Zidane se la juega el 9-D

De entre todos los entrenadores que ha tenido Florentino Pérez, no cabe duda de que Zidane ha sido el que más satisfacciones ha reportado al presidente del Madrid: tres Champions, dos Ligas y otros seis títulos para un total de 11 (sólo le supera en la historia blanca Miguel Muñoz, con 14). Sin embargo, haber llenado las vitrinas del Bernabéu no exime al técnico marsellés del trago amargo que producen los malos resultados, cada vez más frecuentes en la Casa Blanca: tres derrotas, un empate y una victoria en los últimos cinco encuentros.

De especial relevancia ha sido el último palo, recibido de manos de un Shakhtar que le ha birlado los seis puntos al Madrid y que deja a los blancos en situación comprometida en la Champions, prácticamente obligados a ganar al Borussia Mönchengladbach en Valdebebas el próximo miércoles. Y puede estarle agradecido Zidane a su excompañero Antonio Conte, técnico del Inter, pues la victoria italiana en Alemania dio oxígeno al Madrid, que ahora depende de sí mismo para estar en octavos. El futuro de Zizou pende de lo que suceda ese día. La visita al Sevilla del sábado nunca será definitiva.

En el Real Madrid niegan a este periódico la condición de cuestionado de Zidane; tampoco sería el primer entrenador cesado poco después de ser ratificado. Pero lo que verdaderamente empujaría al club a tomar la salida más difícil sería la perspectiva histórica de una hipotética eliminación de la Champions: desde que la competición amplió su cuota de participantes más allá de 16 equipos y se permitió ingresar a varios clubes de un mismo país, el Madrid nunca ha caído eliminado en la fase de grupos. Son 23 ediciones consecutivas con presencia blanca en octavos de final (ya sea en eliminatorias o en el formato de fase de grupos de octavos que la UEFA introdujo en cuatro ediciones, entre la 1999-00 y la 2002-03).

En las actuales circunstancias, el abanico de opciones del Madrid en Champions es amplísimo: puede ser primero, segundo, ir a la Europa League (competición desconocida para los blancos; la última vez que jugó la Copa de la UEFA, germen del actual torneo, fue en la 1994-95, eliminado por el Odense danés en el Bernabéu) o finalizar cuarto, castigado sin más Europa esta temporada. Sólo las dos primeras opciones garantizan la continuidad de Zidane; las dos últimas certifican el final de su segunda etapa. El club vería humillante jugar la Europa League...

Fue él mismo quien cortó de raíz la primera tras levantar la tercera Champions consecutiva, en junio de 2018; en el Madrid no descartan que el francés ya medite hacer lo mismo en el verano de 2021, a la vista de que su discurso cada vez cala menos en el vestuario. En las últimas semanas ha combinado decisiones discutibles (reservó a Casemiro en Ucrania), enfados notorios de algunos jugadores (Isco, que ha pedido salir, bromeó con lo poco que cuenta) y un aire crispado en las ruedas de Prensa hasta ahora desconocido. En otro tiempo, la interminable sonrisa de Zizou y las victorias lo tapaban todo; ahora, con más pinchazos (ocho: cinco derrotas y tres empates) que triunfos (siete), el técnico empieza a sentir cómo se hunden sus pies en el barro...