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ALMERÍA

Balliu, el único que acaba contrato en 2021

Turki Al-Sheikh apuesta por relaciones contractuales de media o larga duración además de los cedidos. El lateral pretende continuar, al igual que el club.

Balliu, el único que acaba contrato en 2021
GORKA LEIZADIARIO AS

Si Alfonso García optó por contratos cortos en su segunda etapa, la llegada de Turki Al-Sheikh ha virado la política en este aspecto. Además de las cesiones con opción a compra, la nueva propiedad opta por contratos de media o larga duración. Así, con la entrada del nuevo año la próxima semana, sólo Balliu será agente libre. El lateral gerundense fue la primera entrada del jeque en agosto de 2019, firmando un contrato de dos años. Capitán en la sombra, se ha ganado con creces continuar. El '20' está a gusto en Almería y en el Almería y la intención de la entidad indálica es que continúe, por lo que todo hace indicar que las dos partes llegarán a un fácil entendimiento.

El resto de los futbolistas que tiene la UDA en propiedad seguirá con contrato en vigor más allá de la presente temporada. Eso no significa que no haya revisiones de contrato, como ha ocurrido en este 2020, cuando los rojiblancos ampliaron a Fernando un año (de 2021 a 2022) y a Martos, cedido en el Rayo, dos (de 2022 a 2024). Además del meta murciano, a otros nueve futbolistas le restan aún 18 meses de contrato, caso de Makaridze, Chumi, Peybernes, Buñuel, Centelles, De la Hoz, Petrovic, Aketxe y Corpas, mientras que Juan Villar tiene hasta 2023.

En relación a los cedidos, la UDA tiene siete a préstamo: Cuenca, Akieme, Samu Costa, Morlanes,Carvalho, Villalba y Mendes. Excepto con el central del Villarreal, los almerienses tienen opción de compra (u obligatoria según determinadas variables) por el resto. Otros nueve efectivos tienen mayor seguridad al respecto, garantizando futuro a la entidad indálica. Maras, Appiah, Lazo y Escobar cumplen sus vínculos en 2024. Por su parte, Robertone, Ramazani, Gutiérrez, Olivera y Sadiq firmaron lo máximo estipulado, esto es, hasta 2025. El Almería pretende con esta política asentar unas bases en el plano deportivo, además de asegurarse pingües beneficios en el caso de que alguno siga el camino marcado por Darwin Núñez, sacando tajada económica.