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REAL SOCIEDAD

22 años de uno de los episodios más negros del fútbol español

La afición de la Real recuerda el asesinato de Aitor Zabaleta en los aledaños del Vicente Calderón. Fue apuñalado y falleció horas después.

22 años de uno de los episodios más negros del fútbol español

El 8 de diciembre de 1998 tuvo lugar uno de los episodios más negros que ha tenido que sufrir el fútbol en nuestro país. Aitor Zabaleta, un aficionado de la Real Sociedad, fue asesinado en los alrededores del Vicente Calderón cuando se dirigía a animar a su equipo en la eliminatoria de la Copa de la UEFA contra el Atlético de Madrid. 22 años después, en el mismo día en el que ocurrió el lamentable suceso, una veintena de seguidores txuri-urdin le han vuelto a recordar con mucho dolor con un sencillo acto junto al monolito en su memoria que está situado frente a la fachada principal de Anoeta.

Ha sido un acto sencillo, deslucido por el contexto actual que vivimos con la pandemia del coronavirus, pero con el que no ha podido ni la Covid-19 ni la tromba de agua que ha caído durante toda la jornada sobre San Sebastián. La afición de la Real ni olvida, ni perdona. Es un hecho que todavía permanece en la memoria de todo el entorno realista, como demuestra que Aitor Zabaleta da nombre a la grada más animosa del estadio donostiarra, en el fondo de la portería que da al miniestadio de atletismo, y que se ha convertido en una especie de santuario para la afición de la Real.

De no estar en medio de una pandemia global, el acto de homenaje y recuerdo hubiera sido otra vez multitudinario, como suele ocurrir cada 8 de diciembre. Eso sí, la emotividad y la emoción no desaparecieron. La veintena de seguidores que acudieron portaron pancartas en recuerdo a Aitor Zabaleta e imagen del tristemente desaparecido aficionado realista. No faltaron los cánticos ya clásicos con el que le recuerdan en cada partido y los aplausos que precedieron a un emotivo minuto de silencio. Aitor Zabaleta permanece siempre en el recuerdo.

Aitor Zabaleta fue un aficionado de la Real Sociedad cuyo único problema fue acudir a un estadio fuera de San Sebastián a animar a su equipo vestido con la camiseta del equipo realista. En las horas previas del partido europeo en el ya extinto Vicente Calderón, mientras estaba tomando algo en uno de los bares que había en sus alrededores, fue atacado por un grupo de ultra que iban ataviados con indumentaria del Atlético (no se les puede llamar aficionados a ese tipo de gente que va a un partido con un arma blanca), y uno de ellos le clavó un puñal en el abdomen, cuando estaba en presencia de su novia y otros amigos. Fue trasladado de urgencia al hospital, donde falleció al cabo de unas horas. El partido se jugó conociéndose la noticia, preocupados por el estado de salud de un seguidor txuri-urdin apuñalado en las horas previas. Perdió la Real y quedó eliminada de Europa, pero fue lo de menos. Aquella fecha no se olvidará nunca porque mataron a un seguidor de fútbol solo por ir a animar a su equipo. Fue Aitor Zabaleta. Desde entonces en el cielo donostiarra hay una estrella Txuri-urdin más animando siempre a la Real Sociedad.