La montaña rusa del exatlético Roberto Jiménez en Valladolid
Empezó la temporada como suplente, jugó seis jornadas y ahora acumula cuatro partidos, de nuevo, en el banquillo. Sería una sorpresa verle como titular ante su equipo de formación.
Roberto Jiménez llegó este verano a Zorrilla con la intención de competir por el puesto de portero con Jordi Masip. El meta fuenlabreño no logró triunfar en Inglaterra y llegaba al Real Valladolid con el objetivo de reivindicarse después de la mala experiencia en el West Ham, su penúltima parada de una carrera muy prolífica. Empezó jugando en la cantera del Atlético de Madrid y en la temporada 2005-06, con 19 años, hizo su debut en el club colchonero en El Sadar, donde los rojiblancos perdieron 2-1. Estuvo cedido en el Nastic y en el Recreativo de Huelva y en la temporada volvió al Atleti para jugar, sólo, tres partidos por lo que volvió a salir a préstamo al Real Zaragoza. Jugó en la campaña 2010-11 en el Benfica, 25 partidos, y después firmó dos años, de nuevo, con el conjunto aragonés con el que bajó, igual que con el Málaga. Pasó también por el Olympiakos y el Espanyol antes de marchar a Inglaterra, al West Ham, donde tampoco tuvo mucho protagonismo por lo que en el mercado de invierno de la temporada pasada aterrizó en el Alavés para salvarlo del descenso. En total, cerca de 350 partidos, por lo que a su llegada señaló que quería alcanzar los 400 en Valladolid.
Empezó la temporada con Jordi Masip en la portería, en el partido inaugural contra la Real Sociedad, en el que el catalán cometió un error que le valió dos puntos a los pucelanos, pero no perdería el puesto por ese error, sino porque fue contagiado por Covid y tuvo que mantenerse aislado. Roberto asumió e hizo buenos partidos, con paradas de mérito, pero encajando dos goles de media. El equipo no ganaba. Llevaba cinco partidos jugando cuando Masip entró en la convocatoria, de nuevo, ante el Huesca (2-2), pero Sergio González le mantuvo como titular.
Parecía que se había ganado el puesto. Nada más lejos de la realidad porque el técnico le devolvió los guantes de titular a Masip en el siguiente partido, ante el Villarreal (2-0) y desde ahí sigue jugando el portero catalán con dos victorias (Athletic y Granada) y un empate. Una auténtica montaña rusa de emociones. Evidentemente, el meta madrileño no se resignó sigue trabajando a tope, pero en sala de prensa también mostró su enfado y desconcierto cuando recibió el trofeo al mejor del mes votado por la afición blanquivioleta.
De esta manera, el sábado, lo más seguro es que Roberto tenga que esperar su oportunidad en el banquillo ante el Atlético de Madrid en la visita al Metropolitano. Seis veces se ha enfrentado el portero de fuenlabrada a los colchoneros con el resultado de una victoria, un empate y cuatro derrotas. El único partido que ha ganado al conjunto rojiblanco se disputó en la temporada 2011-12 y militaba en el Zaragoza (1-0).