amarilla, a un Ibán Salvador que se encontraba dentro del área. Sin embargo, el fuera de juego previo del mediapunta local anuló toda la secuencia. Todo ello con la mediación del VAR, evidentemente.

Rompió el partido la dinamica fijada con un pequeño tramo de mayor atrevimiento para los locales. Un espejismo ya que pronto se volvió a hacer con el balón la sala de máquinas pepinera comandada por los Rubén, Pardo y Pérez. De este juego hilado surgió la primera ocasión clara del partido. Sabín Merino buscó su gol con un buen testarazo de cabeza, pero una buena parada de Belman lo impidió. Sobrevoló el gol visitante el Fernando Torres. El Fuenlabrada, enrabietado, buscó con algo más de ahínco pero sin éxito el gol en los minutos finales. Demasiado solos los atacantes fuenlabreños en cada arrancada hacia el área rival.

Con todo, se cumplió el primer acto donde los pepineros llevaron el peso pero no hicieron gala del peligro que se les presupone a tenor de su plantilla. Mientras, el Fuenlabrada vivió sin apuros esperando en su campo y que su terna ofensiva encontrase la inspiración en alguna de sus intentonas.

Martí reconstruyó su defensa nada más saltar los suyos al terreno de juego. Omeruo y Palencia, ambos con tarjetas, fueron sustituidos por Rosales y Tarín. Se lo pusieron difícil en los primeros minutos Feuillassier e Ibán Salvador. Los dos 'bajitos' del equipo Sandoval conectaron para que el argentino se plantase solo delante de Cuéllar... y el de Ciudad de Plata cayó. Cuéllar, curtido en mil batallas, pidió la amarilla para Feuillassier por tirarse ya que el árbitro no sancionó nada. El VAR volvió a hacer intervención para desdecir al árbitro gallego y señalar penalti. Penalti milimétrico.

Ya con la pena máxima señalada, Kanté fue el encargado de lanzarla. Sin suerte como la gran mayoría de ocasiones perpetradas por el francés ya que su disparó se estrelló en el poste. Jarro de agua fría en las ilusiones kirikas, continuaba el 0-0.

No se le acabaron las ganas de atacar a los azulones con este fallo, los de Sandoval se lanzaron con más ahínco a por el gol. Sotillos rozó el tanto en jugada a pelota parada y Kanté le ganó la espalda a los centrales visitantes en varias de sus ocasiones. Mientras, el Leganés caía en la tela de araña ideada por Sandoval para desgracia de unos aficionados pepineros que llevan tiempo pidiendo una mejoría en el juego ofensivo de su equipo.

Los visitantes continuaron en el camino de la desesperación y los enfados de Juan Muñoz y, sobre todo, de Sabín Merino con cada balón largo de sus compañeros muriendo en las manos de Belman lo evidenciaron. Sin embargo,  se regalaron un último arreón encerrando a la defensa local en su área con una sucesión, interminable para la parroquia fuenlabreña, de córners y centros laterales.

Con el pitido final se confirmó lo visto durante los noventa minutos: Martí chocó con el muro edificado por Sandoval y los suyos. El Fuenlabrada, que rozó la victoria con el penalti fallado de Kanté, sigue sumando puntos en su carrera hacia los 50. El Leganés, por el contrario, pierde fuelle en su ascensión a los puestos de ascenso directo.