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Víctor Mongil: "Hay que ser muy valiente para conducir por Georgia"

El vallisoletano milita en el Dinamo de Tiblisi y busca su tercer título de liga. Echa de menos Valladolid y a su familia, pero se encuentra bien y seguro en su destino

Valladolid
Víctor Mongil: "Hay que ser muy valiente para conducir por Georgia"
Víctor Mongil

Víctor Mongil es un vallisoletano (Laguna de Duero 21-6-1992) que añora su tierra pero que, como muchos otros, ha tenido que buscarse las habichuelas lejos de Valladolid. Criado en la cantera blanquivioleta llego a cumplir el sueño de jugar en el equipo de su tierra, aunque la ley del fútbol le llevó a emigrar y a pasar por distintos equipos en España hasta tener que irse lejos, a Georgia o la India para seguir su carrera y ganar sus primeros títulos. Ahora mismo está en Tiblisi, enrolado en una segunda etapa en el Dinamo con el que fue campeón de liga la pasada campaña. La situación mundial de pandemia también afecta al país, aunque como ocurre en otras partes, de forma distinta en cada lugar: "Hasta ahora había normalidad, pero también nos llegan las restricciones y sólo quedarán abiertos los supermercados y las peluquerías y cosas así. Aquí van un paso por delante e intentan anticiparse a lo que va a venir, para evitar sustos cuando llegue lo más complicado", nos contaba Víctor desde Tiblisi, capital de Georgia donde se encuentra.

El lagunero llegó a últimos de agosto y se incorporó a una disciplina que ya conocía "del año pasado; yo me fui en diciembre, aunque el cuerpo técnico y otros compañeros queríamos quedarnos, pero la directiva quiso hacer cambios que no les salieron bien y nos han vuelto a repescar en agosto al cuerpo técnico y a mí. Mientras no estuve aquí, me fui a la India, jugué en el Kolkata y logramos el título de liga. Cuando volvió a Georgia el cuerpo técnico que había confiado en mí la primera vez, aunque tenía más cosas, no me lo pensé porque conozco la ciudad y a los compañeros y estoy muy bien".

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Víctor Mongil

Lo cierto es que llama la atención el destino, Georgia y Víctor Mongil también se llevó una sorpresa cuando conoció el país: "Cuando surgió la oportunidad lo cierto es que no sabía ni dónde estaba, pensé incluso en la Georgia de EEUU... y lo cierto es que es un país que me sorprendió muchísimo. Hay un gran contraste entre una vida de extrema pobreza a una vida más normal tirando a alta; hace 10 o 12 años tuvieron una guerra civil bastante dura y van saliendo; la capital está creciendo muy rápido en infraestructuras y en la mentalidad de la gente. Mi entrenador es Xisco Muñoz que ya estuvo por aquí hace cinco años como jugador y él me cuenta que sí se nota mucho la diferencia con aquellos años que eran mucho más difíciles para la gente y él ha vivido más ese cambio. Es un país que está avanzando muy rápido. Yo me encuentro muy bien aquí".

La integración en el equipo y en el entorno parece que Mongil la lleva por buen camino y se siente seguro en esta aventura: "Se puede vivir muy parecido a España, la única diferencia grande que noto es el tema de la comida... pero claro, como en España no se come en ningún sitio. A mí me da mucha seguridad encontrar tanta policía por las calles; llevo año y medio por aquí y nunca he tenido sensación de estar amenazado o en peligro. ¿Cómo es la vida aquí? hay mil restaurantes... hay uno español y alguna vez, cuando echamos de menos el jamón o la paella, vamos a quitarnos las ganas visitando al dueño que es de Barcelona. Hay supermercados enormes incluyendo el Carrefour, las mismas cadenas de ropa que en España (Zara, Máximo Dutti...), hay cosas muy similares y te sientes como en casa, además la gente es muy sociable, te ven de fuera y enseguida te echan una mano si ven que lo necesitas".

Lo que no parece tan fácil es conducir y de ello da fe Víctor Mongil con una sonrisa: "Sí conduzco... pero aquí van un poco como locos, por no decir que se saltan las reglas cuando quieren... no sé ni como logran sacarse el carnet sinceramente... te pueden encontrar un coche circulando por un carril de sentido único... o el cinturón no es obligatorio en las plazas de atrás, hablan con el móvil en la mano y no pasa nada y no les multan. Para conducir por Georgia hay que ser muy valiente, si quieres entrar en una rotonda tienes que tener decisión y meter el morro o no te dejan entrar nunca... eso sí, una vez que estás dentro ya te dejan paso. hay que ser 'echado palante', sino no te respetan".

Esta vez afronta la aventura él solo, ya que en su primera etapa sí le acompañó su mujer, pero esta vez la pandemia lo ha complicado todo: "Sí, es todo mucho más complicado. Yo pude venir y empezar a entrenar a los dos días porque la federación nos dio un permiso especial y evitamos pasar la cuarentena de 15 días en un hotel. Cada tres días nos hacen una PCR y nos controlan y con ese permiso de la federación me puedo mover; el problema es que mi mujer si llega a venir hubiera tenido que estar aislada esos 15 días metida en un hotel ella sola y eso es complicado. Además, ella es maestra y el año pasado sí pudo venir porque estaba estudiando la oposición, pero esta vez ya está trabajando y es más complicado, así que desde agosto no nos hemos visto más que por vídeo llamada y lo cierto es que se hace duro".

Otra de las cosas que destaca Víctor Mongil es el club en el que está y las condiciones de trabajo que ha encontrado: "Tienen unas instalaciones tan buenas que ni ellos mismos saben lo que tienen comparando con lo que hay por ahí. Es una pasada, yo venía para tres meses porque la liga se acaba en diciembre y tienen unas instalaciones tan buenas que les dije que si me daban habitación en la residencia, me quedaba en la ciudad deportiva y aquí estoy, vivimos en la residencia y tengo todas las comodidades, no he necesitado buscar casa. Yo he jugado en Valdebebas y conozco gente de la cantera del Madrid y esta ciudad deportiva es semejante a Valdebebas salvo por la cantidad de campos que tiene el Real Madrid. Nosotros tenemos para entrenar el primer equipo dos campos de hierba natural y uno artificial por si tenemos que practicar cuando jugamos contra algún rival que usa esa superficie... Hay un gimnasio enorme, piscina, sauna, bañeras de hidromasaje... hay de todo, nada que envidiar a las mejores ciudades deportivas de cualquier sitio".

Víctor está en un equipo campeón al que se le exige ganar cada encuentro: "Aquí ganas un partido y de forma inmediata ya hay que pensar en ganar el siguiente, la exigencia es máxima, es ganar, ganar y ganar... y no puedes pensar en otra cosa que no sea en ganar la Liga y aspirar a todo. El actual presidente ya lleva 10 años en el club y ya quiere dar un paso más y jugar en Europa. La pasada campaña llegamos a las previas y nos eliminó el Feyenord en la previa, pero ya se vio que el fútbol georgiano ha dado un paso adelante incluyendo a la selección que estuvo a un paso de clasificar para la Eurocopa. La idea es dar un paso adelante y si no es posible una clasificación para la fase de grupos de Champions, que sea entrar en Europa League".

Víctor Mongil: "Hay que ser muy valiente para conducir por Georgia"
Mongil
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Criado en la cantera blanquivioleta, Víctor Mongil siempre tiene tiempo para ver los partidos del Pucela, siempre que su profesión se lo permite: "Cuando conseguí llegar al primer equipo en la época de Djukic, viví una etapa maravillosa... estábamos en Segunda y logramos el ascenso en aquel playoff ante el Alcorcón y además fue una época en la que jugábamos al fútbol de forma espectacular". Uno de aquellos recuerdos que relata el jugador habla de que la felicidad del ascenso fue por muchos motivos: "El Club estaba en ley concursal y para que os hagáis una idea, en cierta ocasión bajó Carlos Suárez al vestuario y nos dijo que la manera de que el club se salvara y fuera viable y todo el mundo pudiera cobrar incluyendo a los empleados, era ascender y lo cierto es que lo conseguimos. Para alguien como yo, de la casa, fueron días maravillosos cuando logramos el ascenso; recuerdo la Plaza Mayor llena de gente y allí estaban mis amigos y mi familia y fueron momentos espectaculares. Para un crío de Valladolid el sueño era jugar en el Real Valladolid y desde pequeño lo tuve muy claro; cuando empecé a despuntar e ir a las categorías inferiores de la selección hubo algunos equipos que vinieron a buscarme pero me dio igual, yo tenía claro que quería llegar a jugar en el primer equipo del Pucela y lo conseguí. Me tira siempre la sangre blanquivioleta".

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Víctor Mongil Twitter

Contra lo que pueda parecer, no es difícil ver el fútbol español en Georgia: "Hay una página que televisa todos los partidos de España, la Premier, Alemania... incluso al estar en el extranjero se pueden ver por YouTube los partidos de Segunda por lo que estoy muy al tanto de lo que ocurre en la Liga española. Veo fútbol, pero si puedo ver al Pucela, no lo dudo".

Con 28 años a Víctor le queda cuerda para rato y aunque ya tiene dos, espera seguir ganando títulos: "Espero seguir luchando por objetivos como hasta ahora. Cuando vine aquí no pensaba ni contemplaba ganar un título de Liga... ya me avisaron y es verdad, cuando consigues un título es abrir una puerta que te empuja a querer más, te vuelves egoísta y quieres más y más. Conseguí con el Dínamo mi primer título a nivel personal en mi carrera y después el segundo con el Kolkata en la India... es verdad que a nivel económico está bien, pero cuando llegué allí lo primer que quise saber es si iban a luchar por ganar la liga... salió bien y volvimos a salir campeones... y aquí estoy buscando el tercero; si en dos años salgo tres veces campeón sería maravilloso. Me gustan los proyectos ambiciosos y eso es lo que te enriquece".

La barrera del idioma la ha vencido a base de constancia, gracias al inglés y a la capacidad de aprender incluso algo de georgiano: "Cuando vine, pensaba que me defendía en inglés y rápido me di cuenta de que no era suficiente... está muy bien traer la base de cuando ibas al colegio, pero luego hay que ponerlas en práctica y me vi algo perdido... pero en medio año me puse al día... además a mí no me importa equivocarme, soy muy hablado y muy sociable y si no puedo desarrollar esa faceta, siento que me hago pequeño, yo soy así; a base de equivocarme y rectificar es cuando realmente lo vas aprendiendo y ahora lo hablo mucho mejor... incluso tuve que mejorar más cuando fui a la India pues allí, al haber sido colonia inglesa hablan aún mejor y tuve que hacer otro reciclaje más. Ahora hablo bastante mejor el inglés. Este año también he mejorado en el georgiano".

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Víctor Mongil Twitter