Pedro y Fonseca, expulsados en el empate de la Roma
Los giallorossi no pasaron del 0-0 ante el Sassuolo y están enfurecidos con el árbitro Maresca. Dejó muchas dudas la expulsión del español y hubo más decisiones controvertidas.
Roma y Sassuolo no pasaron del empate a cero, algo inesperado para dos delanteras entre las mejores de la Serie A. Los giallorossi no lograron olvidar la dolorosa derrota de Nápoles (4-0), aunque merecieron más ante los de De Zerbi, que no lograron mostrar su gran juego como ya ocurrió hace una semana con el Inter. Los equipos disputaron con buen ritmo la primera parte, que se encendió en su tramo final. Los romanisti se fueron al descanso enfurecidos con el árbitro y Fonseca, que exageró con las protestas, fue expulsado. Las razones del enfado fueron la segunda amarilla que vio Pedro en el 40' (la primera dejó muchísimas dudas), por una entrada sobre López (el español nunca había sido expulsado en un partido liguero), y un tanto anulado por el VAR a Mkhitaryan, debido a una falta de Dzeko en la jugada.
Los locales, a pesar de la inferioridad numérica, fueron de menos a más en la segunda parte. Raspadori rechazó en la línea de gol una volea de Dzeko y un centrochut de Spinazzola golpeó el poste. El monólogo romanista se interrumpió en el 75' por un golazo de Haraslin, que batió a Mirante con una preciosa rosca desde fuera del área. El VAR volvió a intervenir, señalando un fuera de juego que canceló su proeza.
En los últimos diez minutos el colegiado Maresca le dio más motivos a los giallorossi para protestar. Primero, amonestó a Obiang por una durísima entrada sobre el tobillo de Pellegrini (pudo ser roja directa) y luego no concedió un penalti por una mano de Ayhan tras un centro de Spinazzola. Fonseca utilizó a un Mayoral cada vez más en forma para el arreón final, pero no tuvo éxito y la última emoción del enfrentamiento fue un cabezazo del neroverde Bourabia, que llegó a centímetros del 0-1 en el descuento. Habría sido demasiado injusto para una Roma enchufada también con uno menos, pero sin puntería y con poca suerte en las decisiones arbitrales.