Ibrahimovic no colgó las botas por un reto de Raiola
El sueco asegura en una entrevista que ya había tomado la decisión de dejarlo, pero su agente le retó. Cree que su lesión no es grave y volverá en un par de semanas.
Decía Gattuso antes de recibir al Nápoles en el San Paolo que Ibrahimovic está mejor que cuando tenía 30 años. Lo dijo antes de que el sueco se convirtiera en una pesadilla para su equipo, castigándole con dos goles más para el 1-3 final. Aunque se tuvo que retirar lesionado. Son once goles en diez partidos con el Milan en lo que va de temporada. En la Serie A ha hecho diez de los 19 del equipo. Sintió un pinchazo en la parte posterior del muslo derecho en el choque ante el Nápoles y tendrá que parar un par de partidos, pero a sus 39 años lidera la clasificación de máximos goleadores, con dos más que Cristiano.
Pero el mundo del fútbol estuvo muy cerca de quedarse sin poder disfrutar de la tercera juventud de Ibra. Así lo ha reconocido el propio futbolista sueco en una amplia entrevista en su país. Y, curiosamente, todo hay que agradecérselo a Mino Raiola, su agente. El representante lo tocó la fibra al delantero, le picó en su orgullo y, por fortuna, fue la mecha para lo que está pasando ahora mismo. "Quería abrir un nuevo capítulo en mi vida. Estar con mi familia todos los días, siguiendo el día a día de mis hijos. Entonces vino Mino Raiola y me dijo: '¡Tienes que cerrar tu carrera en Europa! Tienes que demostrar que todavía estás en un alto nivel, ¡qué puedes hacerlo! Juega solamente seis meses en Milán, después ya podrás dejarlo. Es demasiado fácil acabar tu carrera en los Estados Unidos". Las palabras del agente fueron un resorte para el delantero cuenta en 'Aftonbladet'.
Ni que decir tiene que Raiola sabe cómo encender el carácter ufano del sueco, aunque también es cierto que se adapta y que su extenso conocimiento del juego le está ayudando a ahorrarse esfuerzos para ser igual o más efectivo. "Me siento vivo, sé que puedo jugar y hacer lo que soy capaz de hacer. Los resultados hablan por sí mismos, pero sin trabajo duro no se logra nada. A mi edad necesitas una mentalidad, además de talento. Pero está todo en la cabeza: si quieres, puedes. Me siento bien, cada día que pasa me siento mejor y más completo. Soy diferente de lo que era hace diez o cinco años, creo que tengo la inteligencia para adaptar mi cuerpo a lo que puedo hacer ahora. La gente dice que no corro mucho, pero elijo la mejor manera de correr y ayudar al equipo. Entiendo cómo puedo ser más útil. Si pudiera correr 90 minutos sin parar lo haría, pero no puedo. Soy honesto conmigo mismo, necesito más tiempo para recuperarme después de un esprín, pero elijo cuándo hacerlo y decido cuándo tengo que sacrificarme. Sé inteligente", analiza de forma muy interesante un Ibra que ha sufrido en sus carnes los efectos del coronavirus.
"No fue grave, solo un par de semanas. Me hicieron dejar los entrenamientos, hice muchas preguntas. Me volvieron a hacer tres test para estar seguro, así que me quedé en casa. Después de tres días tenía todavía dolor de cabeza, pero no entendía si era por estar confinado, repetía las mismas cosas todo el tiempo. Entonces empecé a tener dolor de espalda cuando dormía: me despertaba a las tres de la mañana, tenía que tomar pastillas: estoy en contra, pero a los diez minutos el dolor había desaparecido. Al quinto día ya no sentía los sabores, ni comida ni café. Empecé a entrenar solo a la semana del positivo: antes no podía, aunque tenía un plan para entrenar en casa como todo el que da positivo. Lo que quería es que mi corazón funcionara y mi frecuencia cardíaca aumentara. No tenía otros síntomas. Recuperé el gusto, pero mi sentido del olfato aún no está al cien por cien. Es una molestia, pero también podría ser por un resfriado", explica. Ahora trabaja para recuperarse de los problemas musculares, aunque ha calmado a su afición. "No es algo serio, creo que estaré en una o dos semanas", sentencia.
Ibra, viendo su estado de forma, ha dejado caer a través de las redes que le gustaría volver a la selección sueca, de la que se retiró. El seleccionador nórdico ha recogido el guante, pero exige que el futbolista lo diga claramente. Ibra le ha lanzado el guante en la misma entrevista. "Es algo que tiene que venir de él. Porque si él piensa que soy una distracción, entonces no me importa. Si él cree que puedo contribuir, entonces lo pensaré. Quiero estar en el Friends Arena, quiero volver a ver el Muro Amarillo completo cuando entre con la camiseta. ¿Si lo añoro? Obviamente: si alguien no añora eso significa que ha terminado su carrera. Y yo no he terminado todavía", afirma.