Luces y sombras de Timo Werner
El delantero del Chelsea está realizando un buen juego combinativo pero no termina de explotar su faceta goleadora, con gruesos fallos en la finalización.
Este pasado verano el Chelsea incorporaba a sus filas a Timo Werner, un delantero pretendido por media Europa debido a su facilidad para hacer goles en la Bundesliga. Abramóvich logró convencer al ariete alemán con una suculenta oferta: un sueldo de 15 millones y medio de euros por cinco años. El dueño del equipo blue le convertía en el jugador mejor pagado de la plantilla por delante de Kanté y el desterrado Kepa (ambos 8,7 kilos por temporada).
Si desgranamos su rendimiento actual tras 17 encuentros disputados, vemos a un Werner muy combinativo y veloz, dotes de sobra conocidos en él. Eso sí, le está costando marcar como hacía en el RB Leipzig. A estas alturas, el futbolista de Stuttgart llevaba el curso pasado 11 goles en competición doméstica, por 4 que acumula ahora.
Lo más llamativo están siendo sus fallos frente a portería. La presente temporada ha errado 6 ocasiones de anotar con un xG (goles esperados) de un 0.40 o más. Esta métrica mide la probabilidad de marcar en una oportunidad determinada, algo inconcebible en un futbolista a priori tan fiable en la definición como él.
Ante el Rennes en Champions, Hudson-Odoi le ponía un caramelo en forma de asistencia que el jugador germano erró de forma inexplicable enviando el cuero a las nubes. En ese mismo duelo, disparó al muñeco ante la salida desesperada del guardameta francés. Frente a un rival directo como el Liverpool, Werner no enganchó un formidable servicio tejido desde costado derecho. Era un gol cantado.
Este pasado fin de semana, ante el Leeds de Marcelo Bielsa, tuvo un error que dio la vuelta al mundo. El balón cruzó todo el área y llegó hasta donde estaba el delantero, que no pudo rematar en condiciones y solo rozó el balón. Para colmo, en la segunda jugada instantes después, no conectó de forma correcta el esférico, que pegó en el travesaño. Finalmente, el Chelsea pudo vencer al Leeds por 3-1 y al menos Werner se sacó la espina con una asistencia en el último tanto.
Precisamente, en la faceta combinativa está actuando con finura y destreza. Sus 4 asistencias, con toques sutiles y con criterio, muestran a un jugador que no solo vive del gol. Ya sea al espacio o en estático, su visión de juego y asociación le viene de perlas a un equipo que juega eléctrico y dinámico. Eso sí, tendrá que afinar la puntería si quiere llegar a ser el jugador determinante que fue en Alemania.