Mazzola: "Cuando veo a Ramos pienso en Facchetti"
Sandro Mazzola (78 años) es una leyenda del Inter. En el Madrid no tienen buen recuerdo suyo, porque derrotó a los blancos en la final de la Copa de Europa de 1964.
Sandro Mazzola (Turín, 8 de noviembre de 1942) es un trozo de historia del Inter. Hijo del mítico Valentino, héroe del Grande Torino fallecido en la tragedia de Superga, vivió toda su carrera vistiendo los colores nerazzurri. En sus 570 partidos metió 162 goles, dos de ellos ante el Madrid, en la final de la Copa de Europa 1964, que los interistas ganaron 3-1. El legendario futbolista recuerda a AS aquella noche y analiza el choque de mañana.
—Sandro, un doblete suyo le dio al Inter su primera Copa de Europa. ¿Qué recuerda de ese partido de 1964?
—Hay un momento que no olvidaré nunca: ver en persona a mi ídolo, Di Stéfano. Salí del vestuario y estaba ahí... No me parecía real, me quedé mirándolo y él se dio cuenta. Se acercó y me dijo un par de cosas, la pena es que no entendí nada. Estaba en shock (ríe).
—¿Durante el partido siguieron hablando?
—Sí, a veces en el campo se habla. Lo mejor llegó después de uno de mis goles. Me felicitó muy deportivamente con un apretón de manos. Fue lo máximo para mí.
—¿Sigue pensando que él fue el mejor de todos los tiempos?
—Para mí sí, lo reitero. Para pararle utilizaban dos hombres, y ni así podían. No hubo nadie más como él.
—En ese día también hubo un cara a cara con Puskas...
—Sí, antes del partido me dijo Puskas que jugó contra mi papá y que yo era su digno heredero. No me lo esperaba, me emocionó mucho.
“Herrera dijo que si Di Stéfano iba al baño, había que seguirle hasta allí”
—¿Cuál fue el secreto de aquel triunfo tan sonado?
—Ganamos a la italiana, jugando hombre contra hombre. Helenio Herrera dijo que si Di Stéfano se iba al baño, había que seguirle hasta allí...
—Del Madrid de la actualidad, ¿quién le gusta más?
—A mí me encantaba Cristiano. Cuando trabajaba de comentarista, una vez me tocó un partido de los blancos y pedí una charla con él. Fue muy amable conmigo. Sin el portugués, el Madrid no es el mismo, aunque siguen teniendo jugadores fantásticos. Uno de ellos es Sergio Ramos, pero hay algo que no me gustó de él...
—¿El qué?
—Ese gol en el partido de ida (ríe). Madre mía, qué bueno es. ¿Cuántos goles lleva ya?
—Ante el Inter, sumó 100 con la camiseta del Real Madrid.
—Increíble. Cuando lo veo jugar, pienso en Facchetti. Era lateral, pero si lo necesitaban, se iba al ataque y marcaba goles. Ramos siempre aparece cuando el Madrid está en apuros.
“Para mí Conte debe jugar a la italiana, dejar la iniciativa al Madrid”
—¿Qué espera mañana?
—Conte, para mí, debe jugar a la italiana. Hay que dejarle la iniciativa a Zidane y hacerle daño en cuanto los suyos fallen.
—¿Creía que el francés iba a ser tan buen entrenador?
—La verdad es que sí. A veces, de los jugadores talentosos se infravalora su inteligencia táctica. Zidane en el verde siempre estaba donde tenía que estar. Me gustaba mucho y estaba convencido de que iba a ser un gran entrenador. No me sorprendió para nada.
—San Siro estará mañana vacío. ¿Consigue disfrutar del fútbol sin aficionados?
—Necesito tomar café para ver los partidos en estos meses. Echo de menos el ambiente, a la gente, es todo raro. Pero es lo que nos toca. Ya volveremos a las gradas.
—¿Un pronóstico?
—Lo tengo, pero como siempre no lo voy a decir. Saben que soy supersticioso...