El Sabadell y el día de la marmota
De los diez encuentros que ha perdido el conjunto arlequinado esta campaña, nueve han sido por goles recibidos más allá del minuto 75.
El Sabadell parece que está inmerso en el día de la marmota. Es difícil explicar cómo el conjunto arlequinado no logra salir vivo de sus partidos, pero lo cierto es que está dejando escapar puntos que al final de temporada puede llegar a echar de menos por desconexiones en los minutos finales de partido. El equipo de Antonio Hidalgo ha perdido diez partidos de los 14 que lleva disputados y nueve de ellos se han producido por goles que han llegado más allá del minuto 75.
Para mantenerse un curso más en Segunda, el Sabadell debe mejorar, y mucho, en este aspecto y es que partidos que tenían empatados o incluso ganados, los han desperdiciado por unos minutos finales de partido horrorosos. La pasada derrota ante el Fuenlabrada (1-2) por un gol recibido en el 88’ no fue extraordinaria porque la desgracia arlequinada se inició ya en las cuatro primeras jornadas de Liga. Y el motivo es que el Rayo le ganó en el 87' (2-1); el Mallorca lo hizo en el 84’ (1-0); el Espanyol, en el 83' (0-1); y el Mirandés, a partir del 75' (0-2). El único equipo que ha sido capaz ganarle con mayor margen de tiempo ha sido el Albacete, que le endosó un 3-0, y su primer tanto llegó en el 33'.
Caer en los minutos finales es doloroso y es algo a lo que el Sabadell, de manera peligrosa, se está acostumbrando. El mal fario le persigue. Su racha actual es de una victoria y cinco derrotas en los últimos seis encuentros y todos estos traspiés se han producido cuando los partidos, a priori, estaban destinados a finalizar en empate. Pero entonces siempre ha aparecido la maldición arlequinada este curso y se han acabado perdiendo. Y los datos son claros: el Almería les venció en el 92' (1-2); el Málaga, tras lograr el 1-2 en el 75'; el Logroñés hizo el 1-0 en el 82’, el Sporting le hizo dos goles en el último cuarto de hora (3-1); y el KO del Fuenlabrada también es historia porque, el 1-2, además de ser al borde del añadido de la segunda mitad, fue en propia portería. Un dejà vú que les está quitando vida porque si los partidos sólo duraran 75 minutos, el Sabadell tendría 11 puntos más.