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LEGANÉS

Fuenlabrada y Almería, frontera de las ambiciones pepineras

El Leganés cerrará primera vuelta en Fuenlabrada (ganar rompería su mala inercia visitante) y ante el Almería en Butarque (rival directo en un feudo últimamente zarandeado)

Fuenlabrada y Almería, frontera de las ambiciones pepineras
JESUS ALVAREZ ORIHUELADIARIO AS

Al Leganés le quedan dos partidos para cerrar la primera vuelta. Servirán sus duelos ante Fuenlabrada (fuera) y Almería (Butarque) para marcar la frontera de las ambiciones pepineras. De cosechar buenos resultados ante vecinos y almerienses, podrán los de José Luis Martí soñar con mantener sus objetivos más elevados de cara a una segunda vuelta que, en caso de tropezar frente a azulones y rojiblancos, se tornarán en asunto más complejo si cabe por aquello de tener que remontar ante el ritmo de enemigos directos que (por ahora) no han levantado el pie del acelerador. Léase Mallorca, Espanyol y el propio Almería.

La relevancia de estos dos duelos reside en varios pilares. El fundamental, no perderle precisamente el ritmo a esos equipos que continúan desatados. Pero hay más. En Fuenlabrada el Leganés se testará, de nuevo, allende Butarque. Jugar fuera de su hogar se le da mal al equipo de Martí, que en lo que lleva de curso sólo ha sumado nueve puntos de suficientes, a una media insuficiente para soñar con el ascenso directo, atendiendo a las medias de la última década.

Vencer en el Torres sería, primero, un golpe de autoridad ante un rival incómodo y, además, un golpe a esa tendencia de impotencia forastera. Necesitan los pepineros sentirse grandes fuera de su hogar para revertir esa imagen a la que siempre le falta un hervor. Salvo los triunfos en Logroño y Málaga, no ha conseguido el Leganés cuajar un partido completo fuera de su hogar. Siempre le falta algo y, casi siempre, en fase ofensiva. Puntería, lo bautizan habitualmente sus integrantes.

Recuperar la fe en Butarque

Pero es que ganar al Almería también sería relevante para este Leganés. Primero, porque los andaluces son rival directo en la carrera por el ascenso a la élite, bien por la vía de los dos primeros puestos (algo a lo que, por presupuesto, debería aspirar el Leganés), bien por la vía del play-off. Tumbarles en Butarque sería una forma de enseñar músculo ante un enemigo crecido y, por último, una manera de recuperar la confianza en La Avenida de los Once Leones.

Los dos últimos partidos del Leganés en su estadio dejaron cierto margen de dudas. Ante el Mallorca, por la derrota. Ante el Rayo, porque pese a la victoria, el enemigo dominó e incluso mereció el triunfo.

Ingredientes que conforman un cóctel que otorga a estas dos próximas jornadas el papel de partidos más que relevantes, casi vitales para un Leganés que aún no termina de despegar en su retorno a Segunda y pese a contar con una de las plantillas más potentes de la categoría.