Nápoles llora y pide el "estadio Maradona"

Nápoles ha perdido a su héroe. El mero hecho de que Maradona existiera, de que en algún lugar seguía luchando, le daba a su pueblo la ilusión de que algo bueno siempre podía ocurrir. A cualquier napolitano nacido después de 1984 le resultará imposible recordar cuándo supo de la existencia del Pelusa. Diego siempre fue parte de su vida, uno de familia, un trozo de su casa. Es difícil imaginar cómo los partenopei reaccionan a este terrible rayo caído del cielo, cómo cambiará la ciudad a partir de hoy. Lo primero fue intentar negar, obviamente. Cualquier periodista recibió decenas de mensajes y comentarios en busca de un desmentido que, desafortunadamente, nunca llegó.

El centro histórico se transformó enseguida en un enorme funeral, que a saber cuánto durará. Velas y flores aparecieron al lado de sus fotos. A pesar del confinamiento (la Campania es ‘zona roja’: no se puede salir de casa), hubo grupos de tifosi coreando su nombre y encendiendo bengalas ante su mural gigante en el barrio español. Los mensajes institucionales no tardaron en llegar. El Nápoles publicó en sus redes sociales: "¿Qué podemos decir ante este dolor? Ahora es el tiempo de las lágrimas, luego llegará el de las palabras". El alcalde Luigi De Magistris escribió en Twitter: “Ha muerto el más inmenso futbolista de todos los tiempos. Nápoles te ama, Diego. Vamos a dedicarte el estadio”.

El tema del San Paolo pone a todos los napolitanos de acuerdo: pronto, habrá que despedirse de este nombre. El ayuntamiento, a partir de mañana, trabajará para dedicarle el campo al argentino y será imposible encontrar a alguien en contra de esta decisión. Apareció una pancarta en Fuorigrotta ("rey inmortal, tu bandera nunca dejará de ondear") al lado del estadio, cuyas luces hoy quedarán encendidas toda la noche en su honor. Mañana el Nápoles pisará el jardín de Maradona para jugar en la Europa League ante el Rijeka. Será el partido más triste de su historia.