Íñigo o Villapalos, dilema en la sala de máquinas
El madrileño parecía predestinado a ser el pivote titular, pero perdió el puesto ante el de Ampuero tras jugar de inicio los dos primeros partidos
Íñigo Sainz-Pardo deslumbró al nuevo cuerpo técnico del Racing, de Amorrortu para abajo, todos, en el Gimnástica-Rayo Cantabria del playoff de ascenso de Tercera que se jugó el pasado verano en Sarón. Era casi el primer contacto de todos ellos con la cantera racinguista y el de Ampuero firmó un partido impecable. Su disposición al trabajo y su fiabilidad a lo largo de la pretemporada han hecho que aquella primera sensación en los técnicos del club no solo no ha decrecido, sino que ha sido capaz de desbancar del once inicial a uno de los fichajes más contrastados, y cotizado, del equipo, Alberto Villapalos.
El espigado madrileño parecía llegar con una plaza fija en el once inicial, tal y como la había tenido en sus tres temporadas en el Atlético Baleares, en dos de las cuales salió campeón de grupo. De hecho, Rozada metió a Villapalos en el equipo con apenas dos entrenamientos en el amistoso frente al Bilbao Athletic y tanto en ese partido como en el siguiente, en Mareo contra el Sporting B, estuvo a un gran nivel. Sin embargo, a partir de ese momento sus juego cayó en picado, con evidentes problemas a la hora de ser protagonista en el manejo del balón. Pese a ello, arrancó de titular la Liga en los dos primeros partidos, Portugalete y Bilbao Athletic, pero ya en el tercero Íñigo le levantó la plaza de pivote defensivo en el once inicial. Frente al Alavés B Villapalos solo jugó 5' (y metió un gol) y ni saltó al campo en San Lorenzo. Íñigo debutó de carrilero diestro contra el Portu, no jugó en Lezama y ha jugado los 180' como mediocentro en los dos últimos choques.
Esta semana, sin embargo, por lo visto en los entrenamientos de la semana, Javi Rozada parece estar meditando un nuevo relevo entre ambos en el arranque del duelo con el Barakaldo. Una de las opciones que está manejando el ovetense es tener un solo pivote y la sensación en La Albericia ha sido que ha estado midiendo a ambos para desempeñar ese papel. En el entrenamiento de hoy, a puerta cerrada en El Sardinero, el equipo ha estado trabajando fundamentalmente las acciones de estrategia y el míster no ha querido dejar pistas. Donde no parece que vaya a tener dudas Rozada es a la hora de confeccionar la convocatoria, ya que las molestias en el tendón de Aquiles de Jon Ander le pueden unir a Figueras y a Andrade, ambos lesionados. Quedarían, por tanto, justo 20 futbolistas disponibles.