El 'déjà vu' de Simeone, el nuevo Atlético y otro KO ante el Madrid
En la 2016-17, el técnico buscaba un juego más vistoso, con Koke al mando, y el equipo ofreció muy buen rendimiento, pero un derbi perdido echó atrás el plan.
Está el Cholo dándole una vuelta de tuerca al equipo, una vez superada la transición, agarrados todos al crecimiento de João Félix y tratando de explotar a Suárez. Es un renovado Atlético, con diferentes dibujos que se desmarcan del tradicional 1-4-4-2 y que, a pesar del traspié del Di Stéfano, funciona y tiene al equipo arriba en LaLiga y en los octavos de la Champions. Pero no es la primera vez que el argentino busca un cambio en el estilo. En anteriores ocasiones, los resultados le echaron atrás en sus planes. Hace cuatro años, por ejemplo, lo intentó de forma evidente y fue una severa derrota frente al Real Madrid, como ocurrió este sábado, la que le hizo recular y volver a la idea clásica.
Para la 2016-17, tras el varapalo de la Champions en Milán, Simeone se convenció de que era el momento de dar un giro, pues contaba con un plantel lleno de talento, al que se incorporaban Gaitán y Gameiro. El nuevo plan pasaba por darle la manija a Koke, que se desplazaba de la banda al medio junto a Gabi. En los carriles, futbolistas de vocación ofensiva como Correa y Carrasco; arriba, Griezmann y Gameiro o Torres. El equipo empezó LaLiga con dos empates, pero pronto cogió vuelo. El 7-1 al Granada (jornada 8), con hat-trick del belga, fue el cénit y puso al Atleti líder y con las expectativas disparadas. Las piezas encajaban, el grupo se divertía, los resultados prometían… hasta que llegaron los tropiezos.
El equipo cayó en Anoeta antes del parón de noviembre y empezaron las dudas. El capitán Gabi expuso las suyas: "Koke está jugando bien por el centro, pero a la hora de defender somos más frágiles". Al Cholo no le gustaron nada esas declaraciones. A la vuelta del parón, el Madrid venció 0-3 en el Calderón. Ese varapalo sí dolió más. En la jornada 12, el Atleti se veía sexto a nueve puntos del líder. Simeone sintió que se había equivocado y dio un paso atrás en el cambio de guion rojiblanco. Retorno a lo tradicional, a lo que tan bien le había funcionado desde 2012.
Ahora, como entonces, todo funcionaba hasta el derbi, donde nada le salió bien a los colchoneros. Siguiendo con el paralelismo, la derrota podría hacer replantearse ciertos aspectos al Cholo, pero el convencimiento es mucho mayor que en 2016. Como ha explicado el míster, es el equipo quien, con su rendimiento, marca la evolución: “Hay un crecimiento de futbolistas que nos dan opciones y los técnicos nos sumamos a lo que nos piden”. Eso sí, el equipo tendrá que mostrar las buenas sensaciones que le auparon a lo más alto de la clasificación. Si así sucede, el nuevo Atleti prevalecerá.