Giroud pone al Sevilla en su sitio
EI Chelsea despertó al Sevilla del sueño de ser líder de grupo. Los cambios no funcionaron y la segunda unidad de Lopetegui quedó más que señalada.
Se anunciaban rotaciones en la previa y vaya si las hubo. De hecho, más de las esperadas. Sirva como dato que en el Sevilla fue por primera vez titular en lo que va de temporada Franco Vázquez. Además, Lopetegui dio descanso a Koundé, Fernando, Jordán, Munir, Ocampos y De Jong. Sólo Navas, Diego Carlos y Rakitic fueron los que repitieron respecto al once titular más utilizado este curso. No se quedó atrás Lampard, que dio descanso a sus delanteros Ziyech, Werner y Abraham, además de a Kanté. En resumidas cuentas, el Sevilla saltó con siete caras nuevas respecto a su último partido liguero mientras que el Chelsea lo hizo con nueve.
Y si hubo novedades en los onces titulares, las sorpresas continuaron tras el calentamiento. El checo Tomas Vaclik sintió unas molestias por lo que dejó su puesto en la portería a Alfonso, portero del filial que hizo su debut oficial a los 20 años en un partido histórico para el club. Medio minuto tardó en tener que hacer su primera intervención para despejar un centro envenenado de Havertz desde la derecha que se colaba en la portería.
Dos avisos dio el Chelsea antes de adelantarse en el marcador con el tercero. El Sevilla no supo como ubicarse en el campo desde el inicio y prácticamente defendió mirando una conducción de Havertz que acabó en los pies de Giroud, que marcó a placer. Los hombres de Lampard lo habían tenido muy fácil y decidieron dar la pelota al Sevilla para matar a la contra. Sin embargo, los locales se armaron de paciencia y a base de tocar y tocar fueron llegando a la portería de Mendy, aunque con poca claridad. Lo más reseñable fue un barullo en el área londinense tras un buen balón de Óscar a balón parado que acabó con el VAR revisando un posible penalti por mano que no se concedió.
De este modo, la primera parte fue transcurriendo con los intentos del Sevilla de asomarse al área rival con escaso éxito. El Chelsea, mientras, encontraba autopistas cada vez que decidía salir a la contra, que por suerte para los de Lopetegui no fueron demasiadas veces. La rotación extrema había fracasado, sobre todo en el centro del campo, y sólo la calma con la que los de Lampard se tomaron el partido y alguna buena intervención de Alfonso evitaron que la ventaja fuera mayor en el marcador al descanso.
Apuntaba a cambiar el guión en la segunda mitad tras dos chispazos de Navas en ataque pero fue un espejismo. Si en el primer acto tardó ocho minutos Giroud en hacer sangre con la débil defensa sevillista, en esta ocasión tardó un minuto más para quitarse de encima a Sergi Gómez y definir con una suave vaselina ante la salida de Alfonso. Si había pocas señales que invitaran al optimismo, la cuesta arriba se empinó aún más.
Lopetegui buscó soluciones en el banquillo, pero éstas iban más encaminadas a seguir gestionando los descansos de los jugadores más usados que para buscar la remontada. El Chelsea, y más concretamente Giroud, tenían ganas de mas y el delantero francés se dio el gusto de cerrar su triplete goleador con un gran cabezazo ante el que nada pudo hacer el debutante Alfonso. De hecho, el debutante fue el principal culpable de que la goleada no fuera mayor. Un borrón muy feo para dejar casi finiquitada una fase de grupos que el Sevilla concluirá como segundo clasificado.