El Racing se limita a ganar
El Alavés B tuvo la posesión del balón, sin profundidad, durante todo el partido, mientras que los de Rozada llegaron al liderato a base de efectividad
El Racing ganó, que no es poco. Y por 3-0, lo que le lleva al liderato del grupo. Y punto. Si alguien esperaba que este Racing fuera, en su vuelta a Segunda B, gobernando con autoridad los partidos, ya puede ir haciéndose a la idea de que eso no va a ser así. O no va a ser muy a menudo. De momento, cero de tres. Más allá de los resultados, incluso de las pocas opciones de gol que concede a los rivales, los de Rozada no controlan el juego. Ni el balón. Es verdad que vivimos tiempos en los que la posesión del esférico empieza a estar menos valorada que antaño, en los tiempos gloriosos del tiquitaca, pero que un equipo con el Racing, en su estadio, corra tanto tiempo detrás del balón sorprende. Y más porque no parece que sea una elección, parece un tema de falta de finura con el cuero, de toque, de menos talento del que se presupone a un trasatlántico de la categoría.
Javi Rozada, que debutó en partido oficial como entrenador del Racing, tras cumplir dos partidos de sanción, sorprendió dejando a Benktib fuera de la lista y a Villapalos del once, dando entrada a Íñigo, que venía reclamando en los entrenamientos una oportunidad. Cumplió. Camus también se estrenó en la temporada y lo hizo como carrilero por el lesionado Bustos. Le faltó algo más de convicción en ataque y, obviamente, le penalizó el poco balón del que dispuso su equipo en la primera mitad. La que jugó, porque fue sustituido en el descanso. Los dos equipos optaron por emparejarse tácticamente 3-5-2.
El partido empezó ya con posesión babazorra, pero un fallo de su portero, Aritz, que despejó al centro del área un tiro lejano de Pablo Torre, no demasiado venenoso, por otra parte, y el rechace, a pase de Cedric, lo embocó Ceballos a los 10'. Tras cuatro o cinco minutos de zozobra anímica de los vitorianos, el Racing no supo aprovechar el subidón para hacerse con el juego. Sin profundidad, sin peligro alguno, es verdad, el primer tiempo languideció con posesión inane blanquiazul, mientras el Racing parecía esperar una contra, que no llegaba. Con Pablo Torre más desconectado del juego de lo que necesita su equipo, los carrileros y Nana sin llegada, solo intentaban pelotazos a Balboa o Cedric. Entre poco y nada.
La segunda parte empezó todavía peor para los locales, que en un córner mal defendido propiciaron un gran trallazo, solo, de Julio Martínez. Ahí apareció Iván Crespo con una gran parada abajo. Es para eso por lo que uno tiene buenos porteros. La posesión seguía siendo alavesista, aunque el Racing no parecía estar incómodo sin balón y el marcador no peligraba. El segundo gol verdiblanco, el que puso la puntilla al partido, fue, como el primero, fruto de lo que mejor hizo, por momentos, el equipo de Rozada, la presión en área rival. Una porfía de Maynau, persiguiendo un balón que él mismo había perdido, propició que Jon Ander se encontrara con un balón dentro del área pequeña y marcara por bajo. La media hora del vitoriano en cancha fue, por intensidad, por duelos ganados, por gol y por asistencia (el 3-0 llegó de un pase suyo) lo mejor que ha hecho Jon Ander desde que empezó la pretemporada. De lejos.
En los últimos minutos, ya con el carrusel de cambios, el partido se rompió del todo y, aunque los de Iñaki Alonso tuvieron una ocasión que sacó Óscar Gil bajo palos, siempre pareció que estaba más cerca el tercero del Racing que el del honor visitante. Y así fue. Otra pelea de Jon Ander, pase atrás y Villapalos, desde la frontal, hizo un pase a la red, magnífico, junto a la cepa del poste izquierdo de Aritz, que no tuvo su mejor día. En el Racing también debutó Martín Solar, al que se le vio tan cómodo como siempre pidiendo el balón pese a estar de los últimos de la fila en este arranque de temporada. Solo falta por estrenarse el recién llegado Patrick Soko.
