ESPANYOL-ALMERÍA | LA CONTRACRÓNICA
Una obra de arte entre trincheras
La obra de arte de RdT, otra más, decide un partido jugado en el césped y en los banquillos. "No lo necesitan, no les regales", le dijeron al árbitro los almerienses.
Único. Por el Espanyol pasaron los primeros Asensio y Coutinho, que dejaron pinceladas de su calidad, como un tanto inmortal del brasileño en el minuto 21. También Osvaldo, el primer delantero capaz de hacer olvidar a Tamudo, un artillero tan completo que daba igual darle un balón por arriba o por abajo, al espacio o sin él. Gerard Moreno creció en el Espanyol antes de convertirse en internacional, pero quizás ninguno de ellos cuente con las cualidades de RdT, un delantero capaz de todo, como demostró una vez más ante el Almería.
El gol. Porque a RdT ya se le ha visto golear de falta, de penalti, de cabeza, con izquierda y derecha, con un remate de primeras o controlando el balón en el área pequeña y resolviendo con la tranquilidad con la que un cirujano opera un corazón. También se le ha visto tirar caños, hacer cambios de orientación con precisión suiza o regatear en una baldosa. Pero ninguna de sus obras supera la de este domingo. Desde el estadio nadie prestó atención a una jugada inocua, un despeje del área perica que le cayó al madrileño en campo propio. Hizo un sombrero y condujo hacia la nada, 60 metros le separaban de la portería y ningún compañero estaba por delante. Pero en su imaginación maquiavélica, siempre buscando el gol, vio la opción de golpear a puerta desde El Prat para acabar marcando en Cornellà. El balón iba cogiendo altura y velocidad, y al unísono desde la grada pensábamos "no puede ser". Para un RdT al que le gusta pintar, como a su madre, su gol fue su Guernica.
Chispas. Porque en el RCDE Stadium se vivió una auténtica batalla de fútbol, no solo en el césped, sino también en la grada. Desde el primer momento hubo protestas airadas desde el bando almeriense, al que no le gustó la actuación del colegiado. El árbitro repartió tarjetas, Vicente Moreno calmó ánimos y Dani Pendín tuvo que contenerse en más de una ocasión. "No lo necesitan, árbitro", "no les regales" o "todo el rato igual" se escuchaba una y otra vez en un partido en el que los decibelios aumentaron especialmente en la segunda mitad.
Redimido. El Espanyol ganó como pudo hacerlo el Almería, sin duda el mejor equipo que ha pisado Cornellà-El Prat hasta el momento. Al margen de la determinación de RdT, el hombre del partido una vez más, el Espanyol no encontró su juego. Apenas tuvo posesiones largas, siempre a merced de un Almería mandón en el juego, aunque también escaso de profundidad especialmente en la primera parte. En un partido tan igualado y con el liderato en juego, Lluís pasó la prueba con nota, mientras que de nuevo el Espanyol sufrió por los costados, especialmente por el de Óscar Gil. El partido puede servirle a Mérida como impulso, cuya pillería provocó el penalti de Cuenca que decidió el encuentro.
Impecable. En un partido en el que había en juego más que los puntos (el Almería acabó desconsolado tras vaciarse y el Espanyol lo celebró más que cualquier otra victoria), el conjunto de Vicente Moreno se marcha de vacaciones de Navidad líder. La mitad del trabajo está hecho. Los 42 puntos que tanto se anhelaban el curso pasado para salvarse se han logrado ahora en 19 partidos. Al menos este nefasto 2020 se despide con la mejor de las noticias posibles.