El Almería sigue la estela de Mallorca y Espanyol
Los de José Gomes sufrieron para doblegar a un buen Málaga. Los goles de Sadiq, Maras y Ramazani decidieron. Los de Pellicer, con Joaquín como principal amenaza, tuvieron sus opciones en el segundo tiempo.
El Almería no pierde comba y mantiene el ritmo infernal que marcan Mallorca y Espanyol. Los tres ‘gallitos’ de Segunda salen casi a victoria por jornada desde hace bastantes semanas y han abierto ya una brecha considerable con sus perseguidores (el Leganés queda ya a seis puntos). Entre los que le siguen de cerca no está el Málaga, cuyo proyecto inundado de austeridad sigue dando síntomas bastante positivos y que estuvo muy cerca de cortar de raíz la racha imperial de los rojiblancos.
Un error flagrante de Benkhemassa y varias paradas de mérito de Fernando cuando el partido entró en su fase decisiva dejaron a los de Pellicer con la miel en los labios. Sadiq, Maras y Ramazani echaron por tierra el buen partido del Málaga y de Joaquín, otro puntal emergente de un equipo bien construido, con hambre y que está para más de lo que dicen sus tremendas limitaciones económicas.
La temprana lesión de Iván Calero (minuto 8) condicionó el plan de partido de Pellicer. Con Escassi aún muy requeante, el técnico le relevó por Benkhemassa y retrasó a Luis Muñoz, que formó como central zurdo en la recuperada línea de cinco defensas. El Málaga tardó unos minutos en hacerse al cambio y ese desajuste le costó el primer gol. El francoargelino cometió un error de principiante y entregó el balón en una posición crítica a Fran Villalba, que sólo tuvo que habilitar a Sadiq para que el nigeriano siguiese con su temporada para enmarcar (seis goles y tres asistencias) y batiese a Dani Barrio.
El planteamiento visitante había saltado por los aires en apenas ocho minutos. El Almería estuvo a punto de liquidar el partido en un disparo de Aketxe que exigió a Dani Barrio tras una gran jugada ofensiva y una excelente lectura de Sadiq. Corría el minuto 21 y a partir de ahí los de Pellicer soltaron amarras y equilibraron el encuentro. Y el Málaga encontró su premio en una acción que sirvió de alivio a Benkhemassa. El pivote se tomó cumplida revancha y penalizó un error en la salida de balón de Fran Villalba para recuperar un pelota que Caye Quintana convirtió en oro. El delantero telegrafió una jugada perfecta y sirvió en bandeja el gol a Joaquín Muñoz. El extremo no perdonó e igualó el partido en el tercer minuto de la prolongación del primer tiempo.
El Málaga alcanzó el descanso con el pecho henchido, habiendo salvado una situación crítica y sintiéndose con opciones de discutirle los tres puntos a uno de los cocos de la categoría. El 1-1 le dio vuelo y la segunda parte empezó como acabó la primera. José Gomes trató de alterar el rumbo del encuentro y cambió por completo la línea de mediapuntas. Lazo, Ramazani y Carvalho fueron sus apuestas para tratar de hacer descarrilar a un Málaga que en esos momentos se sentía muy cómodo sobre el césped.
Los cambios no descompusieron al Málaga. Todo lo contrario. Fue Joaquín el que agarró el partido por la solapa para convertir en el héroe de la tarde a Fernando, que había sustituido a un lesionado Makaridze en el primer tiempo. Dos disparos y una asistencia a Ramón que encontraron como respuesta tres paradas de mucho mérito. La última apuesta del mercado del Málaga fue Joaquín y su importancia dentro del equipo es mayor cada partido que pasa. Está llamado a ser determinante. Aunque en este caso lo fue más el portero rojiblanco. Sus paradas permitieron la réplica del Almería y acto seguido un centro lateral de Carvalho lo cabeceó Maras a la red.
Esta vez fue Mejías el señalado en ese mal endémico en el que se han convertido para el Málaga los centros laterales. La jugada da para debate porque Sadiq, que estaba en fuera de juego, hizo intención de rematar aunque quien impactó finalmente con el balón fue el central y el gol subió al marcador. El galimatías que ha formado el colectivo arbitral con la interpretación de la norma en las manos y en los fueras de juego sigue siendo indescifrable hasta para los propios árbitros.
El Almería se vio 2-1 con apenas diez minutos por jugar después de haber estado contra las cuerdas y replegó líneas. El gol cortó las alas a un buen Málaga al que le faltaron lucidez y piernas para volver a levantar el partido. Los locales finiquitaron el choque en una contra con la que Ramazani puso la rúbrica a un partido muy sufrido para el Almería, que sigue enganchado al vagón de Mallorca y Espanyol, hasta ahora intratables. El Málaga, en cambio, se vuelve de vacío aunque con el consuelo de haber tenido durante muchos minutos contra las cuerdas a uno de los transatlánticos de Segunda.