Garitano debe ganar a Villarreal o Real para seguir en el banquillo
Kodro y Núñez, dos secundarios, le permitieron alargar su agonía en Bilbao. La vuelva a la propuesta rácana le condena. Ante el Huesca tropezó con la piedra de siempre: Vesga-Dani García (un triunfo en once partidos con ambos)
Gaizka Garitano va soportando estas últimas semanas de 2020 entre ultimátum y ultimátum. Salvó el pescuezo ante el Betis y volvió a revivir ante el Valencia y Huesca, aunque ante los altoaragoneses el fútbol fue miserable. Le quedan Villarreal y Real Sociedad para que caiga el telón del año. Más le vale ganar uno de los dos. El viernes se empeñó en la dupla Dani García-Vesga. Con ellos de titulares había ganado un partido de los once disputados (9 fueron a domicilio). Pues eligió tropezar con la misma piedra. Y no es menos inoperante la Muniain-Williams. Iñaki ahora mismo es un cero a la izquierda, no se va de nadie, apenas define y hasta se le ve malhumorado.
No todo es tan malo
Garitano salvó hace dos temporadas a los leones de una seria amenaza de descenso y los ha tenido siempre peleando por un billete europeo, aunque sin conseguirlo. Los llevó a una final de Copa aún por disputarse y que desató la euforia entre los seguidores rojiblancos. Pero estos, siempre tan cariñosos con Bielsa, no acaban de tragar al preparador deriotarra. Tal vez porque su discurso no es tan floreado ni es amigo de las excentricidades. No se le perdona el reciente discurso de que no hay calidad para ganar de seguido o que poner a los jóvenes tiene el peaje de las derrotas.
Fútbol rácano
| Clasificación | PTS | PG | PE | PP |
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Durante muchos años el Athletic vivió de los goles de Aduriz, pero ya no está. venían épocas de vacas flacas. Hay una generación que se asoma que ha generado enorme ilusión, Villalibre, Sancet, Vencedor... No es que hayan ganado gran cosa con el filial, pero la gente quiere ver en ellos a estrellas del futuro. Pero el técnico se empeña en la fórmula de los 'Garcías', Raúl y Dani, y la fluidez y el dinamismo se resienten. No tirar a puerta se había convertido en una costumbre. El técnico vasco vive en el alambre y cualquier golpe de viento puede derribarle. Ante el Huesca le salvaron la cabeza dos jugadores que no cuentan: Kodro y Núñez.
Racha escasa
La resistencia bilbaína con diez en el Alfredo Di Stéfano fue heroica, parecía tratarse de un punto de inflexión. La racha con tres partidos fuera con buena imagen en Getafe (1-1), Mestalla (2-2) y Valdebebas (3-1) quedó afeada por una derrota clara frente al Celta en San Mamés (0-2), que dejaba a Garitano ante el Huesca casi en la misma situación que cuando superó su primer 'match ball' ante el Betis. Hace seis jornadas.
Primer 'match ball'
Se la jugaba ante el Betis y lo superó. "La semana próxima tendré otro match ball", bromeaba el propio protagonista. Ante los verdiblancos respondió con una alineación revolucionaria sin los 'Garcías', Dani y Raúl, que logró una convincente goleada (4-0) liderada por el 'Bufalo' Asier Villalibre, aún sin marcar.
Kodro, al rescate
El viernes, ante un Huesca muy inocente pero que tachó a Villalibre por un rodillazo en las lumbares, salió Kodro y dio otra vida a Garitano. Aunque sin el consenso que merece una victoria, parece que le durará por los menos hasta el martes en Villarreal. Con una presumiblemente agitada Asamblea General el domingo siguiente, ese encuentro en La Cerámica puede ser el decisivo para el técnico de Derio. Obligado a ganar o al menos agradar mucho con su propuesta para gozar de una vida más. La enésima.