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REAL ZARAGOZA

“Estamos cansados de ir derrota tras derrota y necesitamos una alegría”

Cristian Álvarez subraya que no hay división en el vestuario ni falta de actitud: “Puedo asegurar que no he visto mal rollo ni gente que no quiera o que pase de la situación”.

ZaragozaActualizado a
Cristian Álvarez.
ALFONSO REYES

Cristian Álvarez ha atendido a los medios de comunicación a través de una rueda de prensa telemática a la conclusión del entrenamiento de esta mañana. El guardameta argentino, que asegura que se encuentra perfectamente en lo físico y que el partido contra el Espanyol será especial para él por su pasado perico, reconoce que la situación actual es muy complicada, aunque confía en el trabajo y en poder revertir la situación, comenzando por el encuentro de este domingo ante el equipo con mayor límite salarial de la Segunda División: “¿Qué mejor escenario para empezar a ir hacia arriba que este fin de semana con este contexto?”.

—¿Cómo está viviendo el vestuario toda esta situación?

—Es una situación difícil. Estamos en un club muy grande, en una ciudad muy intensa en cuanto a lo futbolístico y es normal que estemos en una situación comprometida, pero con la confianza de que el único camino es el trabajo y de que podemos revertir esto para pasar un año tranquilo e ir escalando posiciones. Es el único camino que conozco y las únicas palabras que creo que debo emplear. Tienen que ser positivas.

—¿Qué está fallando en el equipo para que les hayan remontado tres partidos consecutivos?

—Es difícil ponerse por delante en esta categoría y llevamos tres partidos haciéndolo y no supimos aprovecharlo. A medida que va circulando el partido, nos defendemos demasiado, estamos como sosteniendo el encuentro todo el tiempo y perdemos el control del balón. Eso genera que, ante la insistencia del rival, nos acaben marcando. Una vez que nos empatan tenemos que entender que un empate no es una derrota. Parece que cuando nos empatan todo es una tragedia. Ahí es cuando debemos mantener la cabeza más fresca y, evidentemente, no lo hemos podido hacer en los últimos encuentros y nos han acabado dando la vuelta al partido.

—¿Llega al vestuario todo el ruido externo que se está generando?

—Yo, personalmente, intento abstraerme completamente de lo que sucede fuera. Llegar, llega, no voy a engañar. Vivo desde hace cuatro años en esta ciudad, conozco a muchísima gente y los comentarios llegan por todas partes, pero uno como profesional tiene que convivir con eso. Tanto yo como cada uno de mis compañeros y todos aquellos a los que les compete la parte deportiva del club debemos saber vivir con eso. Estamos en un club grande y en un deporte en el que se generan muchísimas emociones y hay opiniones que se cruzan constantemente, con gente a la que le caes bien y a otros mal, a unos les gustas más y a otros menos… En situaciones difíciles, en las que las que las cosas no salen bien como ahora, eso se magnifica, al igual que se magnifica increíblemente cuando las cosas salen bien, como la pasada temporada, en la que tuvimos momentos en los que disfrutamos muchísimo. Eso es bonito y se agradece y ahora está tocando la otra vertiente. Hay que saber convivir con eso también.

—¿Hay un problema de actitud? ¿Qué ambiente se respira en el vestuario? ¿Hay división?

—El vestuario no está dividido para nada. Es otra circunstancia más de la situación lamentable que estamos viviendo en cuanto a lo futbolístico. Se hablan cosas, se intentan buscar explicaciones y hay veces que la respuesta más sencilla es que las cosas no están saliendo. Es cierto que hay gente que gestiona la presión de una forma u otra, pero eso también es humano. Hay personas que ante la presión se achican y otras se agrandan, pero yo no creo que eso sea achacable a la actitud. Son emociones que son humanas. Puedo asegurar que en el vestuario no he visto mal rollo. No he visto gente que no quiera, que pase de la situación o que no quiera entrenar cada día de la mejor manera. Si lo hubiese visto hubiera sido el primero en coger a esa persona y explicarle dónde se encuentra. Hoy por hoy, al estar en la situación en la que estamos, en la que por la pandemia no hay gente en los estadios, es más complicado que caigan en la cuenta de dónde estamos jugando. Es cierto que eso no ayuda, pero para nada creo que no estén entrenando bien, que no estén dando el máximo o que no estén trabajando para que las cosas mejoren. No me parece justo que se hable de esa manera.

—¿Cómo está viendo a Iván Martínez?

—Ha llegado una persona con una ilusión enorme y ya desde el primer día nos dejó claro que es la oportunidad de su vida. Imagino que no está pasando por un buen momento. Son tres partidos en los que se hizo cargo del equipo y tres partidos en los que no hemos podido darle una victoria. Lo hemos tenido para ganar, hemos mejorado en el juego, hemos tenido más el balón, nos hemos puesto por delante en los tres encuentros, pero aun así no le hemos podido dar una victoria. Evidentemente, para él es un momento complicado y hay que entender que es su primera experiencia en el fútbol profesional y debemos apoyarle al máximo. Ojalá que este domingo le demos su primera victoria como entrenador del Real Zaragoza.

—Cómo afrontan el partido contra el Espanyol?

—Lo afrontamos como todos los partidos, con la ilusión de ganar, aunque suene extraño porque venimos de derrota tras derrota. Tenemos la ilusión de ir ahí, conseguir los tres puntos y tener una alegría porque realmente pienso que el equipo se la merece. Mis compañeros trabajan cada día al máximo para conseguir un triunfo que no está llegando y creo que nos lo estamos mereciendo, tanto nosotros como la afición y los medios de comunicación. Estamos viviendo momentos de mucha tensión en los cuales estamos necesitando una alegría o un poco de respiro porque, evidentemente, nosotros estamos cansados de ir derrota tras derrota y ustedes, los medios de comunicación, también deben de estar cansados de estar escribiendo siempre cosas negativas. El ambiente, por tanto, es malo y necesitamos la victoria, por lo que vamos a salir a ganar el partido. Ojalá que se nos dé porque es un campo hermoso contra un equipazo con grandes jugadores, contra el presupuesto más grande de la Segunda División, que incluso está por encima de siete u ocho equipos de Primera. ¿Qué mejor escenario para empezar a ir hacia arriba que este fin de semana con este contexto?

—En el plano personal, ¿es un encuentro especial para usted por su pasado perico?

—Lo es. Estuve allí cinco años de mi vida en los que me formé como profesional y como persona. Ha sido un club en el cual he sido muy feliz y sólo tengo palabras de agradecimiento hacia esa institución que me dio todo. Me reencontraré con mucha gente a la que le tengo un cariño enorme y hace mucho tiempo que no veo. Y en lo futbolístico también me genera cosas enfrentarme al Espanyol y cruzarme con toda esta gente que me trató tan bien.