El empate del Levante, un déjà vu para el Pucela
El gol de Campaña hizo que el Real Valladolid viera como por tercera vez le neutralizan una renta favorable, como antes hicieron Real Sociedad y Celta.


La rabia a la que Sergio González se refirió en rueda de prensa después de que el Levante consiguiera rebañar un punto de Zorrilla tenía todo el sentido. Al Real Valladolid se le habían vuelto a escapar dos de un choque que debió ganar, y en el que por tercera vez esta temporada, el rival neutralizó su ventaja, como ya pasó ante la Real Sociedad en la jornada inaugural del campeonato y contra el Huesca en la sexta fecha.
Durante el primer periodo, los blanquivioletas recuperaron hasta diez balones en el terreno de juego levantinista, algo en lo que fundamentaron su actuación, junto a una rápida recuperación tras pérdida, confirmando el paso adelante dado en este sentido. Después de un primer tramo corto en el que los de Paco López propusieron un ritmo alto y de intercambio de llegadas, el Pucela asentó las bases de su actuación sobre la incomodidad y la firmeza de anteriores partidos.
A falta de talento en el centro del campo, el desgaste de San Emeterio y Alcaraz fue importante y valió para asentarse en la otra mitad del césped. En cambio, aunque Marcos André intentó hacer de las suyas, dio la sensación de que los vallisoletanos necesitaban una pizca más de talento cuando la posesión era suya, bien a través de ese doble pivote o de una mayor participación principalmente de Orellana, que tocó solo cinco balones en campo rival, solo uno hacia adelante y solo uno bien.
Marcos André desniveló la balanza pocos minutos después de la reanudación en una transición de fuerza llevada por Óscar Plano, cuyo centro favoreció un buen cruce de Nacho, que arrastró la marca para que el '10' centrara. Más tarde, Óscar Plano buscaría otra acción de potencia, aunque con menos éxito, porque el brasileño no alcanzó a rematar. Aunque su actuación volvió a ser muy buena, su desaparición en el tramo final desnudó su fatiga, que hizo mella en varias piezas.
Sergio, en cambio, demoró la segunda sustitución hasta el 84' y, en la tercera ventana, en el 87', llegó solo hasta las tres permutas. Cuando llegaron las dos mencionadas, además de la jugada de Plano (en el 77'), el Real Valladolid tuvo otro contragolpe en el que debió sentenciar, en el que Orellana enlazó por dentro con Alcaraz, que disparó fuera tras una carrera de 50 metros. Siendo cierto que en estas acciones se vieron piernas, cuando se produjeron, aunque sin llegar generar peligro, el Levante estaba ya alojado en el campo del Pucela.
El resultadismo atroz hizo acto de presencia cuando Janko fue desbordado con un toque de primeras de Clerc y Dani Gómez, pillo, 'obligó' a Joaquín a hacerle el penalti que materializó Campaña. Vino a evidenciar una obviedad: que cuanto más despojado está uno del balón y cuanto más cerca de su área se defiende, más posibilidades tiene de que la fortuna le haga un quiebro. Fuera simplemente por la valentía de los de Paco López o porque había hecho las cinco sustituciones, por una de Sergio, lo cierto es que el cuadro granota llevaba minutos creciendo territorialmente y con balón.
En la visión en conjunto que invitaba a hacer Sergio González en rueda de prensa no pueden faltar ocasiones como la de Guardiola en la primera mitad, como el centro que no alcanzó Marcos André, el remate fuera de Alcaraz o incluso la vaselina de Jota. Como bien indicó el técnico, faltó la sentencia, puesto que ni tan siquiera el penalti (aunque puede que ahorrable) provino de un error grave. Sucede que a veces los puntos se escapan con el más mínimo detalle, y al Pucela ya van varias veces que le pasa, que las sensaciones son buenas hasta que el detalle favorece al rival, haciendo que el resultado desluzca todo lo demás.