Intratable Mallorca en otro lío arbitral
La roja a Ibáñez lastró a un buen Leganés con diez desde el 39’. Octava expulsión para un rival de los bermellones. El gol de Amath, precedido de un saque de banda mal pitado.
El Mallorca prolongó su condición de equipo intratable en un feudo, Butarque, que antes de su llegada también compartía virtud (casi) inexpugnable. Tras seis triunfos consecutivos, el Leganés volvió a caer en su casa con la dignidad rebosando de su fútbol y la indignación, de su corazón. La roja a Rober Ibáñez al borde del descanso y la acción del 0-1 de Amath (un saque de banda que debió ser madrileño) indignaron a la parroquia madrileña. De nada sirvió. El Mallorca sigue líder. El Leganés se mantendrá cuarto pase lo que pase en la jornada.
Inició vestido el Lega con el traje de las ambiciones de gala. Once de corte ofensivo y medular poblada (se pasó del 4-4-2 al 4-2-3-1) para discutirle la posesión al poderoso visitante. El balón es tesoro insular. Una dorada ambición que los de Martí birlaron hasta que se quedaron con diez para convertir la primera mitad en cuajada espesura. Un escenario áspero para el líder y propenso para los pepineros. Porque la intensidad y el ritmo eran blanquiazules frente a unos bermellones incómodos, sin continuidad, ni desborde. También lucieron una pizca de desesperación.
La ratonil presencia de Rober Ibáñez incomodaba constante en la banda derecha y excitó a un banquillo visitante especialmente bullicioso en las protestas arbitrales. Griterío ahogado cuando Sagués Oscoz mostró la segunda amarilla al propio Ibáñez (39’) por un brazeo discutible. Es la octava roja que muestran a un rival de los baleares, los más beneficiados con estas acciones de Segunda. El valenciano se marchó incrédulo por el castigo en el prólogo de un descanso al que se llegó sin apenas ocasiones. Sánchez tuvo la más clara. Casi la única. Cuéllar la detuvo sin demasiado riesgo.
La reanudación descorchó un nuevo partido con único dueño (Mallorca) y mismos protagonistas: los árbitros. Amath hizo el 0-1 (61’) en una enrevesada acción que llegó precedida de un saque de banda que debió ser pepinero. Bramó de indignación un Lega que, encorajinado, trató de revolverse en un braceo de impotencia sin premio para compensar tan digna reacción. Arnáiz en un remate cruzado (90’+2’) rozó la gesta inconclusa.